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jueves, 22 de diciembre de 2016

DIDACTICA

                                                                 DIDACTICA
La didáctica (de didáctico, y este del griego διδακτικός [didaktikós]): Es la disciplina científico-pedagógica que tiene como objeto de estudio los procesos y elementos existentes en la enseñanza y el aprendizaje. Es, por tanto, la parte de la pedagogía que se ocupa de las técnicas y métodos de enseñanza, destinados a plasmar en la realidad las pautas de las teorías pedagógicas. Díaz Barriga la define como: una disciplina teórica, histórica y política. Tiene su propio carácter teórico porque responde a concepciones sobre la educación, la sociedad, el sujeto, el saber, la ciencia.

 Es histórica, ya que sus propuestas responden a momentos históricos específicos. Y es política porque su propuesta está dentro de un proyecto social (Díaz Barriga, 1992:23), cabe destacar que esta disciplina es la encargada de articular la teoría con la práctica. Juan Amos Comenio fue quién acuño la palabra didáctica en su obra Didáctica Magna, desarrollada en 1657.4 Está vinculada con otras disciplinas pedagógicas como, por ejemplo, la organización escolar y la orientación educativa, la didáctica pretende fundamentar y orientar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Díaz Barriga: menciona que los nuevos procesos en la construcción del conocimiento y en el aprendizaje están generando una nueva didáctica, es decir, "un movimiento en desarrollo, con distintas vertientes, que busca no excluir el sentido del saber, del trabajo docente, a la vez que recupera la importancia del trabajo, el deseo y la construcción de un proyecto personal por parte del alumno. Tiene acercamientos al constructivismo, pero se fundamenta en una profunda tradición didáctica. También la didáctica o género didáctico es el género literario que tiene como finalidad la enseñanza o la divulgación de ideas expresadas de forma artística, con un lenguaje elaborado y recursos de la filosofía.
                                          Concepto de Didáctica
La didáctica es una ciencia de la educación de carácter teórico-práctico, cuyo objeto de estudio son los procesos de enseñanza-aprendizaje, y cuya finalidad es la formación integral del alumno por medio de la interiorización de la cultura (José María Parra, 2002).         
La didáctica se puede entender como pura técnica o ciencia aplicada y como teoría o ciencia básica de la instrucción, educación o formación. Los diferentes modelos didácticos pueden ser modelos teóricos (descriptivos, explicativos, predictivos) o modelos tecnológicos (prescriptivos, normativos). La historia de la educación muestra la enorme variedad de modelos didácticos que han existido. La mayoría de los modelos tradicionales se centraban en el profesorado y en los contenidos (modelo proceso-producto). Los aspectos metodológicos, el contexto y, especialmente, el alumnado, quedaban en un segundo plano.
Como respuesta al verbalismo y al abuso de la memorización típica de los modelos tradicionales, los modelos activos (característicos de la escuela nueva) buscan la comprensión y la creatividad, mediante el descubrimiento y la experimentación. Estos modelos suelen tener un planteamiento más científico y democrático y pretenden desarrollar las capacidades de autoformación (modelo mediacional). Actualmente, la aplicación de las ciencias cognitivas a la didáctica ha permitido que los nuevos modelos sean más flexibles y abiertos, y muestren la enorme complejidad y el dinamismo de los procesos de enseñanza-aprendizaje (modelo ecológico).
                                                                
                                                    Clasificación
Cabe distinguir:
  • Didáctica general, que hace referencia a las normas y métodos aplicables a cualquier proceso de enseñanza aprendizaje intencional.
  • Didáctica específica, que se enfoca en las normas y métodos aplicables para el aprendizaje de una materia en específico.
  • Didáctica diferencial, que tiene en cuenta la evolución y características del individuo, de manera que se personalice la enseñanza de acuerdo a ello.
Dentro la didáctica especial o específica se ubica a la Didáctica tecnológica. Con la incorporación de distintas tecnologías en educación, fue necesario pensar en estrategias de enseñanza y formas de uso adecuado que posibiliten mejores vínculos con el conocimiento. A partir de la década del 90 y con el aporte de diferentes teorías (lingüísticas, culturales y cognitivas) el acercamiento de la tecnología educativa y la didáctica fue mayor. Por ello el campo de la didáctica tecnológica se conformó como un cuerpo de conocimientos referidos a las nuevas prácticas de enseñanza. Pero este cuerpo teórico necesitó y necesita constantemente incorporar trabajos empíricos y analizados a la luz de los debates teóricos y prácticas referidas a la tarea de enseñanza. Fuente: Litwin Edith; Tecnologías educativas en tiempos de Internet; 1995; Amorrortu Editores.
Dentro de las didácticas específicas, la Didáctica de las Ciencias Sociales:  constituye un área de conocimiento emergente, que se incluye en el campo más amplio de las Ciencias de la Educación. En palabras de Pagés7 (1993: 128): “La Didáctica de las Ciencias Sociales tiene un conocimiento específico propio que emana de una práctica -la de enseñar a enseñar al profesorado de Geografía, Historia y Ciencias Sociales-"
La didáctica de la matemática o matemática educativa estudia las actividades didácticas, o sea las actividades que tienen por objeto la enseñanza, en lo que ellas tienen de específico de la matemática. El intenso proceso de culturización científica de los últimos tiempos ha producido efectos que hacen necesarias modificaciones educativas adecuadas a los mismos, con el consiguiente avance en esta disciplina.
Una de las principales característica de la educación corporativa, que la distingue de la educación tradicional, es la posibilidad de adoptar una didáctica diferencial. Las características del público discente pueden ser conocidas al detalle. Una situación de enseñanza puede ser observada a través de las relaciones que se «juegan» entre tres polos: maestro, alumno, saber, porque se analiza:
  • La distribución de los roles de cada uno.
  • El proyecto de cada uno.
  • Las reglas de juego: qué está permitido, qué es lo que realmente se demanda, qué se espera, que hay que hacer o decir para demostrar que se sabe.  Hay seis componentes importantes que conforman el acto didáctico :           
                                                
                                                   Componentes
  Hay seis componentes importantes que conforman el acto didáctico :
  • El docente o profesor. Persona que promueve y orienta el aprendizaje,
  • Los objetivos de aprendizaje. Metas educativas que reflejan los logros de aprendizaje que se esperan en los discentes.
  • Materia. Contenidos que han de ser enseñados y aprendidos. Formalmente están plasmados en el currículo.
  • Los métodos de enseñanza. Procedimientos seguidos para promover el aprendizaje.
  • El contexto del aprendizaje. Escenario donde se lleva a cabo el proceso enseñanza-aprendizaje; incluye el entorno social, cultural y geográfico.
El currículo escolar es un sistema de vertebración institucional de los procesos de enseñanza y aprendizaje, y tiene fundamentalmente cuatro elementos constitutivos: objetivos, contenidos, metodología y evaluación. Aunque hay países que, en su sistema educativo, el elemento «contenido» lo llegan a derivar en tres, como lo son los contenidos declarativos, actitudinales y los procedimentales. Es importante tener en cuenta el denominado currículum oculto que, de forma inconsciente, influye de forma poderosa en cuáles son los auténticos contenidos y objetivos en los que se forma el alumnado. Por ejemplo, un docente tiene que conocer el CNB (Currículum Nacional Base) de su país (porque no todos tenemos las mismas necesidades) para trabajar de una manera eficiente de acuerdo a lo que localmente se necesite. 

                                                                  Momentos Didacticos

El proceso de enseñanza se constituye por tres momentos que se van dando de manera cíclica, por lo que en su conjunto también se les denomina como ciclo docente10 . Los momentos didácticos son: planeamiento, implementación y evaluación.
El planeamiento didáctico es el momento en el que se prevén todos los elementos necesarios para implementar un programa educativo. Entre esos elementos se pueden mencionar los objetivos, contenidos, estrategias, recursos didácticos, tiempos, entre otros.
La implementación es la parte del proceso en el que se pone en marcha el programa educativo, es decir, se imparte con los alumnos. Aquí se implementa la planificación realizada, pero haciendo los ajustes pertinentes para orientar el aprendizaje, de acuerdo con las necesidades de los alumnos y demás condiciones que resultaron distintas a lo previsto.
La evaluación es un momento didáctico en el que se valora el alcance de los objetivos de aprendizaje, aunque tiene una relevancia determinante al final del proceso, es indispensable que se efectúe de manera simultánea a la implementación, con la finalidad de responder a las necesidades de aprendizaje de los alumnos a lo largo del proceso

                                             Concepto, Objeto y Finalidad de la Didactica
A criterio de Gastón Mialaret, la Didáctica pertenece al grupo de las Ciencias de la Educación, y dentro de estas se encuentra ubicada en la cate goría de las ciencias que estudian la situación educativa y los hechos edu- cativos. El termino es originario del griego didaskein, significando con ello el acto de enseñar, instruir o explicar. La Didáctica se conceptualiza como "la rama de la pedagogía que estudia los sistemas, métodos, técnicas y recursos prácticos de enseñanza destinados a plasmar en la realidad las teorías pedagógicas

 Esto significa que la Didáctica es una disciplina práctica de carácter pedagógico, por lo cual cons- tituye la principal herramienta que el docente utiliza en el proceso de ense - ñanza-aprendizaje; es la disciplina que ofrece métodos, técnicas y recursos para su uso práctico a nivel de aula, con el objetivo, entre otros, de que el educando obtenga una formación in - intelectual significativa, mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y este proceso en cuestión está referido a la transmisión y recepción de conocimientos y conformado por tres elementos: el conocimiento (materia), el discente (alumno), y el docente o Profesor.

Con respecto a su finalidad, la Didáctica presenta dos tipos (2):
 Finalidad teórica. Con esta, la Didáctica trata de adquirir y aumentar el conocimiento sobre el proceso de aprendizaje- enseñanza, que es su objeto de estudio; es decir, esta finalidad trata de describir, explicar o interpretar mejor tal proceso.


La Didáctica se conceptualiza como "la rama de la pedagogía que estudia los sistemas, métodos, técnicas y recursos prácticos de enseñanza destinados a plasmar en la realidad las teorías pedagógicas" (1). Esto significa que la Didáctica es una disciplina práctica de carácter pedagógico, por lo cual cons- tituye la principal herramienta que el docente utiliza en el proceso de ense - ñanza-aprendizaje; es la disciplina que ofrece métodos, técnicas y recursos para su uso práctico a nivel de aula, con el objetivo, entre otros, de que el educando obtenga una formación in - intelectual significativa, mediante el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Y este proceso en cuestión está referido a la transmisión y recepción de conocimientos y conformado por tres elementos: el conocimiento (materia), el discente (alumno), y el docente o Profesor.
Con respecto a su finalidad, la Didáctica presenta dos tipos (2):
- Finalidad teórica. Con esta, la Didáctica trata de adquirir y aumentar el conocimiento sobre el proceso de aprendizaje- enseñanza, que es su objeto de estudio; es decir, esta finalidad trata de describir, explicar o interpretar mejor tal proceso.


Finalidad práctica. Esta trata de regular y dirigir en la práctica el proceso de enseñanza-a prendizaje. Consiste en elaborar propuestas de acción e intervenir para transformar la rea lidad.


En su interior, la Didáctica se clasifica en Didáctica general, Didáctica diferencial y Didáctica especial. La primera se ocupa (2), entre otros aspectos, de los principios y nor mas generales para dirigir los procesos de enseñanza-aprendizaje hacia los objetivos educativos; la segunda se aplica específicamente a situaciones variadas de edad o características de los educandos; y la última explica las normas didácticas generales aplicadas al campo concreto de cada materia de estudio, es decir, estudia la enseñanza-aprendizaje de los contenidos específicos de alguna ciencia o materia en particular. Al igual que otras disciplinas, la Didáctica también está estrechamente relacionada con otras ciencias de la educación, como la Histo- ria, Lógica, etc.


 Ya se indicó que la Didáctica es una disciplina pedagógica práctica. En base a esto, la Didáctica es ejer citada o conducida a la práctica por seis elementos conocidos como elementos didác –ticos fundamentales: el educando, el docen te, los objetivos, los contenidos o materia, los métodos y técnicas, y el medio geográfico.


Los elementos didácticos y su descripcion
Para facilitar su práctica y todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, estos elementos didácticos recurren a ciertos medios de apoyo denominados recursos didácticos, mismos que están agrupados en: materiales didácticos, técnicas de grupo y modalidades de formación. Estos recursos didácticos engloban todos los materiales que están al ser- vicio de la enseñanza, de los elementos didácticos y del acto didáctico principalmente.

Los recursos didácticos que apoyan el proceso de enseñanza-aprendizaje

La Planificación Docente
En el ejercicio de su profesión, el docente realiza actividades extra e intra aula, las que ha de plasmar en el papel para conformar sus planes didácticos, y estos ha de ejecutarlos o materializarlos para finalmente evaluarlos. Esto es que, ya sea dentro o fuera del aula, el docente debe realizar todas sus activi dades contempladas en los tres Momentos didácticos : planificación, eje- cución y verificación. El primero significa plasmar en papel todas las actividades por realizar; el segundo está referido a materializar lo planificado; y la verificación o evaluación constituye la parte final de la función docente.
                                         Objetivos y funciones de la planificación
La planificación docente o planificación didáctica tiene por objetivo organizar las actividades y situaciones de enseñanza y aprendizaje para que se realicen con el mínimo esfuerzo y la máxima eficacia; es el arma didáctica que conduce éxitosamente al docente en el desarrollo del proceso educacional.
Esta planificación constituye el primer peldaño de los Momentos didácticos, y consiste en diseñar por escrito todas las actividades que el docente realizara durante el proceso de ense- ñanza-aprendizaje. Sus funciones, entre otras, son las de reducir el nivel de incertidumbre, anticipar lo que sucederá en el desarrollo de la clase y formar una articulación con la práctica del docente.
- El proceso de planificación docente.
En los planes docentes quedan claramente establecidos los contenidos de la materia (que enseñar), los objetivos (para que enseñar), la metodología (como enseñar), los recursos didácticos a utilizar, el tipo de evaluación seleccionada, entre otros ítems. La planificación existe primeramente en la mente, y luego se rediseña en forma – tos de papel para dar lugar a lo que se conoce como normalización de materia, que puede ser por unidad didáctica, parcial, semestral o anual. A partir de este plan se derivan otros, co mo el plan semanal o quincenal y el plan diario de aula o clases.
El proceso de planificación docente consta de tres fases (4): diagnostico, análisis y diseño.
. Diagnóstico. Consiste en identificar las necesidades educativas del educando y de la comunidad educativa; reconocer las condiciones de aprendizaje y disponibilidad de recursos de la institución.
. Análisis. Aquí se seleccionan los ítems, dentro de los identificados y reconocidos en el paso
anterior, que se incluirán en el diseño del plan.
. Diseño. Los ítems seleccionados se incluyen por escrito en un formato de plan, mejor conocido como jornalizacion anual de la materia. A partir de este se diseñan o elaboran los de más planes del docente, como lo son los planes semanales y los planes diarios de clase.
Un punto muy importante de los planes de jornalizacion es que contienen una columna dedicada a la evaluación, mediante la cual el docente capta los logros y dificultades de lo planifi cado, lo que le permite analizarlo, comprenderlo y mejorarlo. Esta evaluación implica describir y recolectar información a través de diversos instrumentos evaluativos; comprender y explicar su objeto; valorar y emitir un juicio; y ayudar a la toma de decisiones.
En la sección de anexos se presentan los formatos llenos de los planes diarios de clase y de jornalizacion de materia o asignatura.
                                                          Modelos de planificación.
El docente puede planificar sus labores de varias maneras, pero to das ellas se clasifican en dos grupos (5):
a. Según el tiempo de duración de los contenidos.
b. Según el modelo pedagógico empleado.
Según el tiempo, el docente puede planificar para una o más unidades didácticas, para un parcial, para un semestre, o bien para un año, según sea su criterio, o las exigencias del centro educativo o de las leyes del sistema educativo de cada país.

Modelos de planificación según el tiempo . En base a este criterio, existen planificaciones diaria, semanal, bimestral, cuatrimestral, semestral, anual y otras según el criterio utilizado por el docente. He aquí algunas:
- Planificación de una clase. Es el modelo más específico pero poco frecuente, pues ello implica planificar doscientas o más clases por materia y por año académico. Sin embargo, resulta útil para organizar la secuencia del aprendizaje dentro de una misma clase, pues va señalando las distintas etapas de trabajo o del acto didáctico a través del tiempo de duración de la misma.
- Planificación por unidad didáctica. El contenido de una materia o asignatura se expresa en unidades didácticas, y estas se ejecutan por lo general en términos de horas. Con este modelo, el docente planifica una o más unidades didácticas para desarrollarlas en cierta porción de tiempo correspondiente al año académico, por lo que habrá que diseñarse más planes para el resto de unidades, lo que implica un poco más de labor para el docente y para el supervisor.

Modelo de planificación (semanal) según el tiempo invertido en los contenidos

Planificación anual. Significa que todas las unidades didácticas de una materia se planifican para desarrollarlas en un solo periodo de tiempo, que es igual al año escolar o académico.Se trata de un diseño que contempla los aprendizajes que se espera lograr durante todo un año de clases; y como es un periodo extenso de tiempo, se compone de varias unidades didácti -cas que, idealmente, deberían presentar cierta coherencia entre sí.

                                    Modelos de planificación según el modelo pedagógico  


Los planes didácticos también pueden diseñarse en base a los modelos pedagógicos. Estos constituyen un sistema formal en el que se interrelacionan los elementos de la comunidad educativa con el conocimiento científico, ello por medio de las teorías del aprendizaje utilizadas en el aula (cognitivo, cons –tructivista, etc.). He aquí algunos de estos modelos:


- Planificación en sábana. Este tipo de planificación toma en cuenta el modelo pedagógico tradicional o academicista. En su formato se inscriben: los objetivos generales y específicos, los contenidos a desarrollar y las evaluaciones que se realizarán en el periodo planificado. Es muy útil cuando se desea desglosar minuciosamente los objetivos y los contenidos de una u- nidad didáctica, pero su desventaja es que no incluye los recursos y el papel del educando.


- Planificación en T. Esta planificación se basa en los modelos pedagógicos cognitivo (habili -dades adquiridas) y constructivista (forma de adquirir las habilidades), y su formato lo con - forman 4 secciones o columnas: contenidos conceptuales, procedimientos/estrategias, capa- cidades/destrezas y valores/actitudes. Por esta manera de desglosar los contenidos, esta pla nificación se recomienda para periodos anuales más que para unidades didácticas. Sus desventajas consisten en que no incluye una columna para la evaluación y a su carácter excesivamente amplio. Su nombre proviene de la figura de T que tiene su formato.

                                                              Metodos de Enseñanzas

La palabra método proviene de los vocablos griegos meta (meta) y hodos (camino), indican do con ello "el camino que conduce a una meta o a un lugar determinado". En el caso presen te, un método de enseñanza es la vía conducente al logro de los objetivos planificados; o pue de explicarse como el medio del que se vale el docente para el cumplimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje. Y para alcanzar estos logros, las técnicas de enseñanza proporcio - na al método empleado los respectivos procedimientos o saberes prácticos (como hacerlo).

En el método de enseñanza se interrelacionan las posiciones de los docentes, la de los alumnos, los aspectos disciplinarios y de organización escolar. El uso de un método de enseñanza implica el uso de una técnica de enseñanza.

De manera general (7), en educación se emplean varios tipos de métodos, como los métodos de investigación, que profundizan el saber humano; los métodos de organización, que es tablecen normas disciplinarias de conducta para ejecutar bien una tarea; y los métodos de transmisión, que transmiten conocimientos, actitudes o ideales y que son los intermediarios entre el profesor y el alumno.

Ya de manera específica , los métodos para la enseñanza se clasifican de acuerdo a ciertos criterios, como la forma de razonamiento, la coordinación de la materia, etc., tal como se muestra a continuación:

 Métodos de enseñanza según el razonamiento. Son métodos tradicionales.

- Método deductivo. Los contenidos se presentan de lo general a lo particular, y se va encaminando al discente hacia el logro de deducciones y consecuencias. Es el método más utilizado; ahorra tiempo y trabajo.

- Método inductivo. Aquí los contenidos se discuten de lo particular a lo general; de las partes al todo; de lo simple a lo compuesto, e induce al alumno al logro de conclusiones. Es un método activo por excelencia, y con él se han logrado la mayoría de descubrimientos científicos. Se basa en la experiencia, participación, en los hechos y posibilita en gran medida la generalización y un razonamiento globalizado.

- Método analógico. El pensamiento va de lo particular a lo particular. Se emplea cuando los elementos del tema en discusión permiten establecer comparaciones entre sí, con lo que se logra una solución por semejanza. Es ideal para discentes de corta edad.

b. Métodos según la coordinación de la materia .

- Método lógico. Es aquel que presenta el tema en orden de antecedentes y consecuente; o de los hechos menores a los más complejos. Se emplea en secundaria, universidades y en los libros de texto.

- Método psicológico. Este corresponde más a los intereses y experiencias del alumno; yendo de lo conocido hacia lo desconocido por él; de lo concreto a lo abstracto; de lo próximo a lo remoto. Tiende más a la intuición que a la memorización, y a la forma y el orden de presentar los contenidos al alumno.

 Métodos según la concretización de la enseñanza (relación con la realidad) .

- Método simbólico o verbalístico. Es muy utilizado por los docentes, aun cuando ignora los intereses del alumno. Los contenidos se presentan tan solo en forma verbal y escrita, por lo que dificulta su motivación.

- Método intuitivo. Ayuda a aprovechar la actividad y experiencia del alumno, que es su realidad inmediata. Los casos tratados están a la vista; existe contacto directo con los elementos de estudio (materiales didácticos, giras, visitas, medios audiovisuales, etc.).

Métodos según las actividades de los alumnos .

  Método Pasivo. Acentúa la actividad del profesor.

- Método Activo. Toma en cuenta la participación del alumno.

 Métodos según la relación entre el profesor y el alumno .

- Método individual. Para la educación de un alumno atrasado en sus clases por "X" causa.

- Método Individualizado. Permite que cada alumno estudie según sus posibilidades.

- Método Reciproco. Ayuda al docente a que sus alumnos enseñen a sus condiscípulos.

- Método Colectivo. Un profesor atiende varios alumnos. Es económico y democrático.

Según la sistematización de la materia.

- Método de sistematización rígido. No permite flexibilidad ni espontaneidad en la clase.

- Método de sistematización semirrígido. Permite cierta flexibilidad para una mejor adaptación a las condiciones reales de la clase y del medio social al que la escuela sirve.

- Método de sistematización ocasional. Aprovecha la motivación existente en la clase, los acontecimientos importantes del medio, las sugerencias de los alumnos y las ocurrencias del momento.


 Según la globalización de los conocimientos.

- Método de Globalización. La clase se inicia alrededor de un punto de interés, y prosigue con las necesidades naturales que surgen en el transcurso de las actividades.

- Método no globalizado. La asignatura es tratada de modo aislado, sin articulación entre sí, pasando a ser un verdadero curso.


- Método de Concentración. Es intermedia entre los 2 métodos anteriores. Una asignatura es la materia principal y las demás son auxiliares; o bien durante un periodo se estudia una sola asignatura.

Cuando se aborda el tema de los métodos de enseñanza automáticamente surge el tema de las técnicas de enseñanza; pues ambas, métodos y técnicas de enseñanza, son inseparables al momento de planificar y desarrollar el proceso educativo. Las técnicas de enseñanza proporcionan al método empleado los respectivos procedimien tos o saberes prácticos (como hacerlo); las técnicas constituyen la manera práctica de conducir los contenidos en el aula para alcanzar con éxito los objetivos y metas descritos en los pla nes del docente.

                                                       El Acto Didactico en Clase

 Esta etapa del proceso de enseñanza-aprendizaje es interpreta- do por diferentes autores, según sea el elemento central del mismo. Pero en general, el Acto didáctico lo conforman el alumnado y su aprendizaje, el profesorado y su enseñanza, las materias y su estructura, y el contexto de realización del currículo (2). Entre estos componen tes se da una serie de relaciones que al final conceptualizan el acto, el cual y se concretiza en la clase.


El Acto didáctico es un saber práctico, que se entiende como "un conjunto de actividades di rigidas a favorecer la comprensión de los conceptos, su clasificación y relación, la reflexión,el ejercicio de formas de razonamiento y la transferencia de conocimientos .
 A nivel de aula, el docente desarrolla el Acto didáctico en 4 etapas o momentos secuenciales: la elaboración, enunciación, concretización y abstracción. En la primera etapa el docente de be lograr la formación intelectual de la naturaleza del concepto que haya sido propuesto como tema de estudio y, en la segunda etapa, se debe enunciar o simbolizar lo que el alumno ha com - prendido respecto a la nomenclatura o simbología correcta del concepto; ya en la tercera etapa, el alumno aplica. El concepto a situaciones conocidas y ejemplos claros ligados a su experiencia, o bien, el alumno aplica la relación comprendida con su nomenclatura y simbo - logía correcta; y en la última etapa, el alumno aplica los conocimientos adquiridos a cualquier situación u objeto inde pendientemente de su experiencia.
                                                                 La Evaluación                                                         
 Años atrás, la evaluación se realizaba únicamente para medir el rendimiento de los discentes, pero es to se ha extendido a otros ámbitos educativos como las actitudes, destrezas, programas educativos, materiales curriculares didácticos, la práctica docente, los centros escolares, el sistema educativo en su conjunto y la propia evaluación.  Por ello, la evaluación es considerada toda una cultura, pues, además de predominar en el ámbito escolar, se ha extendido al resto de actividades sociales. No obstante lo anterior, en el presente inciso se tratara la evaluación que realiza el docente sobre los aprendizajes de los alumnos.
- Conceptualización. La evaluación incluida en los planes del docente se define como "el pro- ceso sistemático continuo e integral destinado a determinar hasta qué punto fueron logra -dos los objetivos educacionales planificados"; o se conceptualiza como "el juicio del maestro respecto a la actuación del alumno". Bloom Medaus, la define como " la reunión siste- temática de evidencias a fin de determinar si en realidad se producen ciertos cambios en los alumnos y establecer también el grado de cambio de cada estudiante".
La evaluación es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje, la cual decide qué, cómo, por qué y cuándo enseñar, y así mismo valora los resultados obtenidos en el proceso educativo; es decir, evalua el nivel alcanzado de los objetivos planificados con respecto al alumno, o expresa la relación entre el proceso y su resultado o lo alcanzado; indica el acercamiento al objetivo; muestra el grado de satisfacción de la necesidad.


 Objetivos y funciones de la evaluación.
Objetivos. El para que de la evaluación se puede responder desde dos puntos de vista:
* Psicométrico: con la evaluación se persigue mejorar el aprendizaje y la enseñanza, medir las capacidades de los alumnos y compararlas entre sí.
* Pedagógico: la evaluación ayuda a medir la eficacia y eficiencia de lo planificado; a medir conocimientos previos; y para determinar promociones, entre otros.
Funciones. La evaluación ejerce sus funciones sobre los aspectos sociales, psicológicos y pedagógicos de los individuos e instituciones. He aquí sus descripciones (13):
* Función social. Con esta función, la evaluación selecciona, jerarquiza y ordena todos los individuos de una sociedad; brinda un poder de control, pues regula la conducta y ejerce autoridad.
* Función Psicológica. La evaluación tiene proyección psicológica, dado que motiva y modela el autoconcepto.
* Función Pedagógica. La evaluación se emplea para diagnósticos; constituye un recurso para la individualización, detecta cualidades para guiar y orientar, y puede transformarse en base de pronósticos.
- El proceso evaluativo. Algunos formatos de planificación docente contemplan una columna para la evaluación, en donde se especifica el o los tipos de evaluación a emplear, asi como los aspectos a evaluar con sus respectivos valores o porcentajes. Por lo general, los modelos de evaluacion empleados sobre los rendimientos de aprendizaje de los discentes son la explo rativa, la formativa y la sumativa, siendo esta última la más utilizada en los países en vías de desarrollo, como los de Centroamérica (Honduras).
Este proceso se ejecuta con el auxilio de ciertos instrumentos, que pueden emplearse desde el inicio del desarrollo de los contenidos, mediante pruebasexplorativas, hasta el final de los mismos, con pruebas de recuperación. Algunos instrumentos evaluadores son: las tareas de investigación y aula, las exposiciones orales/audiovisuales, las pruebas explorativas y formati vas, las prácticas de campo y laboratorio, las giras educativas, etc. Además, el docente puede tomar en cuenta, para sus controles evaluativos, aspectos de conducta, habilidades y participación en clase del educando.
- Modelos de evaluación. La Docimologia es la rama de la Pedagogía encargada del estudio de la evaluación escolar. Al respecto, existen diferentes tipos de evaluaciones, los que han sido agrupados atendiendo a los criterios siguientes: el propósito de la evaluación, los impulsores o ejecutores de la misma, a cada situación concreta, los recursos disponibles, los destinatarios del informe evaluador y otros. He aquí algunos grupos de modelos:
a. Modelos de evaluación según su finalidad y función.
- Función formativa. Se identifica más con la evaluación continua, de procesos y de produc tos educativos, pero de preferencia como estrategia de mejoras y ajustes sobre la marcha del proceso educativo.
- Función sumativa. Es más útil en la evaluación de productos o procesos terminados.
b. Modelos según su extensión.
Evaluación global. Es un tipo de evaluación más amplia, pues abarca todos las dimensiones del alumno, del centro educativo, del programa, etc. a los que considera desde un plano holístico o de sus múltiples interacciones: cualquier cambio en una de las dimensiones tendrá consecuencias en el resto.
- Evaluación parcial. Se aplica para valorar determinadas dimensiones de un centro, de un programa educativo, del rendimiento de un alumno, etc.
c. Según los agentes evaluadores.
- Evaluación interna. La promueven los propios integrantes de un centro, un programa educativo, etc.; y puede realizarse como:
* Autoevaluación: los evaluadores evalúan su propio trabajo (un alumno evalua su rendimiento, un centro o programa su propio funcionamiento, etc.).
* Heteroevaluación. Unos grupos evalúan a otros grupos dentro del centro educativo (el Consejo Escolar evalua al Claustro de profesores, un profesor a sus alumnos, etc.)
* Coevaluación. Las evaluaciones entre grupos son reciprocas dentro de la institución (alumnos y profesores mutuamente, unos y otros equipos docentes, el equipo directivo al Consejo Escolar y viceversa). Evaluadores y evaluados intercambian su papel alternativamente.
- Evaluación externa. Llamada también evaluación de expertos. Consiste en evaluar el funcionamiento de un centro escolar o de un programa por parte de agentes externos a estos.
d. Según el momento de aplicación.
- Evaluación inicial. Se aplica al comienzo de un curso académico, de la implementación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución escolar, etc. Consiste, simplemente, en la recogida de datos en toda situación de partida.
- Evaluación procesual. Se realiza para valorar el funcionamiento de un centro,de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, de la eficacia de un profesor, etc., a lo largo del tiempo fijado para el logro de las metas u objetivos.
- Evaluación final. Se refiere a la reco lección y valoración de ciertos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un aprendizaje,
un programa, un trabajo, un curso escolar, etc. o para la consecución de unos objetivos.
 e. Según el criterio de comparación. A- quí se compara el objeto de evaluación con un patrón o criterio, sombre – saliendo entonces dos situaciones:
-Autorreferencia. En caso de que la referencia sea el propio sujeto.
-Heterorreferencia. En el caso de que las referencias no sean el propio sujeto, centro, programa, etc.

                                   DOCENCIA UNIVERSITARIA Y COMPETENCIAS DIDÁCTICAS
Hoy en día la educación superior debe enfrentar retos particularmente difíciles como el de formar profesionales capaces de generar y conducir los cambios de la sociedad, además de incidir de manera cada vez más decidida, permanente y eficaz en sus ámbitos. Todo ello trae consigo un amplio debate sobre el futuro de la educación superior y genera propuestas que marcan una visión distinta. En sentido amplio:

La misión de la educación para la era planetaria es fortalecer las condiciones de posibilidad de la emergencia de una sociedad–mundo compuesta por los ciudadanos protagonistas, consciente y críticamente comprometidos en la construcción de una civilización planetaria (Morin, 2003:122).

Entre los temas abordados dentro de los debates destaca el de los sistemas educativos y la necesidad de revisarlos y transformarlos para enfrentar demandas de una nueva naturaleza, asociadas al mundo globalizado en el que se encuentran insertas las sociedades.

En la sociedad del conocimiento la importancia del capital centrado en el individuo radica en que es fuente de creación de ventajas que proceden de la información, la formación, la pericia, la capacidad creativa, la habilidad para identificar y resolver problemas y liderar y gestionar convenientemente organizaciones productoras de satisfactores sociales. La institución educativa parece constituirse en el espacio privilegiado de creación del capital intelectual de la sociedad.

Se concibe a las instituciones de educación superior como entidades asociadas al progreso y a la transmisión del saber; sin embargo, en las últimas décadas cada vez es más frecuente la desarticulación entre las necesidades del mercado de trabajo y la formación que ofrecen las instituciones, lo cual se traduce en largas filas de desempleados o bien en que el tiempo que transcurre entre el egreso y la inserción de los sujetos en las fuentes de trabajo es cada vez más prolongado.


Todo esto hace necesaria una revisión profunda de los sistemas educativos para buscar alternativas que respondan a las demandas del mundo globalizado en que estamos viviendo.

A pesar de las contradicciones y problemas que enfrenta, en las diferentes sociedades la educación se considera como una opción viable para generar desarrollo sostenible.

A nivel internacional y nacional existe una profunda preocupación por mejorar la calidad de las instituciones que imparten este servicio mediante esfuerzos conjuntos y comprometidos. Como medidas apremiantes se pretende revisar y reordenar misiones y optar por rediseños innovadores que propongan nuevas formas de educación, enseñanza, aprendizaje e investigación en el nivel superior.


Desde la década de los noventa organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Centro Regional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (CRESALC), sugirieron la adopción de un nuevo rol del docente de educación superior, acorde con las demandas de una nueva sociedad globalizada y capaz de apoyar el desarrollo integral del estudiante; esto implica el compromiso de las instituciones de educación superior (IES) de asumir una nueva visión y un nuevo paradigma para la formación de los estudiantes, basados en el aprendizaje a lo largo de toda la vida, la orientación prioritaria hacia el aprendizaje autodirigido (aprender a aprender, aprender a emprender y aprender a ser) y el diseño de nuevas modalidades educativas en las cuales el alumno sea.

                                                          Competencias del docente

Los principales debates en torno a la formación y a los roles de los docentes están estrechamente vinculados con los cambios culturales, políticos, sociales y están afectando a todas las sociedades. Para dar respuesta a dichos cambios, el profesor debe diversificar sus roles en función de las necesidades de aprendizaje y de los ambientes en los que se propiciará; del uso de las tecnologías de la información, de los contextos culturales y de las comunidades escolares.

Para el cumplimiento de este cometido se le demanda al docente el dominio de idiomas, el manejo de la informática (saber), el desarrollo de competencias interactivas, comunicacionales o socio–relacionales (saber ser) y el manejo de las relaciones humanas (que incluye la necesidad del manejo de personal, la coordinación de grupos y el trabajo en equipo), así como una serie de requerimientos denominados operativos (saber hacer), vinculados a la aplicación de los conocimientos a situaciones concretas. 

Finalmente, la flexibilidad, la polivalencia y la versatilidad son cualificaciones que todo docente debe poseer.  La competencia profesional del docente, entendida más como una competencia intelectual, trasciende el sentido puramente técnico del recurso didáctico. Las competencias docentes se caracterizan por ser complejas: combinan habilidades, principios y conciencia del sentido y de las consecuencias de las prácticas pedagógicas; así como una reflexión y análisis sobre los contextos que las condicionan y que van más allá del aula. La competencia profesional "...se refiere no sólo al capital de conocimientos disponibles, sino a los recursos intelectuales de que dispone con objeto de hacer posible la ampliación y desarrollo de ese conocimiento profesional, su flexibilidad y profundidad" (Contreras, 1999:58).

La docencia universitaria aparece así ligada a un conjunto de competencias didácticas en cuya génesis juegan un importante papel el conocimiento teórico–práctico y la actividad reflexiva sobre la práctica. Perrenoud (2007) señala que el concepto de competencia representa la capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para saber hacer frente a un determinado tipo de situaciones. Las competencias no son en sí mismas conocimientos, habilidades o actitudes, aunque movilizan tales recursos; dicha movilización es única, es decir, situada en contextos específicos. El desarrollo de la competencia pasa "por operaciones mentales complejas, sostenidas por esquemas de pensamiento", (Perrenoud, 2007: 11) y finalmente las competencias profesionales se crean en el proceso de formación tanto como en los escenarios de trabajo.

En sentido amplio se concibe a la competencia como un constructo angular que sirve para referirse a un conjunto de conocimientos y habilidades que los sujetos requieren para desarrollar algún tipo de actividad. Cada actividad exige un número variado de competencias que pueden ser desglosadas en unidades más específicas de competencia en las que se especifican las tareas concretas que están incluidas en la competencia global. Se puede afirmar que la competencia está formada por diversas unidades de competencia.

Aubrun y Orifiamma (1990) clasifican las competencias en cuatro grandes grupos:

1. Competencias referidas a comportamientos profesionales y sociales. Se refieren al tipo de actuaciones ordinarias que los sujetos han de realizar en la empresa en la que trabajen, tanto en lo que se refiere a actuaciones técnicas o de producción como a las de gestión, a la toma de decisiones, el trabajo compartido, la asunción de responsabilidades, etc.
2. Competencias referidas a actitudes. Tienen que ver con la forma de afrontar la relación con las personas, las cosas y las situaciones que configuran el trabajo a desarrollar (la motivación personal, el compromiso, las formas de trato con los demás, la capacidad de adaptación, etc.).
3. Competencias referidas a capacidades creativas. Se refieren a la manera como los sujetos abordan el trabajo en su conjunto: si buscan soluciones nuevas, si asumen riesgos, si tratan de ser originales, etc.
4. Competencias de actitudes existenciales y éticas. Son aquéllas que se refieren a si se es capaz de ver las consecuencias de las propias acciones profesionales y de analizar críticamente el propio trabajo; si se proponen proyectos personales y se empeña la fuerza necesaria para hacerlos realidad; si se posee un conjunto de valores humanísticos y de compromiso social y ético.

Existe un gran riesgo de confundir las actitudes de corte ético con otras actitudes y valores ligados a procedimientos; los principios éticos no son meras normas lógicas o técnicas metodológicas; por otro lado, tampoco se pueden confundir los procedimientos con meras habilidades motrices, desvinculadas de conceptos y principios. La única posibilidad de enfrentar estos riesgos es la de profundizar en las relaciones de los contenidos educativos con el conocimiento y con los valores.

En general se puede afirmar que los retos que se le presentan a la educación, así como también a los docentes y estudiantes, no sólo atañen al ámbito disciplinario y científico, sino también a una visión distinta de la realidad social y del conjunto de relaciones sociales en las que están insertos. En sentido amplio la educación es, por definición, para aprender a vivir con otros, y este saber es enseñado por aquellos que tienen el poder de regular socialmente la convivencia (Cullén, 1997).

Es importante enfatizar que la convivencia se construye cultural, histórica e ideológicamente en el interjuego de relaciones de poder. Enseñar a convivir es enseñar que las relaciones sociales deben basarse en la equidad y en la solidaridad. En este mundo globalizado los retos para los docentes, emanados de una realidad dinámica y contradictoria, se encaminan hacia el manejo de las incertidumbres y hacia la preparación para el riesgo, el azar, lo inesperado y lo imprevisto, dejando atrás una visión estática del mundo. Las certezas con las que se contaba en los distintos ámbitos disciplinarios, políticos y culturales se han modificado; la esperanza de que la ciencia proporcione certezas ha quedado atrás. Se espera, entonces, que el docente ayude a enfrentar racionalmente las incertidumbres.

Entender la educación como acción comunicativa implica que los participantes intervengan en un diálogo donde cada uno busca comprender al otro y consensuar planes de acción, lo que permitirá una producción social de conocimientos con reglas claras de juego y con compromiso real de los participantes. En este sentido de acción comunicativa, la atmósfera educativa es claramente ética. Zabalza (2003) señala las siguientes competencias didácticas del docente:

1. Competencia planificadora: una competencia fundamental de los docentes la constituye la capacidad de planificar el diseño del programa, la organización de los contenidos y la selección y organización de las estrategias de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación.

Los programas de los grupos de los académicos representan una interpretación por parte de los docentes de los programas oficiales–sintéticos, sobre todo cuando varios docentes imparten la misma materia. El programa del docente se construye a partir de los dos programas anteriores y, fundamentalmente, a partir de su experiencia profesional y de las condiciones particulares en las que trabaja. También es importante reconocer el proceso de negociación que realiza el docente a partir de su competencia profesional y las características e intereses de los alumnos. En este proceso de planificación se toman en cuenta las ideas pedagógicas de los docentes, los conocimientos disciplinarios y la experiencia didáctica (Zabalza, 2003).

Una de las tareas fundamentales de los docentes en las instituciones educativas es la de planificar su programa escolar, organizar los contenidos, seleccionar y organizar las estrategias de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación. Los grandes desafíos que para la práctica docente representa este modelo, desde la perspectiva de Perrenoud (2007), son cuatro: el primero atañe a la necesidad de considerar que los saberes siempre se anclan en la acción, por lo que no es posible concebir una relación pragmática con el saber como una relación menor; el segundo implica aceptar como característica inherente a la lógica de la acción el desorden, lo incompleto, la aproximación de los saberes movilizados; el tercero, trabajar los vínculos entre los saberes y las situaciones concretas; y finalmente en el cuarto se reconoce la necesidad de tener una práctica personal de la utilización de los saberes en la acción.

2. Competencia didáctica del tratamiento de los contenidos. En esta categoría se pueden ubicar tres unidades de competencia: seleccionar, secuenciar y estructurar didácticamente los contenidos disciplinarios. Los contenidos se seleccionan a partir de los indicadores de vigencia, suficiencia/cobertura y relevancia. En cuanto al indicador de vigencia se partiría de la siguiente pregunta: ¿los programas reflejan apropiadamente los avances y los enfoques actuales/vigentes de la disciplina? Con relación al indicador de suficiencia/cobertura se plantean los siguientes cuestionamientos: ¿los programas reflejan una visión amplia y plural de la disciplina?, y tomando en cuenta el perfil profesional propuesto, ¿qué aspectos de la formación profesional son los que se enfatizan en los programas elaborados?

En el indicador de congruencia se especifica si se encuentran algunos problemas de omisiones, repeticiones o sesgos en las unidades temáticas del programa.

En el indicador de relevancia se considera si los contenidos elegidos son relevantes para la formación profesional (Barrón, 2003).

La secuenciación de los contenidos se refiere al orden en el cual éstos se organizan, con la finalidad de propiciar aprendizajes significativos. Coll, Pozo, Sarabia y Valls (1992) reconocen, desde un punto de vista constructivista, tres tipos de contenidos: hechos y conceptos, procedimientos y actitudes. Dichos autores enfatizan el carácter diferenciado de la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de cada tipo de contenido.

La estructuración didáctica o presentación de los contenidos tiene que ver con la forma de comunicarlos, de explicarlos, de relacionarlos con la realidad y de cuestionarlos, así como con la manera como se entrelazan las diversas indagaciones y observaciones y se articulan entre sí hacia un fin determinado. De acuerdo con Merieu (2002), para la construcción del camino didáctico es necesario:

• Abrir caminos a través de la exploración; se requiere considerar no sólo el punto de llegada, sino también el punto de partida.
• Dejar de privilegiar la dualidad objetivo–evaluación y añadir objetivo–alumno, contenido–alumno, contenido–método, y método–evaluación.
• Establecer una relación pedagógica que incite al alumno al aprendizaje, que le despierte su deseo de saber.
• Considerar la brecha que se tendrá que abrir, no sólo en términos de objetivos sino de contenidos y condiciones para lograrla. Es decir, no sólo establecer lo que el alumno debe saber, sino lo que tiene que organizar y hacer, tanto cognitiva como afectivamente, para lograrlo.
• Considerar las estrategias de enseñanza para provocar el aprendizaje.
• Crear situaciones movilizadoras, es decir, de revisión y aplicación de conocimientos.
• Transformar los conceptos en acciones a realizar.
• Trazar un camino didáctico inventariando las nociones y conocimientos previos necesarios para lograrlo, los procedimientos a seguir y los recursos que se utilizarán.

3. Competencia comunicativa. Esta competencia es inherente a rol del docente; en ella se enfatiza la capacidad para transmitir con pasión un mensaje a los alumnos e interesarlos por el conocimiento en general y por los asuntos concretos que desarrolla su disciplina.

Como parte de la competencia comunicativa el docente requiere manejar las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (Internet, correo electrónico, multimedia, videoconferencia), lo que implica un cambio de roles: se requiere de un docente que elabore guías de aprendizaje y que mantenga contacto permanente con los educandos a través de la red, de manera que su práctica se centrará más en ayudar y orientar al alumno para la selección y organización de la información, la adquisición de habilidades y el intercambio de información y de experiencias con sus pares nacionales y extranjeros. Quizás el gran reto sea vivir en la incertidumbre en cuanto al manejo mismo de la información.

4. Competencia metodológica. Comprende todas aquellas acciones orientadas a gestionar la tarea docente, e implica la organización de los espacios de aprendizaje que posibiliten ambientes de aprendizaje en los que los alumnos desarrollen éste de manera autónoma y significativa en escenarios reales de trabajo. El problema del método en el aula implica crear condiciones para despertar u orientar la curiosidad intelectual, establecer conexiones entre las diversas experiencias, formar hábitos, actitudes e intereses subyacentes y permanentes hacia el aprendizaje; interrelacionar la curiosidad orgánica de exploración física (tocar, manipular, palpar) y la interrogación lingüística (por qué, para qué, cómo).

No existe una capacidad única y uniforme de pensamiento, sino una multitud de modos diferentes en los que las cosas específicas observadas, recordadas, oídas o acerca de las cuales se ha leído evocan sugerencias o ideas pertenecientes a un problema o cuestión y que hacen avanzar la mente hacia una conclusión justificable. La formación consiste en este desarrollo de la curiosidad, la sugerencia y los hábitos de exploración y comprobación que aumenta la sensibilidad a los interrogantes y el amor a la investigación de lo desconcertante y desconocido, mejora la idoneidad de las sugerencias que se presentan a la mente, controla su sucesión en orden evolutivo y acumulativo, realiza el sentido de la fuerza, la capacidad de prueba de todo hecho observado y toda sugerencia recogida. El pensar no constituye un pensamiento mental aislado; por el contrario, es una cuestión relativa al modo en que se emplea la inmensa cantidad de objetos observados y sugeridos, el modo en que coinciden y en el que se les hace coincidir, el modo en que se los manipula. En consecuencia, ninguna asignatura, ningún tema, ninguna pregunta es intelectual por sí misma, sino por el papel que se le hace desempeñar en la dirección del pensamiento en la vida de toda persona (Dewey, 1989:64).

Todo lo que el docente realiza, así como el modo en que lo hace, incita al alumno a responder de una u otra forma, y cada respuesta tiende a dirigir la actitud del estudiante en uno u otro sentido. Esto plantea la necesidad de diversificar las modalidades de trabajo en el aula a través de talleres, seminarios, laboratorios y aún más, a través de la posibilidad de promover la capacidad en el alumno de transferir el conocimiento del mundo del saber al mundo cotidiano, la ciencia al mundo del trabajo profesional, y de establecer una relación compleja entre el saber y el trabajo en la esfera del conocimiento de alto nivel y en el de las tareas cognoscitivas complejas. Para el logro de este fin se proponen los internados y otras fases prácticas en los programas escolares, así como la participación de los profesionales en la enseñanza y en otras actividades académicas.

5. Competencia comunicativa y relacional. Se concibe como una competencia transversal debido a que las relaciones interpersonales constituyen un componente básico de las diversas competencias. La interacción docente–alumno es fundamental en cualquier modalidad educativa, y dependiendo del rol que asuma el docente se generará un clima propicio o no para la participación, discusión y análisis en el aula.

6. Competencia tutorial. Una de las principales dificultades que surgen al intentar precisar el concepto de tutoría se relaciona con la diversidad de significados en juego, ligados a un campo conceptual amplio y denso que remite a figuras distintas de la tutoría y por lo mismo de sus funciones y prácticas (Sánchez Puentes, 2000).

La tutoría también es concebida como una forma de atención educativa donde el profesor apoya a un estudiante o a un grupo de estudiantes de una manera sistemática, por medio de la estructuración de objetivos, programas por áreas y técnicas de enseñanza apropiadas a la integración de grupos conforme a ciertos criterios y mecanismos de monitoreo y control, entre otros (Alcántara, 1990). En la tutoría se propicia una relación pedagógica diferente a la que establece la docencia ante grupos numerosos; en este caso el profesor asume el papel de consejero o de "compañero mayor"; el ejercicio de su autoridad se suaviza hasta casi desaparecer; el ambiente es mucho más relajado y amigable (Latapí, 1990).

La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES, 2000), en su propuesta institucional de tutorías la define como un proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes que se concreta mediante la atención personalizada a un grupo reducido de alumnos por parte de académicos competentes y formados para esta función. Es distinta y a la vez complementaria a la docencia frente a grupo, pero no la sustituye.

En el discurso actual sobre tutorías se ha generado un debate acerca del sentido del acompañamiento que ésta implica:

...la noción de acompañamiento parece haber emergido de las dificultades encontradas por los actores del campo educativo para responder a dos tipos de exigencia: la preocupación de un alumnado desorientado, considerado, no obstante, como ser autónomo o capaz de llegar a serlo, y la exhortación de resultados, de excelencia y de eficacia siempre más altos, provenientes de los responsables de la institución (Ghouali, 2007:208).

Desde esta posición acompañar se define como un proceso que dinamiza tres lógicas: relacional, espacial y temporal. La relacional es concebida como una conexión, como "unirse a alguien"; la espacial se refiere a un desplazamiento, a "ir a donde él va"; y la temporal tiene que ver con estar con el otro al mismo tiempo (Ghouali, 2007).

Para Ardoino (2000) sólo se puede acompañar a alguien si esta persona sabe a dónde va. El acompañante puede existir como persona, pero reconoce que el acompañado es el sujeto de la acción. En este proceso se genera una relación de intersubjetividad "en donde los sujetos se comunican en dos posiciones diferentes, donde el acompañante se pone en juego y acepta que el acompañado esté con él en una relación de alteración mutua. Donde el otro cambia al mismo tiempo que intenta cambiarlo. A través de esta idea, la dimensión ética del acompañado es subyacente" (Ardoino, 2000: 7–8).

La tutoría puede estar ligada al apoyo que el docente proporciona al alumno en su trayectoria escolar para la toma de decisiones acertadas, recomendándole bibliografía o sólo intercambiando opiniones sobre la vida académica de la institución; también puede ubicarse en relación con la formación de investigadores en un campo científico en particular. Cuando se habla de la tutoría para enseñar a investigar se refiere a funciones distintas que requieren de otro perfil del tutor y que se desarrolla con condiciones institucionales particulares apropiadas al logro de este propósito. Lo que aquí hace la diferencia no es propiamente la naturaleza de la investigación, sino el uso que se le da a la misma, y en particular, las condiciones institucionales que la acompañan. En ambas prácticas se requiere del compromiso de ambos actores, el estudiante y el tutor, insertos en un espacio académico en donde se establecen lazos particulares a través de las relaciones diarias, los vínculos, la delimitación de identidades, expectativas, ritos, mitos y creencias, etc. La vida académica se expresa a través de lo micro, de los detalles triviales, de la comunicación diaria. Esta última tiene como ámbito lo intelectual, pero también lo afectivo.

En el ámbito de la investigación la figura del tutor alude a la del investigador que se responsabiliza académicamente del estudiante de manera inmediata, directa y permanente; establecen una relación de trabajo y crean un proyecto de formación específico para el estudiante (Sánchez, 2000). Es en este espacio mediado por múltiples situaciones en donde se pone en juego la formación del futuro investigador. ".. la formación es un proceso de transmisión y asimilación de saberes relacionados con una disciplina, de las habilidades particulares de ésta y de una concepción sobre la vida. Ésta es posible si la persona tiene compromiso con su formación, si está dispuesta a cultivar constantemente su disciplina" (Piña, 2000:89).

Lo más relevante en este proceso es el hecho de que el tutor transmite fundamentalmente un oficio, el de investigador. Sánchez Puentes (2000) señala que el investigador tutor transmite tres tipos de saberes: los teóricos, los prácticos y los significativos.

a) Los saberes teóricos se refieren a las teorías y conocimientos reconocidos socialmente, paradigmas, supuestos teóricos y marcos conceptuales.
b) Los saberes prácticos conforman el conjunto de estrategias, habilidades y destrezas propias del oficio del investigador. A través de este tipo de saberes se enseña y se aprende a problema–tizar, a fundamentar la teoría, a concebir la teoría como una herramienta de análisis, a organizar, analizar e interpretar la información. Cada uno de estos quehaceres de la investigación está integrado por numerosas y diferentes operaciones que requieren conocimientos teóricos, habilidades y estrategias.
c) Los saberes significativos. El tutor también enseña a cuestionar acerca de los fines últimos de la investigación, los por qué de carácter ético–político del saber científico, así como los para quiénes de la producción científica. Se refiere a los significados y objetivos últimos del conocimiento que se genera.

Estos tres tipos de saberes insertos en las tradiciones disciplinarias, en procesos de socialización y circulación y en las posibilidades institucionales reales permean la formación de las nuevas generaciones de profesionales. Una generación es más que un grupo humano coincidente en un espacio y en un tiempo históricos; es, antes que nada, heredera y por lo tanto receptora de múltiples influencias, pero a su vez estas condiciones de recepción le abren la posibilidad de consolidar, en los ámbitos institucionales, la producción, y en ella no sólo están insertas las visiones que se plantearon en su formación, sino que cobran expresión en las orientaciones que guían al intelectual dentro de las premisas de los que se convertirán en los líderes de las nuevas generaciones.

La utilización de modelos centrados en el alumno y la orientación hacia el aprendizaje por la vía de la tutoría académica requiere de la capacitación y la colaboración por parte de los distintos actores universitarios. En la práctica los docentes articulan diversos saberes procedentes de su formación profesional, disciplinaria, curricular, experiencial o práctica, construidos a lo largo de su vida y de su trayectoria profesional; en este sentido Tardif (2004) señala la importancia de reconocer el entramado de relaciones desde las cuales construyen las prácticas los docentes: los saberes, el tiempo y el trabajo.

 En gran medida lo que saben los docentes sobre la enseñanza proviene de su experiencia como alumnos y a partir de ésta construyen y reconstruyen sus prácticas en el aula a través de un permanente movimiento de continuidad y ruptura con las teorías y perspectivas teóricas desde las cuales cobra sentido. Ello implica el reconocimiento de que los saberes que fundamentan la enseñanza son existenciales, sociales y pragmáticos. Son existenciales porque involucran a los seres humanos en su totalidad, con sus anhelos, sus deseos, sus emociones, sus relaciones con los otros y consigo mismos; sociales, provenientes de distintos núcleos y tiempos de formación escolar y de la vida cotidiana; y por último son pragmáticos porque aluden a las experiencias y prácticas en el marco de las instituciones escolares y de las prácticas profesionales del docente.

Los saberes profesionales del docente pueden ser agrupados en: temporales, plurales y heterogéneos, personalizados y situados, y llevan consigo las señales de su objeto, que es el ser humano (Tardif, 2004). Son temporales en tres sentidos: porque provienen de su historia de vida personal y escolar, de ritos iniciáticos y de rutinas que le dan seguridad en el aula, y de las prácticas escolares institucionalizadas (Zeichner y Gore, 1990; Carter y Doyle, 1996). Son plurales y heterogéneos en función de las diversas situaciones a las que se enfrentan cotidianamente (Doyle, 1986). Personalizados y situados en la medida en que se trata de saberes apropiados, incorporados, subjetivados; saberes que no es posible disociar de la persona, de su experiencia y de su situación de trabajo.

Con base en todo lo anterior se puede afirmar que para transformar la educación se requiere que el docente realice una revisión a fondo de las relaciones con el conocimiento, a partir de la reflexión y del análisis del reconocimiento de algunos resabios en su práctica. La utilización de modelos centrados en el alumno y la orientación hacia el aprendizaje por la vía de la tutoría académica requiere de una formación específica y de la colaboración por parte de los distintos actores universitarios.

Los retos que se presentan para la formación del docente no sólo atañen al ámbito disciplinario y científico, sino también a una visión distinta de la realidad social y del conjunto de relaciones sociales en las que se inserta el profesionista, entre los que se pueden destacar los siguientes: la incertidumbre, la ética de la comprensión, la pertinencia del conocimiento y la comprensión (Morin, 1999).

Con relación a la incertidumbre se puede señalar que las certezas que en un momento dado se trabajaban en distintos ámbitos (en lo económico, en lo político y en lo cultural), se han modificado; la realidad es dinámica, cambiante y contradictoria y hoy más que nunca la formación docente ha de encaminarse hacia el manejo de las incertidumbres, es decir, prepararse y preparar para el riesgo, el azar, lo inesperado y lo imprevisto, dejando atrás una visión estática del mundo.

La ética de la comprensión requiere de comprender la incomprensión, de argumentar y refutar. La comprensión no acusa ni excusa. Con ello se intentaría aprehender en conjunto el texto y el contexto, el ser y su entorno, lo local y lo global, lo multidimensional, en resumen, lo complejo, es decir, las condiciones del comportamiento humano (Morin, 1999:55).

La pertinencia del conocimiento implica reconocer el contexto en el que se genera y desarrollar los conocimientos, tener una visión holística de la realidad reconociendo la interrelación entre todos los elementos que la componen y sus múltiples dimensiones; es decir, tomar en cuenta todos estos aspectos, lo que implica reconocer la complejidad de los conocimientos que se pretenden manejar.

Formarse para la comprensión implica dos niveles: uno que atañe a la comprensión intelectual u objetiva y otro que atañe a la comprensión humana intersubjetiva (Morin, 1999:51). Ambos son necesarios para la convivencia en el mundo actual, en el que, paradójicamente, los procesos de globalización han traído consigo procesos de exclusión y con ello el resurgimiento de las xenofobias, los fundamentalismos y el racismo, aunado a las exigencias de competitividad a ultranza emanadas de las reglas del libre mercado.

Finalmente, se puede afirmar que los nuevos perfiles generados por las exigencias de un mundo globalizado requieren a su vez de una reorientación y de actualizar contenidos, metodologías y formas de trabajo en el aula. Como parte imprescindible de esta formación la UNESCO señala que la educación superior del futuro deberá integrar valores como la solidaridad, la mística del trabajo humano, la responsabilidad, los derechos humanos, el respeto a la paz y al entorno y la consolidación de la identidad cultural y social (Pallán, 1997).

Los cambios académico–administrativos deberán prestar más atención a la intención de los docentes. Fullan y Hargreaves (1999) señalan al respecto que es necesario:

• Dar voz a las intenciones del docente,
• escuchar activamente la voz del docente,
• crear oportunidades para que los tutores enfrenten las suposiciones y creencias que fundamentan sus prácticas y mostrar disposición a escucharles acerca del cambio,
• evitar crear una cultura de dependencia por sobreestimar la veracidad de las investigaciones publicadas y subestimar el conocimiento práctico de los docentes,
• evitar las modas en la forma de una implementación uniforme de nuevas estrategias sin cuestionarlas,
• facultar a los docentes y sus escuelas para recuperar una responsabilidad sustancial en la toma de decisiones importantes, crear una comunidad de docentes que discuta y desarrolle sus intenciones en conjunto.

Existen diversos factores que se deben de considerar en la formación de los docentes:

• los períodos en los cuales los docentes se educan e ingresan a la profesión,
• los sistemas de valores y las tendencias educativas dominantes que coinciden con esos períodos,
• la etapa de la vida y de la carrera en que se encuentra el docente,
• el efecto que tiene sobre su confianza en su propia capacidad educativa, su sentido de realismo y sus actitudes hacia el cambio,
• el género.

El contexto de la tutoría:

• Para los docentes–tutores el cambio no es simplemente rehacer un diagrama de flujo, es algo que debe ocurrir en el mundo complejo y atareado de su aula.
• Es necesario conocer el contexto donde el docente–tutor trabaja, cómo influye el ambiente en la tutoría; se requiere una comprensión ecológica de su actividad, el modo en que éste se desarrolla para adecuarse al medio, y en qué podemos y debemos cambiar ese medio si pretendemos modificar lo que en él ocurre.
• La tutoría no siempre es igual, no se puede estandarizar.
• Un aspecto importante de la tutoría es su realismo y practicidad. A la mayoría de los tutores les interesa la excelencia en el aula, la motivación de sus alumnos, hacer del aprendizaje un proceso activo y divertido. Pero también les interesa conservar su salud y controlar el estrés.
• Las características contextúales fijan límites muy definidos a lo que pueden hacer los tutores y a las posibilidades reales de innovación. Muchas de estas realidades, como el aislamiento en el aula, están firmemente institucionalizadas, tienen profundas raíces históricas. Algunas de estas realidades son: el tamaño del grupo, el tiempo y el currículo.

Las acciones emprendidas hasta la fecha reflejan una gran preocupación y movimiento al interior de la mayoría de las instituciones de educación superior, cada una de acuerdo a sus recursos, a la cultura organizacional que le identifica y a las intenciones de quienes las dirigen, que muestran cómo están tratando de incorporarse a esta nueva visión de hombre que se requiere formar en un mundo globalizado. Indudablemente los recursos humanos que se han movilizado para enfrentar el reto de la formación de tutores son muy variados; lo que se puede rescatar como un denominador común es el deseo de conocer a qué responde este nuevo rol, cuáles son las funciones que se tienen que desempeñar. Coraggio y Torres (1997) señalan que sin docentes de calidad no es posible una educación escolar de calidad. La verdadera reforma educativa, sobre todo en el ámbito curricular y pedagógico, que es el que finalmente importa, se juega en el terreno docente. El rol docente sólo puede modificarse en el marco de una profunda transformación del orden escolar y social. Cambiar el rol y el profesionalismo docente sólo puede hacerse como parte de un cambio sistémico que comprometa a la institución escolar  
                                            REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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                                                            Principios Didacticos

Los principios didácticos sirven de fundamento a la enseñanza en todos los niveles educativos y para todas las disciplinas de enseñanza, son consecuencia del reflejo de una teoría específica del conocimiento y de las particularidades propias del proceso docente-aprendizaje.
Sistematizando algunas consideraciones sobre la conceptualización de los principios didácticos, se formula como las condiciones indispensables para toda enseñanza y como las reglas que nos brinda una configuración de principios didácticos, centrados en lo perceptual con sus respectivas reglas didácticas.
Los procesos didácticos a decir de algunos pedagógos, refieren la necesidad de penetrar en la esencia de los fenómenos desde el pensar abstracto los mismos que se fundamentan en la siguiente propuesta:

  • Principio de la percepción sensorial.
  • Principio de la asimilación activa y consciente de los conocimientos.
  • Principio de la vinculación de la teoría con la práctica.
  • Principio de la unidad de lo concreto y lo abstracto.
  • Principio de la asequibilidad de la enseñanza.
  • Principio de graduación y sistematización de la enseñanza.
  • Principio del carácter científico.
  • Principio de la solidez en la asimilación de los conocimientos.
  • Principio del carácter colectivo de la enseñanza y control de las potencialidades individuales de los alumnos.
Estos principios constituyen expresión de las leyes que rigen en la enseñanza, poseen vigencia general, son esenciales y poseen cierto carácter obligatorio y sus relaciones se establecen en calidad de sistema; agrega que cumplen función gnoseológica y práctica y actúan como reguladores y normativas de la conducta heurística del maestro que tiene a su cargo la dirección de la enseñanza, siendo reguladores del funcionamiento óptimo de los componentes del proceso.
Además estos principios didácticos son expresión de la concreción de las leyes generales de la enseñanza en correspondencia con los fines de la educación en cada etapa histórica concreta. Como resultado de la sistematización del estudio de otros sistemas de principios apuntan que algunos principios didácticos fueron identificados desde la teoría del conocimiento científico, sin una relación coherente con las regularidades del proceso docente, perdiendo de esa manera valor práctico en la dirección del proceso.
Empero estos principios no interesan en cuanto a cantidad, ni la forma en que sean formulados, sino debe considerarse los criterios a tomar como la necesidad de que el sistema de principios debe atender a las leyes esenciales de la enseñanza, para alcanzar su suficiencia.

                            TAREA DE LA DIDÁCTICA EN LA DOCENCIA UNIVERSITARIA
 
Una Universidad moderna, adecuada y lider, con relación al perfil de profesionales que están ingresando para el mundo del trabajo. Las estructuras, funciones, objetivos, métodos y estrategias de trabajo usuales todavía en la universidad no responden convenientemente a las que se precisan en el ejercicio del trabajo.
Y dentro de este entorno, los profesores deben asumir como parte de su perfil, además de las competencias científico-metodológicas (perfil científico-técnico), las competencias que le exigen la tarea docente: planificar, ejecutar y evaluar (perfil didáctico). Asi, el profesor ha de ser un conocedor de la disciplina que desarrolla, un especialista en el campo del saber, permanentemente abierto al camino de la investigación y a la actualización del conocimiento. Pero ha de saber, también, qué es lo que sucede en el aula, cómo aprenden los alumnos, cómo se puede organizar para ello el espacio y el tiempo, qué estrategias de intervención pueden ser más oportunas en ese determinado contexto.
Siguen los cuestionamientos sobre el posicionamiento de la universidad actual incluso con relación al perfil de profesionales que están ingresando para el mundo del trabajo. Las estructuras, funciones, objetivos, métodos y estrategias de trabajo usuales todavía en la universidad no responden convenientemente a las que se precisan en el ejercicio del trabajo.
El profesor, pues, no es sólo un experto conocedor de una disciplina sino un especialista en el diseño, desarrollo, análisis y evaluación de su propia práctica, pues las actividades de carácter pedagógico son importantes para el desempeño adecuado de las tareas docentes, en investigaciones realizadas en el ámbito educativo ha sido reconocido por los profesores.
Objetivos.- El profesor deberá ser capaz de:

  • Conocer, comprender y analizar el proceso de cambio de paradigmas educativos
  • Conocer, comprender y relacionar los paradigmas y las teorías educativas contemporáneas
  • Conocer la clasificación de los paradigmas y las teorías educativas contemporáneas, de acuerdo con las imágenes temporales que asumen los modelos pedagógicos
  • Determinar las relaciones que existen entre paradigma y aprendizaje
  • Comprender y valorar el sentido (conocimiento) de los paradigmas, las organizaciones, los currícula, los profesionales y la educación
  • Determinar el proceso epistemológico para una propuesta metodológica en el campo didáctico de la enseñanza, de la investigación y el educativo.
Además de los objetivos, debe ser tomado en cuenta como resultado las Teorías de aprendizaje, por el continuo cambio social, y de realidad que se produce constantemente en nuestro entorno, asi como se produce constantemente el cambio del sistema educativo, que conlleva además el cambio en el pensamiento de los profesores, por ello se recurren a las teorías de aprendizaje. Las propuestas de reformas buscan cambios en el sistema educativo, y para que sea instalado se necesita el conocimiento del cómo deben hacer los profesores para incorporar nuevas tendencias en su formación y adecuarlos al paradigma educativo del país. Es por ese motivo que en forma simple se explicarán algunas de las teorías del aprendizaje.
Un modo de explicación de los componente personal y psicológico de los procesos de cambio, sobre los pensamientos del profesor, debe ser la subjetividad que conlleva una teoría Implícita por cuanto cada vez más se asume que el profesor es un constructivista que procesa información, toma decisiones, genera conocimiento práctico, posee creencias, rutinas, etc. Que influyen en su actividad personal.
Las teorías del aprendizaje en especial en la esfera universitaria, debe ser controlada en situaciones formales y no formales de aprendizaje, reconocer que los profesores son sujetos que aprenden, en lugar de meros implantadores u obstáculos para el cambio, aprenden nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje de los contenidos, así como las condiciones que facilitan el aprendizaje de los profesores.
Podemos afirmar que la forma de aprendizaje del profesor pueden ser de dos formas a decir: por una parte estarían los profesores orientados a la Incertidumbre, que es la orientación de algunas personas hacia situaciones con resultado incierto, así como la tendencia a tomar en consideración los puntos de vista de los otros. En situaciones de aprendizaje, estos sujetos prefieren situaciones cooperativas que le permitan elaborar diferentes puntos de vista e incluso integrarlos.
Por otra parte estarían los profesores orientados hacia la Certidumbre, son los profesores que buscan la claridad y la seguridad, intentando seguir la opinión de la mayoría. En las situaciones de aprendizaje prefieren situaciones individuales o competitivas, en las que pueden conservar sus propias ideas.
El aprendizaje autónomo incluye, todas aquellas actividades de formación en la cual la persona (individualmente o en grupo) toma la iniciativa, con o sin la ayuda de otros, para planificar, desarrollar y evaluar sus propias actividades de aprendizaje. Tiene relación con los estilos de aprendizaje, en la medida que el aprendizaje autónomo se produce en mayor medida en aquellas personas adultas con un estilo de aprendizaje independiente, con capacidad para tomar decisiones, y capacidad para articular normas y límites de la actividad de aprendizaje, así como una capacidad de autodirección y de aprender de la propia experiencia. Sin embargo, es importante significar que el aprendizaje autónomo no es un proceso aislado, sino que a menudo demanda colaboración y apoyo entre los que aprenden, profesores, recursos, personas y compañeros.

En la actualidad, y de acuerdo al paradigma de organización que corresponden a las universidades, éstos necesitan de profesores cuyas funciones sean dinámicas e ir adecuándose a los cambios del sistema: objetivos, estructuras, medios y otros. El profesor universitario cumple un rol, el que tradicionalmente le ha sido asignado, pero hoy en día la sociedad demanda una nueva serie de nuevos papeles que configurarán el nuevo rol del profesor. El profesor deja de ser la única y primordial fuente de información para convertirse en:

- especialista en diagnóstico y prescripción del aprendizaje,
- especialista en recursos de aprendizaje,
- facilitador del aprendizaje en la comunidad,
- especialista en la convergencia interdisciplinaria y de saber,
- promotor de relaciones humanas, y consejero profesional inclusive.
Las funciones del profesor universitario son varias, los ámbitos básicos de su dedicación son: la docencia, la investigación y la gestión.
  
                                          EL DOCENTE Y LA DIDÁCTICA

El profesor mediante la didáctica intenta enseñar a los discentes, en el sentido que tiene que ponerse en el papel del profesor que intenta aprender, cuya función es enseñar un conjunto de conocimientos (materia o asignatura) que están previstos o que tiene que prever y plasmar él mismo, en un programa de estudios y que es parte de un plan educativo (plan de estudios) para formar al discente universitario.

En este sentido, mediante la Didáctica se tiene que pensar primero el grupo de receptores que lo integran plasmando los conocimiento y adecuándolos a este medio, evocando lo aprendido cuando fueron estudiantes, sobre todo de algún buen profesor que recuerden o, al contrario evitando repetir la forma en que algún otro profesor les enseñó algo en algún momento de su vida.

Generalmente el docente puede recurrir a la practica valorativa de su ejercicio profesional, y asi permitirse el construir aprendizajes sobre la docencia así como enfrentar problemas diversos durante su labor docente y que ésta, su experiencia; es el elemento más valioso para tomarlo como punto de partida para los análisis que promueva; para los ejemplos que ofrezca; para las participaciones e intercambio de experiencias que propicie y como base de las aportaciones que haga.

Para la Didáctica, desde el inicio, es importante conocer la situación en síntesis (en cuanto a información, habilidades y actitudes) y adecuarlo a las necesidades propias de la materia de estudio y de cada uno de los participantes del mismo; es lo que se llama diagnóstico, o evaluación diagnóstica de los participantes. Es importante este diagnóstico porque, todos en el fondo tienen diferentes experiencias, diferentes necesidades y diferentes propósitos para la enseñanza impartida. Esto le permite adecuar a la heterogeneidad del grupo la enseñanza. Esta acción, el dignóstico, lo puede realizar por diferentes formas, la oral o la escrita.

Si elige la forma escrita, ésta puede ser por medio de solicitar al grupo que conteste un cuestionario que previamente elaboró con las preguntas adecuadas. Las preguntas pueden ser sobre los aspectos que serán objeto de enseñanza del curso correspondiente, en este caso de Didáctica. Este cuestionario posteriormente podrá servirle como instrumento de valoración del curso que imparte y a los participantes les puede servir para comparar los conceptos y conocimientos con los que llegó al curso y los que ha adquirido al término del mismo.

Si elige la forma oral, ésta puede serle útil, además de obtener información sobre las ideas que ya se manejan sobre el tema, para propiciar, entre el grupo, un primer acercamiento e iniciar el conocimiento entre ellos; la comunicación y el proceso de integración del grupo tan importante para el trabajo. Sin embargo, es de suma importancia que tenga en cuenta el tiempo de que dispone y el número de personas que conforman al grupo.
EL PROCESO DE INTEGRACIÓN DEL GRUPO.- La didáctica debe tomar en cuenta también el proceso de integración del grupo, que se inicia en la primera sesión de trabajo. Este aspecto es también importante, porque responde al principio de aprendizaje referido al ambiente grupal, a la confianza que se tendría que fomentar para que los miembros del grupo puedan participar de manera espontánea con el conocimiento y las experiencias que ya tienen y planteando las dudas o reflexiones que les está provocando.


                                 PLANTEAMIENTO DE PREGUNTAS ESENCIALES.- 
En criterio amplio un forma de aplicación de la Didáctica en forma material, tendría que permitir a los participantes del grupo de aprendizaje responderse a preguntas como las siguientes: ¿Cómo aprenden los alumnos?, ¿todos aprenden de la misma manera y en el mismo tiempo?, ¿todas las materias o asignaturas pueden enseñarse de la misma forma?, ¿cómo hacer comprensibles los contenidos del programa a los alumnos?, ¿cómo mantener el interés y la atención de los alumnos durante y fuera del aula?, ¿cómo organizar los contenidos?, ¿cómo organizar las actividades, las técnicas didácticas y los materiales didácticos de los alumnos para que logren los aprendizajes previstos en el programa del curso correspondiente?, ¿cómo saber con qué antecedentes de la materia llegan?, ¿cómo saber que ellos están aprendiendo?, ¿cómo saber que el docente está enseñando?, ¿cómo asegurarse de que lo aprendido no se olvidará tan pronto ni tan fácilmente?, ¿cómo hacer que los alumnos relacionen lo que están aprendiendo con otros aprendizajes de la misma asignatura o de otras que ya estudió para que el alumno lleve a cabo la construcción del conocimiento y no se quede con porciones de conocimiento aislado y sin sentido?, y/o ¿cómo hacer para que aprendan a hacerlo?, ¿cómo hacer que los alumnos rebasen el nivel memorístico de aprendizaje y consigan niveles más complejos?, ¿cómo hacer para que los alumnos detecten y planteen problemas?, ¿cómo hacer para que los alumnos integren el conocimiento para encontrar y/o construir soluciones a problemas?; ¿cómo hacer para propiciar que los alumnos piensen, razonen, reflexionen?, ¿cómo hacer para que los alumnos formulen preguntas que los lleve a profundizar en el conocimiento, a tener una actitud crítica y propositiva?, cómo hacer para que los alumnos se interesen por buscar información que complemento, amplíe o inclusive, cuestione lo que aprende en el aula?, ¿cómo hacer para que los alumnos lean y comprendan lo que leen?, ¿cómo lograr que los alumnos puedan expresar, fundamentar y argumentar sus ideas tanto de forma oral como escrita?, ¿cómo hacer que los alumnos trabajen en equipo de manera que todos se responsabilicen del trabajo y aprendan de forma colectiva?. 


                                            PRINCIPIOS DEL APRENDIZAJE.

HETEROGENEIDAD DE LOS ALUMNOS.- Es importante recordar aquí algunos principios de aprendizaje que ayudan a explicar, de manera general, cómo se aprende: es necesario presentar el conocimiento de diferentes formas ya que no todos los alumnos aprenden de la misma manera; la enseñanza de los contenidos debe estar al alcance de la comprensión de los alumnos por lo que han de presentarse en diferente forma; la enseñanza de un conocimiento requiere contar con aprendizajes previos; los aprendizajes deben presentar alguna utilidad y aplicabilidad, sea en situaciones concretas y cercanas al estudiante o como abstracciones del conocimiento que son necesarias para obtener aprendizajes de mayor dificultad; los aprendizajes requieren de retroalimentación inmediata y/o mediata; los aprendizajes que forman una idea integral se aprenden más fácilmente que los aprendizajes parcializados; los aprendizajes son más difíciles cuando carecen de significado para los alumnos (como listados, números o fechas, lugares, palabras aisladas de un contexto).

Estos principios de aprendizaje sirven también como situaciones motivadoras; la motivación no es algo que los maestros "tengan" que hacer como contar chistes durante la clase o parecer "simpáticos" a los alumnos. Por supuesto que ser empático ayuda, sin embargo la motivación puede propiciarse si se consideran los principios de aprendizaje y se tiene, en consecuencia, una planeación y realización del proceso educativo.

La motivación está o no presente en los alumnos, puede decirse que la motivación es el conjunto de motivos que la persona tiene para actuar de determinada manera, en este caso, es el conjunto de motivos que el alumno tiene para aprender o no aprender algo. En este sentido, se tienen más motivos o es más atractivo aprender algo cuando se sabe hacia dónde se va, cuando ese algo es cercano a los alumnos; es más fácil y se tienen más motivos para aprender algo sobre lo cual se tiene el conocimiento previo y/o cuando se relaciona con lo que se ha aprendido anteriormente; se tienen más motivos y, por tanto, es más atractivo aprender algo útil en tanto que sirve para obtener otros aprendizajes más complejos o en tanto que se puede aplicar en situaciones concretas; es siempre más interesante aprender algo que es significativo tanto en el pensamiento como en la vida diaria; se tienen motivos para aprender cuando se conoce cómo y qué logros ha tenido y/o cómo y en qué ha fallado.

TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS.- Es importante que el docente universitario amparado en la didáctica utilice sistemas y técnicas de cómo hacer más dinámica la clase, sin considerar que las técnicas son instrumentos o medios para lograr el aprendizaje de los alumnos y que no son fin en sí mismas por lo que es necesario tener muy claro qué es lo que se quiere enseñar y conocer cómo se aprende para poder elegir aplicar correctamente las técnicas didácticas, ya que éstas no pueden servir para todo tipo de enseñanza y para todo tipo de aprendizaje y tampoco pueden ser utilizadas tomando en cuenta el criterio de la moda o la idea de innovar a ultranza.

Habría que insistir que en un grupo hay diferentes alumnos y que aprenden de diferente manera y con diferente ritmo, lo que para algunos puede ser muy sencillo de comprender, para otros puede resultar de alta dificultad y viceversa; por lo que el profesor tendría que buscar diferentes formas de ofrecer la información a los alumnos y de propiciar los aprendizajes de ellos construyendo estrategias de aprendizaje (actividades que realiza el alumno para lograr el aprendizaje) y "estrategias de enseñanza" (actividades que realiza el profesor para propiciar la enseñanza).


PLANEACIÓN DEL CURSO. La forma programática de la Didáctica tendría que tomar en cuenta que es mejor planear desde el principio el curso que se va a impartir y no improvisarlo, por más conocimientos y experiencia que tenga ya que esto le permitirá responder, con mayor seguridad y confianza a las expectativas, necesidades e intereses de los participantes. Por supuesto que la planeación que realice puede ser reajustada o puede variar según el seguimiento que haga del curso conforme se va llevando a cabo, pero el profesor puede modificarla en la medida que tiene claridad de su intencionalidad, es decir de lo que se pretende lograr.
Este proceso de planeación o proyecto que haga del curso a impartir debe permitirle una flexibilidad tal que le oriente en su tarea, pero que al mismo tiempo le permita hacer cambios al proyecto, según lo que la propia dinámica del grupo y del proceso de enseñanza y de aprendizaje va requiriendo.
EVALUACIÓN DEL CURSO.- Es decir se debe estar pendiente, paralelamente a lo que está enseñando de cómo los participantes están aprendiéndolo. Esto es, tendría que prever cómo y con qué hacer un seguimiento del curso. A este proceso se le llama también evaluación permanente o evaluación continua, que consiste en valorar cómo se está logrando lo previsto para tomar decisiones de cambio o continuación del proyecto y actuar en consecuencia para su mejor logro. Esta información le podrá ser útil para valorar el proceso de aprendizaje y cumplir con el requisito de administración escolar relativo a la calificación de los alumnos para acreditar el curso correspondiente.
REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA.- Además aplicando la Didáctica se tendrá que contar con más conocimiento y de mayor profundidad que los que van a ser objeto de enseñanza durante el curso. Para esto es imprescindible revisar bibliografía de libros, revistas y documentos relacionados con el tema, para asi ofrecer el docente a los participantes materiales de apoyo como lecturas (que él conozca porque las haya leído y analizado) sobre el tema, ejercicios, casos, otros materiales como videos, grabaciones, etc.
ACTITUD E INQUIETUDES.- Materia indispensable y de suma importancia es el de propiciar el trabajo grupal, y permitir la participación de los integrantes del grupo para poder conocer sus inquietudes y sus dudas. Y Asimismo mantener una actitud de servicio para facilitar que los participantes intercambien experiencias y que sus participaciones sean oportunas, útiles, complementarias, de aclaración o de profundización. Tendría que cuidar que, durante el proceso se aclaren las dudas y no queden confusiones entre ellos. Esta actitud tendría que dejar sentir un ambiente de intercambio entre discentes.

                                             CALIDAD DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

La calidad se atribuye a la acción de los factores cualitativos, es decir, aquellos elementos que no pueden expresarse cuantitativamente, o presentan serias dificultades a la cuantificación. Estos elementos están relacionados fundamentalmente con los procesos que determinan la llamada Eficacia Interna del Sistema o Calidad de la Educación.
Por ello la educación superior no sólo debe preocupar a los participantes en el proceso educativo (profesores, alumnos, investigadores y autoridades universitarias) y, a los Estado, sino también a los empresarios y empleadores que consideran a las instituciones universitarias como centros de capacitación de profesionales de alto nivel y de producción de conocimiento y tecnología esenciales para mantener el ritmo de desarrollo económico. Por esto, se ponen de manifiesto nuevas vinculaciones de la calidad universitaria con factores de costo-efectividad y costo-beneficio.
Para considerar la calidad de la Educación universitaria debe analizarse por las diferentes concepciones de calidad y su relevancia para la educación superior. Tales como:
- fenómeno excepcional.
- logro de un propósito.
- perfección o coherencia.
- relación valor - costo.
- transformación (cambio cualitativo).

Al final, calidad es un concepto filosófico, sus definiciones varían y, en cierta forma reflejan, diferentes perspectivas del individuo y la sociedad. En una sociedad democrática, donde debe existir espacio para que mucha gente piense distinto, no hay una única y correcta definición de calidad y, como es un concepto relativo que depende del individuo que lo utilice. Por eso, es posible que sea definido según un abanico de cualidades. No obstante, se podría tratar de definir los criterios que cada actor interesado utiliza cuando juzga la calidad de una institución. Este enfoque pragmático llama a establecer un conjunto de criterios que reflejen aspectos de calidad de sentido común y busque formas convenientes para cuantificar dicha calidad (sin que estas formas se conviertan en fines).

LA DIDÁCTICA UNIVERSITARIA

ASPECTOS GENERALES
La enseñanza en el nivel universitario es una práctica que requiere con urgencia ser asumida científicamente y con pertinencia social. Es decir, debe ser considerada como un campo de estudio, que demanda las mayores investigaciones, para que la práctica pueda estar a tono de las exigencias de las transformaciones sociales, políticas, científicas y técnicas de la nueva era.
La didáctica tiene como objetivo la instrucción y preparación a través de métodos eficaces y adecuados en la formación integral del educando, para lo cual se preocupa de estudiar el trabajo docente, congruente con el método de aprendizaje.
La didáctica no es sólo la aplicación de la normativa pedagógica, sino entendida como el proceso de regulación en la formación intelectual, es una metodología de la instrucción, pero en su mas estricta aceptación es también una tecnología de la enseñanza.
La ausencia de una ciencia didáctica, explica lo superficial del término, ello a raíz de las críticas del mismo alumnado, la misma que puede ser explicado con cuatro actitudes que muchas veces pecan los docentes e incluso de la propia universidad, a decir:

  • Existen ciertas reticencias del propio profesorado universitario para reconocerla como piso teórico de envergadura y para comprender que para enseñar no basa con saber la asignatura.
  • Persiste un descuido investigador por parte de quienes tienen a cargo la enseñanza.
  • Poca reflexión y divulgación en este ámbito.
  • Escaso interés institucional de convertir la enseñanza superior en un verdadero proceso científico.
Por ello, la carencia de una Didáctica Universitaria como teoría-práctica, se evidencia en una restringida y simple concepción del ser y del hacer del profesor universitario, quien generalmente reduce su acción de enseñante a la transmisión del saber, con carácter libresco y como un trabajo aislado, sin vínculos con otras áreas o asignaturas, como si formar profesionales no fuese una labor compleja, complementaria y de equipo.
Esta ausencia de la didáctica como teoría global y como práctica de la enseñanza, justifica gran parte de los cuestionamientos que se le hacen al ser, hacer y evaluar del docente en el aula y, mas aún, a los resultados de su trabajo, específicamente porque las políticas educativas, fines de la educación, desafios del contexto y los modernos planteamientos curriculares no logran materializarlos en el aula de clase con el éxito esperado.

                                                                  CONCEPTUALIZACIÓN.
La didáctica definida, debe partirse definiendo primero aspectos de su generalidad o a partir de su especialidad, a decir:

 La Didáctica General.- Puede definirse como la ciencia que explica y aplica lo relacionado con la enseñanza como tarea intencional y sistemática y como la estrategia expedita para lograr la formación del hombre.

En la enseñanza convergen varios procesos, explicadas por diversas disciplinas; formar y enseñar al hombre implica asumir el debate antropológico, ético, ontológico y axiológico, entre otros, además incluye atender responsable y científicamente el desarrollo de sus potencialidades, entre ellas, pensamiento, inteligencia y creatividad, sin olvidar la inserción y realización de ese hombre en su universo sociocultural. Esta didáctica general es un marco explicativo interdisciplinario indispensable, pues confluyen los aspectos filosóficos, psicológicos y sociológicos de la enseñanza, las cuales permiten dar profesionalizad y carácter científico al acto educativo en cualquier nivel y en cualquier disciplina.

. La didáctica especial.- son campos específicos para explicar lo relativo a la enseñanza de cada ciencia en particular o de un nivel educativo, sin que se pierdan las intencionalidades formativas con la totalidad del alumno y el compromiso político e ideológico del proceso de enseñar. Sin duda, las Didácticas Especiales han logrado mayor desarrollo en los últimos tiempos.
Ambos escenarios de la didáctica, el general y especial, exigen a cada docente el desarrollo de su pensamiento crítico, auto-crítico y reflexivo y asumirse como un científico que fundamentándose en bases teóricas amplias e interdisciplinarias, asuman la hermenéutica y la investigación-acción para superar la informalidad, lo intuitivo, lo informativo, y lo exclusivamente tecnológico.

Por todo ello, puede decirse que la Didáctica Universitaria puede conceptuarse como una didáctica especial comprometida con lo significativo de los aprendizajes del futuro profesional, con su desarrollo personal y con el potencial de su inteligencia en función de las exigencias del contexto socio-político, por ello tenemos varias pautas para llegar a un solo criterio de comprensión, a decir:

  • Los conocimientos constituyen la variable más importante en el desarrollo científico y tecnológico y los puntos de referencias para las nuevas formas de organización social presentes y futuras.
  • La enseñanza universitaria es la más comprometida con la producción, divulgación y aplicación de los conocimientos.
  • La intencionalidad, métodos, medios, espacios y recursos que utilice la Universidad para trabajar el conocimiento, demostrará su vigencia histórica y su capacidad para reorientar sus opciones didácticas o trabajo en el aula en función del desarrollo de la ciencia y de las reconstrucciones socioculturales del nuevo milenio.
  • La enseñanza universitaria no es una práctica aislada y con objetivos inmediatos como parecen asumir una gran parte del profesorado.
  • La enseñanza universitaria es un proceso complejo que implica: un enseñante calificado; alumnos socialmente comprometidos y con inteligencias potenciales; aprendizajes como experiencias significativas en cada alumno; contenidos temáticos, de procedimientos y actitudes apropiados tanto para el desarrollo integral del futuro profesional como para el desarrollo científico y; la puesta en marcha de curriculas contextuados y en permanente revisión.
A partir de estas teorías constructivistas, se busca una mayor calidad de los aprendizajes. Ellas promueven al alumno como un ser activo al conocimiento. Principalmente el desarrollo de aprendizajes significativos, por descubrimiento y por asimilación, el cambio conceptual, el desarrollo del potencial intelectual mediante el uso de las estrategias de aprendizaje y las interacciones con el ambiente, forman parte de los retos que debe asumir la Didáctica Universitaria para emprender un nuevo camino de enseñanza.

                             CAMPOS DE LA DIDACTICA UNIVERSITARIA.

Los mismos que pueden ser considerados como objetos de estudio, vinculados al aula y que deben ser explicados desde una perspectiva formativa, para garantizar unidad y coherencia a todo el esfuerzo del aula universitaria. Entre esos campos se destacan: la enseñanza Universitaria como función primordial, la formación del profesorado, la dinámica socio-cultural del aula, el ambiente universitario, la investigación didáctica, la producción y usos de materiales didácticos, los recursos de la enseñanza, el proceso de aprendizaje, las estrategias de enseñanza y de aprendizaje, la evaluación de la enseñanza y de los aprendizajes y la planificación de todo el proceso didáctico.

                          . ESTRATEGIAS DE LA DIDÁCTICA UNIVERSITARIA

Todo cambio curricular es a través de las estrategias de enseñanza, estas estrategias son el conjunto de intencionalidades, procesos, recursos, secuencias que se utilizan para promover distintos tipos de aprendizaje. Es un término que supera a las metodologías de la enseñanza, que solo se limitan al dominio de unas técnicas, obviando las intencionalidades y calidad de los resultados. Ya que cada carrera exige estrategias muy particulares.
 
Los conocimientos de procedimientos garantizan un aprendizaje significativo, eliminan el camino único y estable, mejoran la comprensión y reelaboración de lso nuevos saberes, contribuyen a encontrar caminos adecuados para la solución de problemas, crear comportamientos autónomos, desarrollar creatividad, descubrir, inferir y otras estrategias de aprendizaje valoradas en su profesión.

La nueva estrategia conducen a convertir el aula en un taller o en un laboratorio, donde cada alumno se encuentra en proceso de formación integral para desarrollarse como persona. Lo que demanda espacios académicos para su autoconocimiento, fijación de metas, identidades, ética, como las que se señalana a continuación:

  • La aplicación flexible de los conocimientos abarcan conceptos, reglas, principios, fórmulas y algoritmos.
  • Métodos heurísticas, es decir, búsqueda de análisis y transformación de problemas.
  • Habilidades metacognitivas, que incluyen el conocimiento sobre cómo conoce y cómo puede conocer más y mejor.
  • Estrategias de aprendizaje.
La motivación.- En cuanto al aspecto de la motivación debe entenderse que las teorías y aportaciones de autores destacan como componentes de este complejo sistema de la motivación humana que se aplica en la didáctica son:

  • Carácter activo y voluntario.
  • Persistencia en el tiempo.
  • Vinculación con necesidades adaptativas.
  • Participación de componentes afectivo-emocionales.
  • Dirigida hacia una meta.
Se considera especialmente importante por su incidencia en el campo educativo, la distinción entre motivación intrínseca y extrínseca. Una acción está intrínsecamente motivada cuando lo que interesa es la propia actividad, que es un fin en sí misma, no un medio para otras metas. El interés se centra en lo novedoso, en el desafío que implica la tarea. La mayoría de nuestras acciones las realizamos en virtud de rutinas aprendidas. Si un sujeto está realizando una tarea que le interesa en sí misma, en el mismo momento en que recibieron una recompensa por esa acción, solía bajar la calidad y el vigor de dicha actividad. Sin embargo, el valor oculto de la recompensa no es siempre claro. Ciertas contingencias externas al sujeto, como el incentivo, se encuentra implícito en las tareas intrínsecamente motivantes. Hay diferentes aspectos vinculados con la motivación intrínseca, entre ellos, la autodeterminación, los sentimientos de competencia, el reto óptimo de la actividad, la curiosidad.

A nivel humano la pulsión cognoscitiva (el deseo de tener conocimientos como fin en sí mismo) es más importante en el aprendizaje significativo que en el repetitivo y, por lo menos potencialmente, es la clase de motivación más importante. La falta de motivación es señalada como una de las causas primeras del deterioro y uno de los problemas más graves del aprendizaje, sobre todo en educación formal.
 
En los contextos educativos se distingue entre individuos con orientaciones intrínsecas cuando su aproximación a la tarea se centra en el aprendizaje; y aquellos con orientaciones extrínsecas cuando se fijan en el resultado material, en la nota que pueden obtener. En este sentido, aquellos estudiantes que centran su interés principalmente en factores externos pueden ver socavada su creatividad, característica generalmente mencionada en los perfiles de los egresados de las instituciones de educación superior. Sin embargo este énfasis en motivos externos puede llevar a inhibir la creatividad. Se han identificado algunos de los obstáculos o inhibidores de la creatividad en las actividades académicas, entre ellos:
  • Excesiva búsqueda del éxito, donde la atención del estudiante se polariza hacia las calificaciones y los reconocimientos externos.
  • Miedo a desviarse de una conducta tipo, a hacer el ridículo, miedo al error, a salirse de la comodidad de ser "uno más" en la masa de estudiantes, no teniendo que realizar esfuerzos para destacarse.
  • Prohibición de hacer preguntas, bloquea su sentido crítico.
  • Conformismo, someterse a la disciplina, a normas estrictas e inamovibles.
  • Trabajo contrarreloj, la presión del tiempo favorece el estudio memorístico y sin elaboración personal, anulando un aprendizaje real, creativo e inteligente.
  • Educación excesivamente autoritaria, afán desmedido en la búsqueda de "la verdad".
  • Confianza excesiva en la razón y la lógica; rigidez de pensamiento, dificultad para cambiar de sistema.
  • Dificultad para aislar el problema y para investigar lo obvio.
Los motivos intrínsecos están más vinculados a un aprendizaje constructivo, a la búsqueda del significado y de sentido de lo que se hace. Cuando lo que mueve al aprendizaje es el deseo de aprender, sus efectos sobre los resultados obtenidos parecen ser más sólidos y consistentes que cuando el aprendizaje está movido por motivos externos. Motivación y comprensión parecen constituirse en aspectos indisociables.

Motivación y rendimiento académico.- En la universidad la mayoría de los estudiantes no pregunta en clase por miedo al ridículo; si no se genera un clima favorable para mejorar la capacidad de pensamiento estratégico y para la comprensión, se enfatizan los aprendizajes repetitivos y mecánicos, con una clara incidencia negativa sobre la comprensión. Sin embargo cuando se emprenden tareas con una motivación intrínseca, no se necesita superar ningún preconcepto respecto a aburrimiento, temor al fracaso o aparente inutilidad o falta de aplicación de la tarea. Si al estudiar se tienen expectativas claras y positivas, si se piensa en el futuro logro, pueden resultar gratificantes las tareas que se deben emprender.

El aula es un espacio social donde el proceso comunicacional es vital, las posiciones relativas de docente y estudiante conformarán los estilos de comunicación observables. En el aula universitaria por lo general se instituyen formas vacías de relación entre profesores y estudiantes, y este es uno de los factores que influyen en el carácter estereotipado que tiene la enseñanza. Se perciben así relaciones pedagógicas que involucran estudiantes que parecen haber perdido en buena medida sus deseos de saber y que tienden, así, a establecer vínculos que tienden a evitar el conocimiento; generándose estudiantes más preocupados por "pasar" que por aprender. La concepción de aprendiz, sujeto aprendiente, impregna el modo en que los docentes establecen el vínculo con los estudiantes, al cual se le otorga un peso fundamental en el proceso educativo.

La ausencia de motivación adecuada constituye un problema en todos los niveles educativos, en especial el universitario. Es necesario asegurarse de que los estudiantes tienen la motivación suficiente a la hora de plantearles objetivos, retos y actividades. Todo esto implica revisar y reflexionar sobre la enseñanza, valorando las acciones que como docentes se llevan adelante. El estudiante universitario, como cualquier persona, busca aprender y se interesa en ello si tiene clara la utilidad y aplicabilidad de los conocimientos que están en juego. Es muy frecuente en el ámbito universitario que no sólo no se explicite la utilidad ni aplicabilidad de los temas que se imparten, sino que el énfasis se ponga en la instancia de evaluación. El hacer algo obligado, no pone en juego la motivación intrínseca, destruye el interés, por lo que los logros son francamente pobres ya que se busca salir de esa situación como sea.

A lo antedicho se agrega la masividad que se vive actualmente en el ámbito universitario que contribuye a una despersonalización e influye negativamente, entre otras cosas, en la motivación de los estudiantes. La atención del docente es un factor que estimula a estudiar con el objetivo de comprender, y no sólo intentando aprobar. Esto no implica recibir ayuda personalmente, sino percibir que el profesor está genuinamente interesado en que los estudiantes comprendan.

Con estos temas, se quiere dar un realce al sistema educativo, especialmente al superior consagrado en las universidades del País, por ello, si en las aulas universitarias no se toma conciencia del rol protagónico que tiene la institución y los encargados de la educación, poco o nada podrá mejorar el nivel de educación impartida. Lo que trae consigo el atraso y continuidad de país tercermundista que llevamos.
Se establece parámetros a utilizar en la labor docente y confabularse con los individuos de captación, que son los estudiantes o discentes, para que puedan abordar de lleno los cursos impartidos. Solo asi podremos llevar adelante el proceso de reforma educativa que tan ansiada es en nuestro tiempo.

CONCLUSIONES

- La conciencia sobre el papel que desempeñan un sistema educativo en constante ascenso y la capacidad de producir nuevos conocimientos, en el crecimiento continuo de la estabilidad de las economías, existe tanto en los países desarrollados como en aquellos que van seriamente en camino de serlo. En el caso particular de nuestro país, antes de preguntarnos si dicha conciencia existe, deberíamos reflexionar sobre si es uno de los países subdesarrollados que busca el desarrollo sustentable.

- El hecho y sistema educativo es dinámico, cambiante, y no admite comportamientos standard ni estilos docentes prefijados. De poco sirve al profesor aprender rutinas y recetas técnicas de comportamientos óptimos ya que el carácter dinámico del aula hace imposible el traslado de actuaciones en diferentes situaciones.

- Un proceso integrador abarca la necesidad de desarrollar modelos integrados que incorporen componentes múltiples, especialmente las estrategias cognitivas y los componentes motivacionales. Asumiendo la relevancia de estos componentes y la necesidad de su integración, se ha desarrollado un modelo cognitivo-motivacional, la integración de estas dimensiones se considera importante como factores explicativos del desempeño académico de los estudiantes universitarios, por ello es importante la práctica de la didáctica universitaria.
- Lo analizado tiene profundas implicaciones en la enseñanza, ya que desplaza el centro de interés del proceso educativo, que estaba tradicionalmente situado en la materia a enseñar, en el maestro o en las condiciones ambientales, hacia el estudiante que aprende.

- Asi, la motivación es indispensable para el aprendizaje, las investigaciones muestran que la motivación de un estudiante está en función de la relevancia de lo que percibe para sus intereses y metas personales. Los estudiantes con alta motivación intrínseca tienden a utilizar estrategias más profundas y elaborativas y a regular su proceso de comprensión.
- Que, la tarea docente, es decir quienes están en contacto permanente y directo con los futuros creadores e innovadores deben contar con herramientas académicas y financieras para poder promover el desarrollo humano y colectivo.

BIBLIOGRAFÍA


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