LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA: CONSTRUYENDO EL PENSAMIENTO Y LA ACCIÓN REVOLUCIONARIA.
POR: ELIZABETH ALVAREZ
MESA N° 8: EDUCACIÓN, JUVENTUD Y DERECHOS HUMANOS
PANEL SOBRE EL PENSAMIENTO EDUCATIVO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
Este evento mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, encuentra al sector universitario en un debate abierto en cuanto a tres aspectos fundamentales. En primer lugar, la relación equidad/calidad; en segundo lugar, la pertinencia social de sus egresados y, como consecuencia de ambos, un tercer aspecto sobre la contribución de la comunidad universitaria en la construcción de saberes que permitan la solución de los problemas más sentidos de nuestra sociedad. Y debajo de éste, queriendo pasar desapercibido, está la discusión sobre el carácter mercantilista de la educación superior en Venezuela. Por supuesto, la condición política e ideológica del debate, obliga a una confrontación profunda, no solamente con los sectores de derecha, sino incluso con los reformistas que durante muchos años han querido construir la universidad ideal, a partir de las viejas estructuras y concepciones neoliberales.
Más allá del debate, las cifras ofrecidas por el Ministerio de Educación y Deportes que señalan que de cada 100 personas que nacen en nuestro país, sólo 5 terminan la secundaria, nos ilustra dramáticamente la gravedad de la exclusión social pre-existente para ingresar en las universidades. Sin embargo, los recientes cambios generados en la Educación Superior en Venezuela, en especial el impulso de la Universalización de este nivel educativo, expresada en la Misión Sucre, y la creación de una universidad de Estado en el año 2003 como es la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), han permitido iniciar, con fuerza, un proceso real de inclusión social a nivel universitario, hasta ahora considerada sólo para élites sociales. De esta manera, se pretende avanzar en una ruptura definitiva del acaparamiento del poder del conocimiento en unos pocos y el consecuente crecimiento acelerado de la pobreza. El empoderamiento del conocimiento por parte del pueblo para la democratización del saber debe ser la meta de una nación que se dispone a derrotar el peor mal de la sociedad del siglo XXI: el hambre y la miseria.
Es así como la UBV rompe con el esquema del campus universitario concentrado en las principales ciudades y aislado de la realidad, por una visión de universidad con cobertura nacional que integre el trabajo comunitario y socioproductivo con la formación académica. La Universidad de esta manera se integra a las comunidades con el propósito de contribuir con el desarrollo equitativo del país, al colocar el conocimiento científico, tecnológico y humanístico de las distintas disciplinas al servicio de las poblaciones más deprimidas socio-económicamente. Todo ello con el fin de impulsar un diálogo permanente con los saberes del pueblo, de su experiencia, de su reserva moral y de su cultura. Esta situación obliga a inventar y crear organizaciones que permitan atender la dispersión de la demanda con calidad, pertinencia social y con garantía del trabajo colectivo.
Las comunidades no tienen que ir a la universidad; a esos grandes campus universitarios donde se reproducen las relaciones de dominación capitalista, y se representa la realidad en laboratorios, talleres y escenarios artificiales, donde los estudiantes deben simular situaciones antes de lanzarse al mundo laboral, sin garantía de pertinencia social. Es así como el estudiante egresa de la universidad para entrar a competir en el llamado mercado de trabajo y convertir su fuerza de trabajo y sus saberes en mercancía. Tampoco la universidad, para romper su aislamiento y poca pertinencia social, tiene que ir a las comunidades a impartir sus conocimientos, a ofrecer los saberes encerrados hasta ahora en bibliotecas y enciclopedias humanas. Aunque parezca generosa, no deja de ser una respuesta reformista a su ineficiencia en la solución de problemas concretos. La universidad está integrada a la comunidad, es parte de ella, o no es una universidad revolucionaria.
Toda la comunidad y en especial los estudiantes de una universidad revolucionaria deben adquirir competencias integrales para la transformación social durante su proceso de formación; lo que significa en la práctica, incidir en el cambio de modelo socioeconómico del país, donde el poder del conocimiento y la construcción política de saberes esté en el pueblo, radique en él, como única manera de elevar la calidad de vida de toda la población.
La universidad revolucionaria garantiza la integración de la educación y el trabajo como procesos fundamentales para lograr “los fines esenciales de la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución”1.
Los programas de formación (pregrado, postgrado y comunitario) propuestos, hasta ahora, por la UBV contemplan el desarrollo de los procesos de aprendizaje y la articulación del trabajo académico con los problemas de las comunidades, lo que implica la contextualización permanente del currículo y la validación de su pertinencia social, a través de procesos de acción-reflexión-acción. En otras palabras, la interacción de los estudiantes y los profesores con su realidad y la participación protagónica de éstos en la transformación de su entorno, exige una visión del currículo como construcción cultural. Es así como los programas de formación de la Universidad contienen un tronco común que los unifica a nivel nacional, inspirados en los principios y valores de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el conocimiento de la historia, de nuestros orígenes, del pensamiento político latinoamericano y caribeño que afianza nuestra identidad, y una formación especializada flexible que responde a las necesidades y especificidades concretas de cada campo académico y de acción social. Este campo específico está sujeto a una dinámica de socioconstrucción permanente, apoyado en la sistematización de experiencias concretas, donde docentes y estudiantes, integrados a la comunidad, son actores y autores de ella.
En cada contexto se produce una participación colectiva en la solución de problemas de naturaleza multidisciplinaria. Los estudiantes y los profesores universitarios, de distintos programas de formación, atienden sus especificidades e integran los conocimientos propios de las distintas disciplinas, a la sabiduría del pueblo conocedor de la realidad concreta, de su historia y de su cultura. De esta manera, se construyen aprendizajes significativos y una nueva cultura del trabajo en el mismo momento en que se está actuando socialmente en la solución de problemas de la comunidad y de las instituciones.
Un aspecto importante en la construcción participativa del currículo tiene relación con las particularidades de los lugares en los cuales se inserta la Universidad y sus colectivos. Para atender la demanda educativa y asociarla a esas diferencias socioeconómicas y culturales se ha tomado como referencia el municipio en la división política territorial de Venezuela. En la actualidad en las 24 entidades federales existen 335 municipios. Entre ellos se manifiestan importantes similitudes y diferencias culturales, demográficas y geográficas que obligan en algunos casos a desagregar en parroquias o a unir en subregiones (varios municipios) para atender la demanda de Educación Superior. Ejemplo de parroquialización (22 en total) lo constituye el Municipio Libertador del Distrito Capital (Caracas) por su alta concentración poblacional, y de subregionalización, la de Barlovento en el estado
Miranda que une 6 municipios en una extensa región geográfica.
La UBV como vanguardia de la Misión Sucre, en poco menos de dos años de fundada tiene presencia en casi la totalidad de los municipios del país, con cincuenta mil estudiantes en once programas de formación de grado. Sin embargo, el problema no es la cantidad de estudiantes que sea capaz de incorporar, esto sólo atiende una dimensión del problema de la exclusión. Se trata de comprender que el derecho al estudio como derecho humano es integral y para ejercerlo a plenitud no basta con tener cupo. Si no se atienden todas las necesidades como sujeto social, no sólo propiciamos otra forma de exclusión, con una mayor dosis de frustración y resentimiento social, sino que no podremos formar ciudadanos protagonistas de la consolidación de los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial y la convivencia, señalados en nuestra Constitución.
La relación universidad/comunidad que se establece en la metodología de aprendizaje de la UBV demanda un perfil del docente que medie en la formación de un ciudadano universitario para desenvolverse en el contexto nacional, regional y local, sin perder de vista nuestra inserción latinoamericana y caribeña. Un ciudadano que identifique las necesidades y las situaciones específicas del ambiente comunitario o institucional para actuar colectivamente en la solución de problemas concretos.
Esta oferta que implica la educación permanente del estudiante focalizado en la vida de la comunidad y en la solución de sus problemas, requiere un tipo de docente que propicie la interacción dialógica, que esté preparado para formarse como agente del desarrollo endógeno de su comunidad. Un docente que comprenda que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, y como parte de éste asume su rol de mediador de aprendizajes. Está formado para formar y para participar activamente en un currículo construido entre todos, que implica la puesta en práctica de una política que exija, como prioridad, una educación de calidad para todos, integral, innovadora, democrática y participativa.
Las afirmaciones realizadas hasta ahora exigen un cambio en la perspectiva dominante en la universidad de hoy, donde el “saber académico” que adquieren los docentes en su proceso de formación, se entiende como un saber normativo, por tanto transmisible y aprendible a través de procesos instruccionales. Cuando actúa así, la universidad se considera depositaria de tales saberes y por tanto tiende a desconocer el carácter reconstructivo del saber social. Por el contrario, cuando se abre a la dinámica de la construcción del conocimiento y la participación del docente en ella, interactúa con la comunidad, de múltiples formas, para actualizar sus procesos de formación profesional, tanto en didáctica como en contenidos.
Las universidades tradicionales se empeñan en formar un técnico docente que instruye y evalúa según le indican los expertos en currículum. Un profesional, por lo general, poco creativo, sin autonomía y atrapado en criterios de desempeño docente asociados al tecnicismo y al eficientismo, disociados de la calidad educativa y de los procesos de transformación social. Un profesional que niega su propia subjetividad, su historia y su cultura para dejarse envolver en un cientificismo mal entendido de neutralidad valorativa, que lo conduce a la arbitrariedad, cuando menos y en algunos casos al abuso del poder.
Desde una perspectiva gramsciana asumimos como una realidad ineludible la crisis propia de todo proceso de transformación social, con la finalidad de propiciar una ruptura definitiva con las viejas concepciones y prácticas del pasado.
La comunidad y en especial el profesor universitario debe sentirse protagonista de la construcción del saber cultural y para ello requiere investigar su propia práctica y compartir los resultados con otros investigadores del área profesional a la que pertenece y con la comunidad. Esto fortalece su compromiso social y propicia un nivel de reflexibilidad elevado que les permite conquistar niveles altos de autonomía de acción profesional y mejorar su papel de mediador de los aprendizajes. Se les exige comprensión de la realidad, que llegue a la naturaleza del ajuste o transformación para cambiar una estrategia, que indaguen y emprendan investigaciones sobre su práctica profesional/docente para introducir cambios, que luego valorarán para reafirmar o modificar dicha práctica.
En otras palabras, el profesor universitario debe reflexionar colectiva y permanentemente su acción académica y social, para programarla, reprogramarla y para valorar sus logros, con el fin de incidir en la realidad educativa que involucra a sus estudiantes, a sí mismo y a la comunidad donde actúa socialmente. El docente debe abrirse para comprender el impacto de sus acciones más allá de sus intenciones.
Desde una orientación social-reconstruccionista, como diría Tejada (2000) el profesor es un profesional autónomo que reflexiona sobre su práctica para comprender tanto las características específicas de los procesos de enseñanza-aprendizaje, como el contexto en que tienen lugar, de manera que su acción facilite el desarrollo autónomo y emancipador de los que participan. A lo que podríamos agregar que esa reflexión parte de una responsabilidad propia y compartida para producir y reproducir saberes significativos para el colectivo.
Por otra parte, la dinámica pedagógica que vincula la Universidad con la comunidad es tan rica y variada que hará de cada práctica una experiencia única, valorizando así el verdadero equilibrio entre la autonomía profesional y la necesidad de responder a un compromiso social de igualdad que obliga a atender elementos comunes. Cada experiencia educativa es diferente. Pequeñas realidades particulares que se van construyendo cotidianamente en el salón de clases u otros ambientes de aprendizaje expresan la historia, la sociedad y la cultura de cada uno de los actores que participan en esa compleja realidad.
Si asumimos que la formación y la creación de conocimientos, así como los cambios en los planes de estudio, deben ocurrir en el marco de la articulación de la Universidad con la comunidad, entonces se debe avanzar en la construcción del tejido social Universidad/Comunidad. Esta debe contar con una red de ambientes a nivel municipal (administrativos, académicos y comunales), tanto de la UBV como de otras instituciones, una red de profesores con formación multidisciplinaria y una red de múltiples colectivos estudiantiles de los distintos programas de formación, que a su vez se integren en grandes redes comunitarias que posibiliten el más amplio diálogo de saberes.
Diálogo entre lo local y lo nacional e internacional, entre lo específico y lo general, entre los viejos y nuevos conocimientos, y entre la teoría y la sistematización de las múltiples experiencias sociales. Una red que permita la interacción simultánea de distintos colectivos en diferentes localidades. Sólo es posible concebir esta convergencia social, esta interrelación humana que vence el tiempo y la distancia, con el apoyo de las tecnologías actuales de la comunicación y la información. En la medida en que se vayan creando los distintos colectivos se hace indispensable garantizar la comunicación y la interacción entre ellos. De esa manera se comparten las experiencias, los saberes culturales, los resultados de las investigaciones, y se fortalece la identidad regional, nacional, latinoamericana y caribeña.
En esta gran red nacional de comunidades y de interacción entre múltiples colectivos soportada en el campo tecnológico, los flujos de información recorren distintos caminos y con diferentes propósitos. Se evidencian procesos de interacción social, de investigación acción participante, de reflexión y formación individual y colectiva. Se procesan datos, se simulan situaciones de la vida real, se sistematizan informaciones. Se realizan foros y conferencias sin fronteras, se crean aulas virtuales, y todo aquello que permite la democratización de la tecnología para la socialización del conocimiento que propicia una educación con calidad para todos y se ofrecen formas concretas de equidad y pertinencia social. De allí nuestro compromiso universitario de no aislarnos de la comunidad.
En síntesis, la política de municipalización que emprende la UBV, rompe las paredes que la aíslan de la realidad. Por un lado, la Universidad se integra a la comunidad para crear y recrear, para hacer y rehacer el diálogo permanente de saberes del pueblo como parte de la formación del ciudadano universitario integrado al trabajo socio-productivo y comprometido socio-políticamente y, por el otro, garantiza la iteración humana entre los distintos colectivos de docencia/investigación en las localidades para generar el más amplio tejido social educativo que potencia y viabiliza la construcción colectiva del conocimiento para la transformación social.
Construir una universidad revolucionaria supone la validación en la acción, producto de la reflexión colectiva. Tomar en cuenta la historia y la cultura de donde partimos, sin perder de vista el horizonte. Partir del principio de que sólo en colectivo es posible construir conocimiento significativo para incidir en la sociedad.
Para construir nuestra universidad revolucionaria se requiere acabar con el modelo jerárquico de poder. Consolidar la ética de lo colectivo e impulsar la corresponsabilidad participativa de toda la comunidad universitaria en este proceso social. Sin embargo, esto no es un problema de la UBV, es un problema social de Venezuela, de la cultura política dominante, asociada a un modelo económico, basado en la competitividad, en el individualismo y por lo tanto en la exclusión. Acabar con toda forma de discriminación, opresión, exclusión y explotación es una lucha nacional e internacional que toma forma concreta en cada escenario de la vida social. A la UBV le corresponde asumir su cuota de responsabilidad a lo interno y su articulación con el resto de la sociedad.
En tal sentido, existe una inmensa fe en este pueblo de Bolívar, en el ejercicio de sus poderes creadores. En su poder de hacer y rehacer. De crear y re-crear. Como diría Freire, fe en su vocación de ser más, de transformar al mundo, que no es privilegio de algunos elegidos sino derecho de todos los hombres y mujeres.
Es así como la UBV rompe con el esquema del campus universitario concentrado en las principales ciudades y aislado de la realidad, por una visión de universidad con cobertura nacional que integre el trabajo comunitario y socioproductivo con la formación académica. La Universidad de esta manera se integra a las comunidades con el propósito de contribuir con el desarrollo equitativo del país, al colocar el conocimiento científico, tecnológico y humanístico de las distintas disciplinas al servicio de las poblaciones más deprimidas socio-económicamente. Todo ello con el fin de impulsar un diálogo permanente con los saberes del pueblo, de su experiencia, de su reserva moral y de su cultura. Esta situación obliga a inventar y crear organizaciones que permitan atender la dispersión de la demanda con calidad, pertinencia social y con garantía del trabajo colectivo.
Las comunidades no tienen que ir a la universidad; a esos grandes campus universitarios donde se reproducen las relaciones de dominación capitalista, y se representa la realidad en laboratorios, talleres y escenarios artificiales, donde los estudiantes deben simular situaciones antes de lanzarse al mundo laboral, sin garantía de pertinencia social. Es así como el estudiante egresa de la universidad para entrar a competir en el llamado mercado de trabajo y convertir su fuerza de trabajo y sus saberes en mercancía. Tampoco la universidad, para romper su aislamiento y poca pertinencia social, tiene que ir a las comunidades a impartir sus conocimientos, a ofrecer los saberes encerrados hasta ahora en bibliotecas y enciclopedias humanas. Aunque parezca generosa, no deja de ser una respuesta reformista a su ineficiencia en la solución de problemas concretos. La universidad está integrada a la comunidad, es parte de ella, o no es una universidad revolucionaria.
Toda la comunidad y en especial los estudiantes de una universidad revolucionaria deben adquirir competencias integrales para la transformación social durante su proceso de formación; lo que significa en la práctica, incidir en el cambio de modelo socioeconómico del país, donde el poder del conocimiento y la construcción política de saberes esté en el pueblo, radique en él, como única manera de elevar la calidad de vida de toda la población.
La universidad revolucionaria garantiza la integración de la educación y el trabajo como procesos fundamentales para lograr “los fines esenciales de la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución”1.
Los programas de formación (pregrado, postgrado y comunitario) propuestos, hasta ahora, por la UBV contemplan el desarrollo de los procesos de aprendizaje y la articulación del trabajo académico con los problemas de las comunidades, lo que implica la contextualización permanente del currículo y la validación de su pertinencia social, a través de procesos de acción-reflexión-acción. En otras palabras, la interacción de los estudiantes y los profesores con su realidad y la participación protagónica de éstos en la transformación de su entorno, exige una visión del currículo como construcción cultural. Es así como los programas de formación de la Universidad contienen un tronco común que los unifica a nivel nacional, inspirados en los principios y valores de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el conocimiento de la historia, de nuestros orígenes, del pensamiento político latinoamericano y caribeño que afianza nuestra identidad, y una formación especializada flexible que responde a las necesidades y especificidades concretas de cada campo académico y de acción social. Este campo específico está sujeto a una dinámica de socioconstrucción permanente, apoyado en la sistematización de experiencias concretas, donde docentes y estudiantes, integrados a la comunidad, son actores y autores de ella.
En cada contexto se produce una participación colectiva en la solución de problemas de naturaleza multidisciplinaria. Los estudiantes y los profesores universitarios, de distintos programas de formación, atienden sus especificidades e integran los conocimientos propios de las distintas disciplinas, a la sabiduría del pueblo conocedor de la realidad concreta, de su historia y de su cultura. De esta manera, se construyen aprendizajes significativos y una nueva cultura del trabajo en el mismo momento en que se está actuando socialmente en la solución de problemas de la comunidad y de las instituciones.
Un aspecto importante en la construcción participativa del currículo tiene relación con las particularidades de los lugares en los cuales se inserta la Universidad y sus colectivos. Para atender la demanda educativa y asociarla a esas diferencias socioeconómicas y culturales se ha tomado como referencia el municipio en la división política territorial de Venezuela. En la actualidad en las 24 entidades federales existen 335 municipios. Entre ellos se manifiestan importantes similitudes y diferencias culturales, demográficas y geográficas que obligan en algunos casos a desagregar en parroquias o a unir en subregiones (varios municipios) para atender la demanda de Educación Superior. Ejemplo de parroquialización (22 en total) lo constituye el Municipio Libertador del Distrito Capital (Caracas) por su alta concentración poblacional, y de subregionalización, la de Barlovento en el estado
Miranda que une 6 municipios en una extensa región geográfica.
La UBV como vanguardia de la Misión Sucre, en poco menos de dos años de fundada tiene presencia en casi la totalidad de los municipios del país, con cincuenta mil estudiantes en once programas de formación de grado. Sin embargo, el problema no es la cantidad de estudiantes que sea capaz de incorporar, esto sólo atiende una dimensión del problema de la exclusión. Se trata de comprender que el derecho al estudio como derecho humano es integral y para ejercerlo a plenitud no basta con tener cupo. Si no se atienden todas las necesidades como sujeto social, no sólo propiciamos otra forma de exclusión, con una mayor dosis de frustración y resentimiento social, sino que no podremos formar ciudadanos protagonistas de la consolidación de los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial y la convivencia, señalados en nuestra Constitución.
La relación universidad/comunidad que se establece en la metodología de aprendizaje de la UBV demanda un perfil del docente que medie en la formación de un ciudadano universitario para desenvolverse en el contexto nacional, regional y local, sin perder de vista nuestra inserción latinoamericana y caribeña. Un ciudadano que identifique las necesidades y las situaciones específicas del ambiente comunitario o institucional para actuar colectivamente en la solución de problemas concretos.
Esta oferta que implica la educación permanente del estudiante focalizado en la vida de la comunidad y en la solución de sus problemas, requiere un tipo de docente que propicie la interacción dialógica, que esté preparado para formarse como agente del desarrollo endógeno de su comunidad. Un docente que comprenda que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, y como parte de éste asume su rol de mediador de aprendizajes. Está formado para formar y para participar activamente en un currículo construido entre todos, que implica la puesta en práctica de una política que exija, como prioridad, una educación de calidad para todos, integral, innovadora, democrática y participativa.
Las afirmaciones realizadas hasta ahora exigen un cambio en la perspectiva dominante en la universidad de hoy, donde el “saber académico” que adquieren los docentes en su proceso de formación, se entiende como un saber normativo, por tanto transmisible y aprendible a través de procesos instruccionales. Cuando actúa así, la universidad se considera depositaria de tales saberes y por tanto tiende a desconocer el carácter reconstructivo del saber social. Por el contrario, cuando se abre a la dinámica de la construcción del conocimiento y la participación del docente en ella, interactúa con la comunidad, de múltiples formas, para actualizar sus procesos de formación profesional, tanto en didáctica como en contenidos.
Las universidades tradicionales se empeñan en formar un técnico docente que instruye y evalúa según le indican los expertos en currículum. Un profesional, por lo general, poco creativo, sin autonomía y atrapado en criterios de desempeño docente asociados al tecnicismo y al eficientismo, disociados de la calidad educativa y de los procesos de transformación social. Un profesional que niega su propia subjetividad, su historia y su cultura para dejarse envolver en un cientificismo mal entendido de neutralidad valorativa, que lo conduce a la arbitrariedad, cuando menos y en algunos casos al abuso del poder.
Desde una perspectiva gramsciana asumimos como una realidad ineludible la crisis propia de todo proceso de transformación social, con la finalidad de propiciar una ruptura definitiva con las viejas concepciones y prácticas del pasado.
La comunidad y en especial el profesor universitario debe sentirse protagonista de la construcción del saber cultural y para ello requiere investigar su propia práctica y compartir los resultados con otros investigadores del área profesional a la que pertenece y con la comunidad. Esto fortalece su compromiso social y propicia un nivel de reflexibilidad elevado que les permite conquistar niveles altos de autonomía de acción profesional y mejorar su papel de mediador de los aprendizajes. Se les exige comprensión de la realidad, que llegue a la naturaleza del ajuste o transformación para cambiar una estrategia, que indaguen y emprendan investigaciones sobre su práctica profesional/docente para introducir cambios, que luego valorarán para reafirmar o modificar dicha práctica.
En otras palabras, el profesor universitario debe reflexionar colectiva y permanentemente su acción académica y social, para programarla, reprogramarla y para valorar sus logros, con el fin de incidir en la realidad educativa que involucra a sus estudiantes, a sí mismo y a la comunidad donde actúa socialmente. El docente debe abrirse para comprender el impacto de sus acciones más allá de sus intenciones.
Desde una orientación social-reconstruccionista, como diría Tejada (2000) el profesor es un profesional autónomo que reflexiona sobre su práctica para comprender tanto las características específicas de los procesos de enseñanza-aprendizaje, como el contexto en que tienen lugar, de manera que su acción facilite el desarrollo autónomo y emancipador de los que participan. A lo que podríamos agregar que esa reflexión parte de una responsabilidad propia y compartida para producir y reproducir saberes significativos para el colectivo.
Por otra parte, la dinámica pedagógica que vincula la Universidad con la comunidad es tan rica y variada que hará de cada práctica una experiencia única, valorizando así el verdadero equilibrio entre la autonomía profesional y la necesidad de responder a un compromiso social de igualdad que obliga a atender elementos comunes. Cada experiencia educativa es diferente. Pequeñas realidades particulares que se van construyendo cotidianamente en el salón de clases u otros ambientes de aprendizaje expresan la historia, la sociedad y la cultura de cada uno de los actores que participan en esa compleja realidad.
Si asumimos que la formación y la creación de conocimientos, así como los cambios en los planes de estudio, deben ocurrir en el marco de la articulación de la Universidad con la comunidad, entonces se debe avanzar en la construcción del tejido social Universidad/Comunidad. Esta debe contar con una red de ambientes a nivel municipal (administrativos, académicos y comunales), tanto de la UBV como de otras instituciones, una red de profesores con formación multidisciplinaria y una red de múltiples colectivos estudiantiles de los distintos programas de formación, que a su vez se integren en grandes redes comunitarias que posibiliten el más amplio diálogo de saberes.
Diálogo entre lo local y lo nacional e internacional, entre lo específico y lo general, entre los viejos y nuevos conocimientos, y entre la teoría y la sistematización de las múltiples experiencias sociales. Una red que permita la interacción simultánea de distintos colectivos en diferentes localidades. Sólo es posible concebir esta convergencia social, esta interrelación humana que vence el tiempo y la distancia, con el apoyo de las tecnologías actuales de la comunicación y la información. En la medida en que se vayan creando los distintos colectivos se hace indispensable garantizar la comunicación y la interacción entre ellos. De esa manera se comparten las experiencias, los saberes culturales, los resultados de las investigaciones, y se fortalece la identidad regional, nacional, latinoamericana y caribeña.
En esta gran red nacional de comunidades y de interacción entre múltiples colectivos soportada en el campo tecnológico, los flujos de información recorren distintos caminos y con diferentes propósitos. Se evidencian procesos de interacción social, de investigación acción participante, de reflexión y formación individual y colectiva. Se procesan datos, se simulan situaciones de la vida real, se sistematizan informaciones. Se realizan foros y conferencias sin fronteras, se crean aulas virtuales, y todo aquello que permite la democratización de la tecnología para la socialización del conocimiento que propicia una educación con calidad para todos y se ofrecen formas concretas de equidad y pertinencia social. De allí nuestro compromiso universitario de no aislarnos de la comunidad.
En síntesis, la política de municipalización que emprende la UBV, rompe las paredes que la aíslan de la realidad. Por un lado, la Universidad se integra a la comunidad para crear y recrear, para hacer y rehacer el diálogo permanente de saberes del pueblo como parte de la formación del ciudadano universitario integrado al trabajo socio-productivo y comprometido socio-políticamente y, por el otro, garantiza la iteración humana entre los distintos colectivos de docencia/investigación en las localidades para generar el más amplio tejido social educativo que potencia y viabiliza la construcción colectiva del conocimiento para la transformación social.
Construir una universidad revolucionaria supone la validación en la acción, producto de la reflexión colectiva. Tomar en cuenta la historia y la cultura de donde partimos, sin perder de vista el horizonte. Partir del principio de que sólo en colectivo es posible construir conocimiento significativo para incidir en la sociedad.
Para construir nuestra universidad revolucionaria se requiere acabar con el modelo jerárquico de poder. Consolidar la ética de lo colectivo e impulsar la corresponsabilidad participativa de toda la comunidad universitaria en este proceso social. Sin embargo, esto no es un problema de la UBV, es un problema social de Venezuela, de la cultura política dominante, asociada a un modelo económico, basado en la competitividad, en el individualismo y por lo tanto en la exclusión. Acabar con toda forma de discriminación, opresión, exclusión y explotación es una lucha nacional e internacional que toma forma concreta en cada escenario de la vida social. A la UBV le corresponde asumir su cuota de responsabilidad a lo interno y su articulación con el resto de la sociedad.
En tal sentido, existe una inmensa fe en este pueblo de Bolívar, en el ejercicio de sus poderes creadores. En su poder de hacer y rehacer. De crear y re-crear. Como diría Freire, fe en su vocación de ser más, de transformar al mundo, que no es privilegio de algunos elegidos sino derecho de todos los hombres y mujeres.
Elizabeth Alves
Secretaria General de la Universidad Bolivariana de Venezuela
Barinas, abril de 2005.
Para contextualizar los procesos de transformación que se vienen impulsando, se debe partir del
reconocimiento de un marco anterior de diversas relaciones sociales (sociopolíticas, socioculturales y
socioeconómicas), que posibilitó el desarrollo, consolidación y, más recientemente, el derrumbe de un
modelo de universidad cuyas características más evidentes han sido su orientación hacia un modo de
producción capitalista-rentístico, monoproductor, excluyente y explotador, cónsono con el papel de
Venezuela en la división internacional del trabajo impuesta por los países centrales del sistema
capitalista mundial.
Este modelo de universidad ha estado orientado a la formación de sujetos enajenados de su territorio:
1-. ignorantes de sus orígenes históricos y de sus valores culturales, individualistas, funcionales al capitalismo dependiente, cuyo estilo de desarrollo está basado en el crecimiento económico. Todo esto es compatible con un modelo de desarrollo no sustentable, que no pone lo humano en el centro, que no respeta al otro, que es devorador de su entorno, y con unos sujetos sin consciencia de sus orígenes y, mucho menos, sin perspectiva de un futuro para sus descendientes
2-. La transformación del modelo universitario y, en consecuencia, de las y los docentes, se justifica sobremanera al hacer una caracterización de la situación de la educación universitaria venezolana que los diversos planes y misiones intentan enfrentar en la actualidad, donde se puede destacar lo siguiente:
Clara orientación hacia el lucro, incluso cuando se pretende dar soluciones a los problemas de nuestra sociedad. Ejemplo de ello es la formación que privilegia las carreras de libre ejercicio (medicina, derecho e ingenierías).
Desvinculación de la universidad con su entorno, tanto en términos territoriales, como en términos de los valores y patrones simbólico-sociales de las comunidades en las que ésta se inserta y hace vida. Modelo excluyente, cuyos valores y principios coliden con los establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y en la Ley del Plan de la Patria – Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019. Desarrollo de investigaciones e innovaciones tecnológicas más orientadas a las demandas del mercado internacional que al de las comunidades. Ejemplos de ello son laboratorios de desarrollo de prototipos para la industria del automovilismo deportivo, o construcción de
Metodologías para aumentar el consumo de bienes y servicios de sectores del capitalismo financiero transnacional.
1-. Educación “bancaria”, según la cual el proceso educativo es unidireccional y, por tanto, es reproductor de valores, principios y actitudes no dialógicas, no democráticas, que no reconocen al otro en su diversidad. En la que, además, el sujeto que posee el “conocimiento verdadero” es el profesor.
Compromisos políticos frágiles o inexistentes, lo que ha ocasionado un distanciamiento teórico y práctico con las mayorías sociales, con el pueblo, con la sociedad. Esto se traduce, principalmente, en falta de sensibilidad social, en la utilización, por ejemplo, del Servicio Social Comunitario como un espacio para cumplir un requisito de egreso y no como manera de vinculación de la universidad con las comunidades de su ámbito territorial, mucho menos como posibilidad de transformación de las subjetividades.
2-. Un viejo modelo de universidad que sigue respondiendo a los patrones, modos y formas de producción, circulación y consumo capitalistas.
3-. Déficit agudo de investigadores en áreas científico-tecnológicas, estratégicas para el desarrollo nacional.
4-.No se ha superado la segmentación, a pesar de que ha habido un crecimiento exponencial de la matrícula, pues parecieran seguir existiendo Instituciones de Educación Universitaria (IEU) –y docentes, en consecuencia— de primera y de segunda, con los efectos sobre la calidad y la pertinencia de la educación que se imparte.
5-. Aplicación máxima de la premisa del mínimo esfuerzo en la producción del conocimiento, lo que se traduce, frecuentemente, en producciones en las que se puede evidenciar la falta de originalidad, a través de la poca atención al manejo de las fuentes, al uso inadecuado de criterios y normas de referenciación u omisión de fuentes bibliográficas, en resumen poco respeto al derecho de autor.
Para poder comprender los cambios estructurales que justifican plenamente la transformación de la educación universitaria, la caracterización anterior debe leerse también en el marco del neoliberalismo y su expresión como forma de vida, como sentido común, que desdibujó la idea de lo público, que privatizó paulatinamente la educación universitaria, alejándola de las grandes mayorías y mercantilizando un derecho humano fundamental como lo es el de la educación en cualquiera de sus subsistemas, niveles y modalidades.
En ese mismo sentido, las décadas de los ochenta y los noventa estuvieron profundamente marcadas por esquemas transnacionales de competitividad, según los cuales la formación universitaria debería ajustarse a patrones de reproducción del capital regidos por los intereses privados, individualistas, desarraigados del territorio, sin referentes socioculturales y sociogeohistóricos adecuados a las necesidades del entorno local, regional o nacional.
Así la constitución y/o consolidación de agencias de evaluación y acreditación fueron una prioridad para los países de la región, pues de ello dependían las futuras relaciones con el poder económico: la formación debió orientarse al mercado, pero con el reconocimiento de los Estados mediante sus entes. Por otra parte, la formación de las y los docentes sufrió importantes cambios en los cuales se privilegió la adopción de estándares internacionales y la liberalización de los criterios de formación permanente, a la par que se abandona la premisa del Estado docente.
6-. No obstante lo anterior, el Gobierno Bolivariano a partir de 2003, comenzó a tomar medidas que permitieran transformar la situación, comenzando con la creación y paulatina consolidación de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y la Misión Sucre (como estrategia para la municipalización de la educación universitaria). También con la creación de otras instituciones como la Universidad Iberoamericana del Deporte (hoy,
7-.Universidad Deportiva del Sur) o el Instituto Universitario Latinoamericano de Agroecología “Paulo Freire”. Esto también implicó otras transformaciones, como por ejemplo la constitución de la Asociación de Rectores Bolivarianos (ARBOL) como grupo de opinión y de consulta para la toma de decisiones en el campo de la educación universitaria, o con la constitución de la Misión Alma Mater y, más recientemente, con la creación de las nuevas Universidades Politécnicas Territoriales (UPT) a partir de la transformación de los institutos y colegios universitarios oficiales (IUT y CU).
Por otra parte, corresponde ahora, tal como se plantea en la Ley del Plan de la Patria – Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-20193
, enfocar los esfuerzos en desarrollar las capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades territoriales, lo que implica la consolidación del carácter transformador de la educación universitaria, el aprovechamiento de las potencialidades y capacidades de las instituciones, el reconocimiento de los diferentes y diversos colectivos y actores del proceso educativo, el fomento de los valores de identidad, soberanía y defensa de la Patria, así como la diversificación de la creación y recreación de saberes, impulsando la creación intelectual y la innovación que responda a los problemas prioritarios del país, al trabajo productivo y a los objetivos estratégicos del plan nacional. Lo anteriormente planteado exige que las profesoras y los profesores de educación universitaria estén a la altura de estos retos, siendo la formación continua y permanente del profesorado uno de los mecanismos más idóneos para alcanzar las transformaciones necesarias.
Al respecto, podemos señalar que se han adelantado algunas experiencias en este ámbito, como lo son el Programa de Formación de Educadores y el Plan Nacional de Formación Permanente 2011-2012, este último en el marco del Procedimiento Especial de Concurso Público para ingresar como personal ordinario a los IUT y CU. Esto no ha sido suficiente, pues este nuevo modelo universitario en ciernes requiere, entre otras cosas, de la formación permanente de toda la comunidad universitaria y de las organizaciones comunitarias, para asumir las funciones de formación integral, creación intelectual e integración sociocomunitaria y socioproductiva en un marco de nuevas relaciones.
El MPPEUCT en el ejercicio de sus atribuciones y como respuesta a la situación antes planteada, ha diseñado una política para cumplir los mandatos derivados de la LOE: la formulación del Sistema Nacional de Formación Permanente del Docente Universitario, con el propósito de avanzar en la transformación de la educación universitaria venezolana, lo que pasa necesariamente por construir un nuevo marco de relaciones sociales que estén en sintonía con la visión de país expuesta tanto en la CRBV como en los planes de desarrollo de la nación. A continuación se presentan los fundamentos normativos y teóricos que sustentan esta iniciativa.
El Modelo pedagógico del Rol de los Sujetos del Proceso de Formación en Valores
Se asienta en fundamentos de naturaleza psico-pedagógica, generados por pensadores “nuestro-americanos,” que asumen el carácter social de la educación, el papel transformador de ella y el valor de la acción pedagógica para garantizar la formación de individuos que como parte de la sociedad, se configuren como sujetos sociales e históricos y asumen la necesidad de cambiar constantemente su entorno en la dirección del proyecto de liberación nacional. El conjunto de acciones planteadas en el modelo pedagógico permiten la articulación entre las unidades académico- estratégicas de la Universidad Bolivariana de Venezuela para dirigir la formación en valores. Estas abarcan cuatro etapas: preparatoria, axiológica, de concreción y etapa de evaluación.
Del intercambio realizado con estudiantes, docentes y directivos se obtiene como esencialidad que las diferentes etapas del Modelo se interrelacionen de manera coherente y destacan el vínculo entre las unidades estratégico-académicas de la universidad y la formación permanente, lo cual favorece en gran medida la formación en valores. La naturaleza de la investigación implica la integración de fundamentos teóricos desde diferentes ciencias sociales y la utilización de métodos de nivel teórico y empírico, con predominio de lo cualitativo
El sistema de educación universitaria en Venezuela, en los actuales momentos tiene una doble connotación; subsisten dos modelos de universidad; la universidad tradicional representada por la mayoría de las instituciones de educación universitaria las cuales se resisten a responder a los principios y necesidades de la sociedad venezolana y las universidades llamadas a ser parte fundamental de la transformación de la sociedad a través de la construcción de un conocimiento ligados a las demandas de las comunidades. En este sentido, el presente trabajo centra su atención en la Universidad Bolivariana de Venezuela por ser la principal institución de educación universitaria que promueve la formación de profesionales acordes con las exigencias de la nueva sociedad en construcción. En el orden teórico, los fundamentos pedagógicos permiten aproximaciones conceptuales y metodológicas en relación a la propuesta de la cual se ocupa este artículo, el mismo con una posición dialéctico- materialista, recorre en todas sus etapas las exigencias definidas en el fin, los objetivos, y principios de la educación universitaria, tanto en su implementación como en la evaluación permanente. Un primer momento de aproximación a los fundamentos generales de la formación en valores revela a la filosofía dialéctico-materialista como su base teórica y metodológica.
Este planteamiento se hace en virtud que el sustento filosófico que inspira el documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela, es la filosofía dialéctico-materialista, y como la formación en valores constituye parte del proceso formativo que se desarrolla en la preparación de los diferentes profesionales, él debe estar fundamentado e interpretado a la luz de los principios de la filosofía dialéctico-materialista, los cuales adquieren su forma específica en este campo. Un modelo pedagógico del rol de los sujetos del proceso de formación en valores, debe tomar como marco histórico-social, los lineamientos del Plan Nacional Simón Bolívar y su expresión en el I Plan Socialista, en conjunto con lo planteado en la Ley Orgánica de Educación. Los lineamientos contenidos en el I Plan Socialista de la Nación 2007-2012, señalan la importancia de una nueva ética socialista asociada a la formación de un nuevo ciudadano.
El modelo pedagógico del rol de los sujetos del proceso de formación en valores se asienta en fundamentos de naturaleza psico-pedagógica, generados por pensadores “nuestro-americanos” que asumen el carácter social de la educación, el papel transformador de ella y el valor de la acción pedagógica para garantizar la formación de individuos que como parte de la sociedad, se configuren como sujetos sociales e históricos para asumir la necesidad de cambiar constantemente su entorno en la dirección del proyecto de liberación nacional. La unidad de lo afectivo y lo cognitivo evidencia a la personalidad como sujeto activo que se autodetermina y posee una relativa autonomía en su medio, lo cual debe ser tomado muy en cuenta por los docentes, por cuanto en la medida en que ellos sean capaces, con su ejemplo y preparación, de motivar a los alumnos, conocer sus necesidades, provocarles emociones, despertar sus sentimientos, podrán entonces contribuir a la educación.
Se propone el pensamiento y la acción deben ser indisolubles, lo cual exige, producir cambios en los modos de pensar para reorientar las prácticas; por ello el cambio de la subjetividad es indispensable. Avanzar de la apariencia a la esencia, requiere este esfuerzo. Se reconoce el rol de cada sujeto en la construcción de esas nuevas prácticas con sentido transformador. Allí, los aportes de los procesos de cambio se dan en la realidad objetiva y también en la subjetividad. A partir de los fundamentos teóricos ya planteados, a efectos de esta propuesta de formación en valores, se deben considerar algunos aspectos para facilitar el cambio subjetivo: • Las motivaciones individuales y colectivas expresados como conflicto entre la expectativa individual y del grupo, o entre intereses del grupo universitario.
• Las situaciones de aprendizaje basadas en acción-reflexión-acción a partir del diálogo para la transformación.
• Las acciones diseñadas para la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, deben dirigirse a la “zona de desarrollo próximo”, por lo que resulta entonces importante diagnosticar la “zona de desarrollo actual” de los alumnos. Esto significa determinar el dominio que poseen de la futura profesión que han elegido.
• Es necesario considerar la relación de la categoría “zona de desarrollo próximo” con lo interpsíquico, asumiéndose que las acciones que se ejecutan en esta zona, para que el alumno durante el contacto con la futura profesión pase de la dependencia a la independencia, es lo interpsíquico. Lo anterior se concreta en las acciones, que mediadas por las relaciones con otros en el plano externo, se convierten después en lo interno, en lo intrapsicológico. Así, como el tránsito por la “zona de desarrollo próximo” es un proceso mediado por la relación con otros, el mismo tiene lugar mediante las actividades que desarrolla el estudiante en el centro de práctica y a través de un sistema de comunicación, lo que significa que ambas sean estimuladas gradualmente.
• Teniendo en cuenta la unidad entre lo instructivo y lo formativo de la educación, y a la relación educación, aprendizaje y desarrollo. Como resultado de la sistematización teórica se revela la riqueza bibliográfica que existe sobre el tema desde diferentes Ciencias Sociales, connota una variedad de definiciones sobre los conceptos valor, valoración, formación en valores, entre otros. Se asume la definición de Chacón, N (2002) sobre valor; la cual, operacionalmente, ayuda a direccionar la investigación sobre la formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela. La investigación se desarrolla mediante la utilización de métodos y técnicas de investigación, tanto de nivel teórico como empírico, también de la Estadística.
El presente artículo se estructura a partir de la caracterización de la formación en valores en las
universidades venezolanas; seguido por los fundamentos, las premisas, componentes y relaciones del
modelo pedagógico del rol de los sujetos en el proceso de formación en valores en los estudiantes de la
Universidad Bolivariana de Venezuela.
CARACTERIZACIÓN DE LA FORMACIÓN EN VALORES EN LAS UNIVERSIDADES VENEZOLANAS. PARTICULARIDADES EN LA UBV
Esta investigación parte de la idea que las universidades responden al modelo de sociedad imperante y a sus intereses, por lo cual se realiza una caracterización de la formación en valores en los estudiantes universitarios en base a dos indicadores esenciales:
1). La conceptualización de los valores en la educación universitaria y su impacto en el proceso de formación en valores en los estudiantes.
2). La participación de las estructuras de la universidad en el proceso de formación en valores en los estudiantes. Sobre la base de los indicadores señalados se analizó la formación en valores en la educación venezolana a través de cinco etapas desde 1696 hasta la actualidad. El resultado del estudio permite afirmar la existencia de dos tendencias:
3. Los valores a formar en los estudiantes universitarios han sido marcados desde intereses de la élite del poder, primero del colonialismo español y luego por los grupos de poder nacional asociados al imperialismo. A partir de 1999 se promueven los valores de la Venezuela del siglo XXI, al menos desde la teoría, aunque no se logre concretar en la práctica universitaria el nivel deseado.
4-. Las estructuras organizativas de la universidad venezolana han favorecido desde sus decisiones y actuaciones, la formación de un sistema de valores de la élite del poder, en detrimento de los intereses de los sectores explotados; aunque la nueva universidad venezolana ha potenciado, al menos en teoría y con algunos logros en la práctica, unas relaciones pedagógicas en su estructura que fortalecen la formación en valores del nuevo profesional. Este estudio confirma la necesidad teórica y práctica de profundizar en las nuevas condiciones y aspiraciones que tiene la Universidad Bolivariana de Venezuela en la formación en valores de los estudiantes. La gran variedad de fundamentos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos planteados, revelan las bases para la comprensión del carácter complejo de la formación en valores en la educación universitaria, así como la carencia de argumentos teóricos relacionados con el rol de los sujetos en el proceso educativo en la nueva universidad venezolana para promover la formación en valores que propugna la sociedad que se aspira construir.
La investigación se adscribe a lo mejor del pensamiento social y pedagógico venezolano que incluye ideas de S. Rodríguez, S. Bolívar, L. Beltrán Prieto, entre otros; también al pensamiento pedagógico latinoamericanista que incluye a J. Martí; P. Freire y a la actual generación de pedagogos cubanos que promueven una Pedagogía para América Latina y el Caribe desde la Escuela Histórico Cultural cuyo fundador fue L. Vigotsky. Hay variadas definiciones de valores, sobre todo desde la ciencia social desde la cual se realiza el estudio. García, G. (1996); Chacón, N. (2002); Báxter, E. (2009, 2007); Mendoza, L. (2009). En la presente investigación se asume la definición de valor planteada por Chacón, N (2002: 23)
“Significación social positiva, buena, en contraposición al mal de un fenómeno, hecho, acto de conducta que con sentido normativo, valorativo a nivel de conciencia moral; en forma de principios, normas, sentimientos, representaciones morales, orientan la actitud del individuo hacia el progreso moral, a la elevación del humanismo en las relaciones y el perfeccionamiento humano”. El análisis de investigaciones realizadas por destacados autores como: Báxter, E. (2009, 2007); Bermúdez, R y Pérez, L. M. (2004); Martínez, M. (et al) (2004); Reyes, J. I. (2002); Blanco, A. (2002); Castellanos, D. (2001); Silvestre, M. (1999); Valera, O. (1998); permitió asumir la educación como fenómeno complejo que está condicionada históricamente, enraizado en la cultura y la historia; se expresa a niveles macro y micro de la sociedad y persigue la apropiación no solo de conocimientos y habilidades sino también de actitudes, normas y valores favorecidos desde las relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje, entre la instrucción y la educación, para promover el desarrollo integral de la personalidad. Desde el punto de vista pedagógico, la educación es asumida como un proceso de socialización, con carácter instructivo, formativo y desarrollador.
La formación en valores implica un proceso educativo que permite el incremento de conocimientos en cultura general, en las áreas específicas del profesional, el desarrollo de habilidades del pensamiento lógico y profesionales, como base para promover sentimientos, actitudes, normas y valores que se correspondan con las exigencias del modelo social en que se insertan los estudiantes una vez egresados de la universidad.
En tal sentido, la formación en valores tiene como objetivo el alcance de una personalidad desarrollada o en desarrollo. Formar en valores significa contribuir a la función integradora del individuo mediante la valoración de las contradicciones de la motivación, los intereses, entre otros; proceso que se estructura pedagógicamente en la universidad desde las potencialidades de los contenidos de la malla curricular de cada programa y la experiencia acumulada por todos los que interactúan durante el proceso de formación de los profesionales dentro y fuera de la UBV.
A solo ocho años de su creación la Universidad Bolivariana ha dado un salto cuantitativo en la democratización de la educación universitaria en Venezuela, sin embargo, en la práctica pedagógica se han observado diversas limitaciones para la formación integral de los nuevos profesionales. Aunque la formación en valores en la educación universitaria constituye un tema de gran actualidad y trascendencia en la formación de los profesionales que necesita la sociedad; su carácter complejo, multifacético y contradictorio ha exigido a las universidades una especial preparación en la labor docente-educativa.
El diagnóstico de la investigación se realiza sobre la base de los siguientes indicadores:
1) El nivel de conocimientos sobre los valores y su formación en la universidad venezolana por parte de los directivos, profesores y estudiantes;
2) El rol que asumen los sujetos en el proceso formativo en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela
3) Las vías utilizadas en el proceso de formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela. El diagnóstico permitió caracterizar el estado de la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela de la siguiente manera:
• Algunos de los directivos, docentes y estudiantes no tienen el suficiente dominio sobre el contenido del proceso de formación en valores, aunque todos manifiestan interés por el tema.
• Si bien los directivos y docentes realizan algunas acciones para favorecer la formación en valores, las mismas no tienen carácter sistémico ni se aprovechan las potencialidades de los contenidos curriculares.
• No se ha logrado que los estudiantes tengan el protagonismo esperado en su formación valorativa.
• Así mismo, se corrobora la existencia de una carencia teórica centrada en la falta de argumentos pedagógicos sobre el rol de los sujetos del proceso formativo en la nueva universidad venezolana (UBV) para promover la formación en valores de los estudiantes.
FUNDAMENTOS DEL MODELO PEDAGÓGICO DEL ROL DE LOS SUJETOS DEL PROCESO Y LA ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA LA FORMACIÓN EN VALORES DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Los resultados presentados en el diagnóstico demuestran que el proceso de formación de valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana, desde el punto de vista práctico, ha estado centrada desde los aspectos generales que sustentan los valores sin tener en cuenta las peculiaridades que tiene la formación en los programas en que se preparan los estudiantes, por lo cual se denota la necesidad de una estrategia pedagógica, que sustentada en un modelo pedagógico favorezca la formación en valores de los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Para efectos de esta investigación el modelo pedagógico del rol de los sujetos en el proceso formativo se define como una abstracción de aquellas características esenciales que enmarcan la conducción de las transformaciones requeridas para la apropiación del rol de los sujetos durante el proceso de formación en valores. El modelo pedagógico del rol de los sujetos en el proceso de formación en valores de los estudiantes de la UBV precisa el objeto de estudio, tomando en cuenta el contexto de la municipalización de la educación universitaria y propone la articulación entre de los componentes que dinamizan el proceso formativo.
PREMISAS DEL MODELO PEDAGÓGICO DEL ROL DE LOS SUJETOS EN EL PROCESO DE FORMACIÓN EN VALORES EN LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
• La educación es un factor de socialización con carácter instructivo, formativo y desarrollador; desde su intencionalidad se asume la posibilidad de la educabilidad de los sujetos en el proceso formativo para que estén en condiciones de asumir los profundos cambios que se producen en la sociedad venezolana y de la cual deben ser protagonistas.
• La educación está condicionada históricamente, enraizada en la cultura y la historia, se da en diversos niveles de la sociedad y su objetivo es promover el desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes universitarios desde la integración de todas las agencias y agentes educativos cuya dirección pedagógica la tiene la universidad, bajo la condición de que cada sujeto debe asumir el papel que les corresponde en la formación en valores.
• La universidad encuentra sentido a partir de los compromisos asumidos con la sociedad por lo cual se define como un espacio público de producción y recreación de saberes y de formación integral de sujetos inscritos en contradicciones sociales, conscientes del papel histórico como sujetos de transformación, a la vez que reconoce la diversidad promueve el respeto a las diferencias. • Los valores constituyen una formación psicológica compleja de la personalidad, que se logra como resultado de la integración de lo cognitivo – instrumental y lo afectivo - motivacional; como significación socialmente positiva contribuye al desarrollo humano y la toma de conciencia.
• La formación en valores es un proceso de comunicación que se obtiene como resultado de la actividad y su efectividad depende de la intencionalidad y la participación consciente y activa de los sujetos quienes asumen la influencia de los valores a partir de su cultura, lo que le da un carácter participativo y democrático.
• La formación en valores requiere no sólo los conocimientos, sino el desarrollo de habilidades de valoración y reflexión en la actividad práctica con un significado asumido. Se trata de alcanzar conocimientos como resultado de aprendizajes conscientes y significativos en lo racional y en lo emocional.
• La formación en valores que se desarrolla en la universidad se da desde la relación entre la teoría y la práctica, lo objetivo y lo subjetivo; se materializa de forma individualizada por cada estudiante y se expresa en sentimientos, intereses, normas, motivos, actitudes que se asumen de forma estable en ellos.
• La formación en valores como parte del proceso educativo que se despliega en la universidad implica elevar la calidad de su organización, planificación, ejecución y control con la implicación protagónica de directivos, docentes y estudiantes cuyo resultado se aprecia en la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres internalización paulatina del sistema de valores que como meta tiene planteada la institución universitaria para entre todos aportar a la construcción de la nueva sociedad venezolana.
COMPONENTES Y RELACIONES DEL MODELO PEDAGÓGICO DEL ROL DE LOS SUJETOS EN EL PROCESO DE FORMACIÓN EN VALORES EN LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA EJE BARINAS- PORTUGUESA.
Los presupuestos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos sustentan el modelo de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, a partir de la declaración de la filosofía dialéctico-materialista como su base teórica y metodológica. El modelo pedagógico de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela constituye un aporte teórico en vista de las necesidades de de argumentos teóricos que integre los componentes cognitivo- axiológico, metodológico- axiológico y valorativo relacionados con el lugar y papel de cada uno de los sujetos del proceso educativo para promover la apropiación de su lógica y dirigir pedagógicamente dicho proceso. Con el carácter orientador que tiene la idea a defender que guía esta investigación se elabora un modelo pedagógico que entrelaza tres ideas básicas, que explicitan el alcance de la idea a defender como suposición hipotética:
• La necesaria integración pedagógica entre los sujetos del proceso de formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela.
• La apropiación de la lógica del proceso formativo, de acuerdo con el rol que despliega cada sujeto en dicho proceso y, teniendo en cuenta el nexo entre la unidad- diversidad de programas universitarios existentes.
• La intencionalidad para generar el protagonismo de los estudiantes en su proceso formativo a partir de la autoformación consciente y contextualizada.
El modelo pedagógico está estructurado con un carácter dialéctico donde sus componentes interactúan, se complementan y se contradicen dialécticamente para revelar relaciones y regularidades de nuevo tipo entre las que se destacan: la interrelación del proceso formativo mediante la unidad de lo cognitivo- axiológico con lo valorativo del proceso de formación mediado por lo metodológicoaxiológico. El componente cognitivo axiológico es expresión de la idea que en el proceso de formación en valores hay que asegurar la asimilación por parte de todos los sujetos que intervienen, de los conocimientos y habilidades necesarias para sobre una base conceptual y procedimental tener una plataforma teórica desde la cual actuar a posteriori.
Se privilegia, como punto de partida, los conocimientos sobre los valores que se desean formar de acuerdo a las aspiraciones del modelo del profesional de la Universidad Bolivariana de Venezuela, cuestión que implica a todos los sujetos de acuerdo con el rol que desempeñan en la estructura universitaria. Los sujetos que se identifican en esta investigación son: directivos, docentes y estudiantes. Cada uno de los sujetos está en un nivel estructural dentro de la UBV, pero todos necesitan partir de la elevación del nivel conceptual y procedimental en función de la dirección pedagógica de la formación en valores, que implica la utilización de variados métodos y procedimientos en correspondencia con el rol de cada sujeto. En este componente se utilizan vías que permiten la interactuación de directivos con diferentes jerarquías, entre los directivos y docentes, entre docentes enlaces UBV y facilitadores Misión Sucre y entre docentes y estudiantes, sin excluir la relación directivo estudiante.
El componente valorativo se compromete con el grado de concientización y internalización de los sujetos acerca de qué valores se van a formar, desde qué teorías, qué papel les corresponde a cada uno, cómo asegurar cumplir su rol específico y cómo promover, de acuerdo con el nivel de jerarquía, que otros cumplan su rol, para entre todos garantizar la formación en valores de los estudiantes de la UBV. No hay valoración sin asimilación teórico conceptual, proceso que se explica desde el componente cognitivo axiológico, pero que garantiza en lo valorativo la concientización sobre la teoría que se asimila.
El componente metodológico axiológico se compromete con el despliegue de métodos y procedimientos que aseguren la asimilación del nivel conceptual y procedimental para promover la valoración en los sujetos y aprender desde la relación teoría práctica cómo formar en valores desde el rol de cada sujeto. Los directivos y docentes internalizando desde el despliegue metodológico las mejores vías y procedimientos para promover la formación en valores en los estudiantes. De acuerdo con la interactuación antes identificadas se preparan los sujetos para asumir su rol formativo. Cada nivel estructural de la UBV determina el conjunto de procederes metodológicos que permitan asegurar la asimilación conceptual y procedimental así como la valoración del grado de comprensión del rol de cada sujeto.
El componente metodológico axiológico se erige en mediador entre lo cognitivo axiológico y lo valorativo del proceso de formación en valores en la UBV. Cada sujeto, de acuerdo con su rol en correspondencia con la estructura institucional debe apropiarse de la lógica del proceso de formación en valores. Se considera que la apropiación de la lógica del proceso de formación en valores está condicionada por el rol de cada sujeto en dicho proceso, en un contexto universitario caracterizado por la relación entre la unidad y diversidad de los programas de formación. Se trata de que cada sujeto, de acuerdo con el lugar que ocupa en las estructuras universitarias, conozca y concientice la responsabilidad que tiene en ese proceso formativo e identifique la de los demás para sobre todo potenciar la actividad pedagógica de cada uno de sus subordinados en la jerarquía universitaria que posibilite que el estudiante de la UBV adquiera un nivel de formación en valores en correspondencia con las metas que pretende esta universidad.
La dinámica de relaciones que se establece entre los directivos y docentes se pone en función de generar el protagonismo de los estudiantes en su proceso formativo a partir de la autoformación consciente y contextualizada. Los estudiantes necesitan saber qué valores esperan que se formen en ellos, en qué procesos universitarios se potencian y cómo tener una actitud crítica para asimilar lo conceptual y procedimental de los valores que se promueven, qué nivel de disposición se aprecia en ellos y cómo son capaces de actuar dentro y fuera de la universidad en correspondencia con los valores que se propugnan en los nuevos profesionales que la UBV.
El mayor nivel de profundidad en la formación en valores se alcanza cuando se logra que el estudiante autogestione su propio proceso formativo, a partir de indagar, reflexionar críticamente sobre su nivel formativo, ajuste su actuación de forma regulada a las metas que la UBV le traza, entre otros aspectos. La relación entre los componentes cognitivo axiológico, lo valorativo y lo metodológico axiológico se revela en el proceso de formación metodológica y axiológica permanente, que se define como el espacio de encuentro dialógico, de entrecruzamiento de saberes entre directivos, docentes y estudiantes en función de la formación en valores de estos últimos, pero que implica un aprendizaje contextualizado también de directivos y docentes. Se privilegia el estudiante, como objeto de la educación universitaria, pero se transforman todos. Todo lo anterior se inscribe en la dinámica que interrelaciona la unidad y diversidad con el carácter subjetivo y objetivo del valor.
La concreción del modelo pedagógico sustenta el diseño de la estrategia pedagógica para la formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela- Eje Barinas – Portuguesa Se asume la estrategia pedagógica como el conjunto de acciones interrelacionadas que se expresan mediante etapas y permiten la articulación de los sujetos que participan en el proceso de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
La estrategia pedagógica para la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela Eje Barinas- Portuguesa, tiene carácter sistémico, diferenciado, participativa y con profundo contenido pedagógico que responde a las realidades de la UBV y de la sociedad venezolana por su carácter contextualizado. Sustentada en el modelo pedagógico de formación en valores se erige en el aporte práctico de esta investigación y está estructurada en cuatro etapas que se determinan desde las relaciones teóricas y dialécticas expuestas anteriormente en el modelo pedagógico de formación en valores. Etapas de la estrategia pedagógica para la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
La primera etapa: denominada propedéutica- axiológica en la que se crean las condiciones para que directivos docentes, profesores y estudiantes esté en condiciones de asumir el rol que les corresponde, en correspondencia con lo que expresa el contenido componente cognitivo axiológico antes expuesto. En esta etapa se han determinado cuatro objetivos parciales:
1. Diagnosticar el estado real de la formación en valores de la Universidad Bolivariana de Venezuela Eje Barinas- Portuguesa.
2. Capacitar a directivos, docentes, y estudiantes ubevista con los elementos teóricos y prácticos necesarios para la aplicación de la estrategia pedagógica para la formación en valores. Desde la diversidad de roles que desempeñan los diferentes sujetos en el proceso de formativo.
3. Planificar las acciones a ejecutar por cada uno de los sujetos a partir de los roles que les corresponden a cada uno. De acuerdo con estos objetivos se realizan acciones que permiten que los sujetos del proceso de formación en valores de la UBV se preparen para su papel de acuerdo con la estructura institucional. Si cada componente estructural comprende su objeto social dentro de la universidad puede jugar el rol que le corresponde en el proceso de formación en valores.
Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (CENDITEL) Revista Electrónica Conocimiento Libre y Licenciamiento (CLIC) Mérida – Venezuela ISSN: 2244-7423:
Este primer momento se interrelaciona en unidad dialéctica con lo metodológico- axiológico en el proceso de formación y los niveles estructurales y funcionales del proceso. La segunda etapa: Orientación metodológico- axiológico en el proceso formativo. Se pretende ejecutar las acciones modeladas como ideal desde las diferentes estructuras organizativas de la UBV, con la intención de apreciar los cambios que se dan en los sujetos del proceso de formación en valores, implica acciones variadas del trabajo metodológico entre los que se encuentran:
La Reunión Metodológica: encuentros de los colectivos pedagógicos cuyo objetivo consiste en reflexionar en relación con los avances de la formación en valores de los docentes enlaces de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en la Sede Barinas- Portuguesa y en otro momento de profundización con los docentes facilitadores de las Aldeas Universitarias.
Taller Metodológico: Desarrollo de talleres sobre diseño y preparación de acciones para la realización del trabajo de formación en valores en la práctica docente, desde los diferentes niveles del trabajo metodológico colectivo en los programas de formación de grado. Así como también talleres de formación político-ideológica bolivariana dirigidos a los docentes para que fomenten en los estudiantes la autoformación que se caracteriza por el autodidactismo y la autodisciplina en función de la formación en valores. La tercera etapa: la formación en valores en la municipalización universitaria bolivariana.
El proceso de formación en valores en el contexto político de la municipalización de la educación universitaria, como política de educación universitaria, requiere metodologías alternativas en función de las necesidades de formación reales de la sociedad, de los factores potenciales de las regiones, de la inserción de la universidad en la comunidad, la proyección de sus investigaciones, saberes, conocimientos, y actividades culturales en el desarrollo local, comunitario, regional y nacional. El principio de la municipalización es un principio político- estratégico y táctico organizador, en este contexto se proponen realizar acciones que se concentren en lo académico, lo investigativo y de interacción sociocomunitaria que desde la dirección pedagógica de los directivos de la aldea y los docentes facilitadores se promueve el protagonismo de los estudiantes.
Se materializan actividades de tipo sociopolíticas, celebración de efemérides nacionales e internacionales así como la conmemoraciones de los hechos más relevantes ajustadas al contexto regional y de la aldea, construcción de espacios de divulgación e información tales como periódicos y murales de divulgación, consolidación de la estructuras académico-política, académico-ideológico, promoviendo un estilo participativo de dirección, a todos los niveles, desarrollo de círculos de estudio, foros comunitarios, intercambios de saberes que permita el fortalecimiento de los docentes en el ámbito académico-político y la realización de talleres, jornadas regionales y nacionales, entre otras.
La Cuarta etapa: Evaluación de la apropiación de la lógica del proceso de formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela Tiene como objetivo valorar el resultado de las acciones ejecutadas a través del cumplimiento de las etapas anteriores de la estrategia pedagógica. Se da al unísono de las otras etapas pues se trata de evaluar los logros de cada una de las etapas, como proceso pero sin descuidar el resultado parcial y final.
Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (CENDITEL) Revista Electrónica Conocimiento Libre y Licenciamiento (CLIC) Mérida – Venezuela ISSN: 2244-7423:
Lo explicado anteriormente al manifestarse en una práctica dialéctica va condicionando en los estudiantes universitarios la formación en valores en la municipalización la cual no se produce al margen lo que acontece en la sociedad venezolana pero es importante resaltar que esa formación tiene un carácter procesal y de producto en el que emergen cualidades que se corresponden con las nuevas exigencias y conviven con las inherentes a las que fenece. Para concluir la explicación de la estrategia como concreción práctica del modelo es necesaria resaltar que la atención a esas particularidades en el marco universitario venezolano constituyen una expresión de respeto a la diversidad en estrecho vínculo con la unidad donde la diversidad resalta los valores subjetivos individuales y sociales en consonancia con las aspiraciones filosóficas y pedagógicas contemporáneas.
La formación en valores en las condiciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela constituye una necesidad social y científica; tal y como revela el estudio histórico tendencial realizado, hasta 1998 los valores que se promovieron en la universidad venezolana estaban en función de la minoría explotadora tanto foránea como nacional, con una estructura universitaria que aseguraba la apropiación teórica y práctica de los valores morales burgueses por parte de los profesionales formados en esas instituciones; mientras que desde la creación de la UBV se fomenta un sistema de valores humanistas en correspondencia con lo expresado por la constitución nacional de 1999 aunque no se ha logrado el nivel formativo deseado ni la claridad teórico-práctica del rol de los sujetos en el proceso de formación en valores, que se identifica como la carencia teórica que se atendió en esta investigación. El diagnóstico realizado reveló algunas insuficiencias en el proceso de formación en valores por limitaciones en la integración del trabajo formativo que realizan las diferentes áreas de la institución, la falta de claridad del rol de cada sujeto en el proceso formativo de valores y de protagonismo de los estudiantes en las actividades que se organizan; sin embargo desde las potencialidades identificadas se revelan posibilidades para elevar la calidad del proceso formativo de los estudiantes; cuestión que se tiene en cuenta así como los fundamentos teóricos que se asumen como resultado de la sistematización realizada desde la consulta de fuentes provenientes de diversas ciencias sociales.
El modelo pedagógico del rol de los sujetos del proceso de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela integra los componentes cognitivo-axiológico, valorativo y metodológico-axiológico desde cuyos nexos se revelan relaciones esenciales que dinamizan los procesos sustantivos universitarios y se constituye en su elemento central la apropiación de la lógica de cada sujeto del proceso de formación en valores para potenciar el protagonismo de los estudiantes.
Con la utilización del método de Investigación Acción Participativa se aprecia un avance en el nivel de conocimientos sobre el tema de la formación en valores en todos los sujetos, una mayor implicación de todos los involucrados en las acciones de la estrategia desplegadas en la institución, con destaque especial en la participación de los estudiantes, si bien se reconoce que aún no se encuentra al nivel deseado ni que se logre en todos, pero si se estima un mejor ambiente educativo, caracterizado por la precisión y la organización de actividades en los diferentes niveles estructurales de la universidad que promueven la profundización conceptual y metodológica de la formación en valores de los estudiantes de la UBV; pero también quedan identificadas las insuficiencias que subsisten para seguir potenciando
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Secretaria General de la Universidad Bolivariana de Venezuela
Barinas, abril de 2005.
Justificación
Este modelo de universidad ha estado orientado a la formación de sujetos enajenados de su territorio:
1-. ignorantes de sus orígenes históricos y de sus valores culturales, individualistas, funcionales al capitalismo dependiente, cuyo estilo de desarrollo está basado en el crecimiento económico. Todo esto es compatible con un modelo de desarrollo no sustentable, que no pone lo humano en el centro, que no respeta al otro, que es devorador de su entorno, y con unos sujetos sin consciencia de sus orígenes y, mucho menos, sin perspectiva de un futuro para sus descendientes
2-. La transformación del modelo universitario y, en consecuencia, de las y los docentes, se justifica sobremanera al hacer una caracterización de la situación de la educación universitaria venezolana que los diversos planes y misiones intentan enfrentar en la actualidad, donde se puede destacar lo siguiente:
Clara orientación hacia el lucro, incluso cuando se pretende dar soluciones a los problemas de nuestra sociedad. Ejemplo de ello es la formación que privilegia las carreras de libre ejercicio (medicina, derecho e ingenierías).
Desvinculación de la universidad con su entorno, tanto en términos territoriales, como en términos de los valores y patrones simbólico-sociales de las comunidades en las que ésta se inserta y hace vida. Modelo excluyente, cuyos valores y principios coliden con los establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y en la Ley del Plan de la Patria – Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019. Desarrollo de investigaciones e innovaciones tecnológicas más orientadas a las demandas del mercado internacional que al de las comunidades. Ejemplos de ello son laboratorios de desarrollo de prototipos para la industria del automovilismo deportivo, o construcción de
Metodologías para aumentar el consumo de bienes y servicios de sectores del capitalismo financiero transnacional.
1-. Educación “bancaria”, según la cual el proceso educativo es unidireccional y, por tanto, es reproductor de valores, principios y actitudes no dialógicas, no democráticas, que no reconocen al otro en su diversidad. En la que, además, el sujeto que posee el “conocimiento verdadero” es el profesor.
Compromisos políticos frágiles o inexistentes, lo que ha ocasionado un distanciamiento teórico y práctico con las mayorías sociales, con el pueblo, con la sociedad. Esto se traduce, principalmente, en falta de sensibilidad social, en la utilización, por ejemplo, del Servicio Social Comunitario como un espacio para cumplir un requisito de egreso y no como manera de vinculación de la universidad con las comunidades de su ámbito territorial, mucho menos como posibilidad de transformación de las subjetividades.
2-. Un viejo modelo de universidad que sigue respondiendo a los patrones, modos y formas de producción, circulación y consumo capitalistas.
3-. Déficit agudo de investigadores en áreas científico-tecnológicas, estratégicas para el desarrollo nacional.
4-.No se ha superado la segmentación, a pesar de que ha habido un crecimiento exponencial de la matrícula, pues parecieran seguir existiendo Instituciones de Educación Universitaria (IEU) –y docentes, en consecuencia— de primera y de segunda, con los efectos sobre la calidad y la pertinencia de la educación que se imparte.
5-. Aplicación máxima de la premisa del mínimo esfuerzo en la producción del conocimiento, lo que se traduce, frecuentemente, en producciones en las que se puede evidenciar la falta de originalidad, a través de la poca atención al manejo de las fuentes, al uso inadecuado de criterios y normas de referenciación u omisión de fuentes bibliográficas, en resumen poco respeto al derecho de autor.
Para poder comprender los cambios estructurales que justifican plenamente la transformación de la educación universitaria, la caracterización anterior debe leerse también en el marco del neoliberalismo y su expresión como forma de vida, como sentido común, que desdibujó la idea de lo público, que privatizó paulatinamente la educación universitaria, alejándola de las grandes mayorías y mercantilizando un derecho humano fundamental como lo es el de la educación en cualquiera de sus subsistemas, niveles y modalidades.
En ese mismo sentido, las décadas de los ochenta y los noventa estuvieron profundamente marcadas por esquemas transnacionales de competitividad, según los cuales la formación universitaria debería ajustarse a patrones de reproducción del capital regidos por los intereses privados, individualistas, desarraigados del territorio, sin referentes socioculturales y sociogeohistóricos adecuados a las necesidades del entorno local, regional o nacional.
Así la constitución y/o consolidación de agencias de evaluación y acreditación fueron una prioridad para los países de la región, pues de ello dependían las futuras relaciones con el poder económico: la formación debió orientarse al mercado, pero con el reconocimiento de los Estados mediante sus entes. Por otra parte, la formación de las y los docentes sufrió importantes cambios en los cuales se privilegió la adopción de estándares internacionales y la liberalización de los criterios de formación permanente, a la par que se abandona la premisa del Estado docente.
6-. No obstante lo anterior, el Gobierno Bolivariano a partir de 2003, comenzó a tomar medidas que permitieran transformar la situación, comenzando con la creación y paulatina consolidación de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y la Misión Sucre (como estrategia para la municipalización de la educación universitaria). También con la creación de otras instituciones como la Universidad Iberoamericana del Deporte (hoy,
7-.Universidad Deportiva del Sur) o el Instituto Universitario Latinoamericano de Agroecología “Paulo Freire”. Esto también implicó otras transformaciones, como por ejemplo la constitución de la Asociación de Rectores Bolivarianos (ARBOL) como grupo de opinión y de consulta para la toma de decisiones en el campo de la educación universitaria, o con la constitución de la Misión Alma Mater y, más recientemente, con la creación de las nuevas Universidades Politécnicas Territoriales (UPT) a partir de la transformación de los institutos y colegios universitarios oficiales (IUT y CU).
Por otra parte, corresponde ahora, tal como se plantea en la Ley del Plan de la Patria – Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-20193
, enfocar los esfuerzos en desarrollar las capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades territoriales, lo que implica la consolidación del carácter transformador de la educación universitaria, el aprovechamiento de las potencialidades y capacidades de las instituciones, el reconocimiento de los diferentes y diversos colectivos y actores del proceso educativo, el fomento de los valores de identidad, soberanía y defensa de la Patria, así como la diversificación de la creación y recreación de saberes, impulsando la creación intelectual y la innovación que responda a los problemas prioritarios del país, al trabajo productivo y a los objetivos estratégicos del plan nacional. Lo anteriormente planteado exige que las profesoras y los profesores de educación universitaria estén a la altura de estos retos, siendo la formación continua y permanente del profesorado uno de los mecanismos más idóneos para alcanzar las transformaciones necesarias.
Al respecto, podemos señalar que se han adelantado algunas experiencias en este ámbito, como lo son el Programa de Formación de Educadores y el Plan Nacional de Formación Permanente 2011-2012, este último en el marco del Procedimiento Especial de Concurso Público para ingresar como personal ordinario a los IUT y CU. Esto no ha sido suficiente, pues este nuevo modelo universitario en ciernes requiere, entre otras cosas, de la formación permanente de toda la comunidad universitaria y de las organizaciones comunitarias, para asumir las funciones de formación integral, creación intelectual e integración sociocomunitaria y socioproductiva en un marco de nuevas relaciones.
El MPPEUCT en el ejercicio de sus atribuciones y como respuesta a la situación antes planteada, ha diseñado una política para cumplir los mandatos derivados de la LOE: la formulación del Sistema Nacional de Formación Permanente del Docente Universitario, con el propósito de avanzar en la transformación de la educación universitaria venezolana, lo que pasa necesariamente por construir un nuevo marco de relaciones sociales que estén en sintonía con la visión de país expuesta tanto en la CRBV como en los planes de desarrollo de la nación. A continuación se presentan los fundamentos normativos y teóricos que sustentan esta iniciativa.
El Modelo pedagógico del Rol de los Sujetos del Proceso de Formación en Valores
Se asienta en fundamentos de naturaleza psico-pedagógica, generados por pensadores “nuestro-americanos,” que asumen el carácter social de la educación, el papel transformador de ella y el valor de la acción pedagógica para garantizar la formación de individuos que como parte de la sociedad, se configuren como sujetos sociales e históricos y asumen la necesidad de cambiar constantemente su entorno en la dirección del proyecto de liberación nacional. El conjunto de acciones planteadas en el modelo pedagógico permiten la articulación entre las unidades académico- estratégicas de la Universidad Bolivariana de Venezuela para dirigir la formación en valores. Estas abarcan cuatro etapas: preparatoria, axiológica, de concreción y etapa de evaluación.
Del intercambio realizado con estudiantes, docentes y directivos se obtiene como esencialidad que las diferentes etapas del Modelo se interrelacionen de manera coherente y destacan el vínculo entre las unidades estratégico-académicas de la universidad y la formación permanente, lo cual favorece en gran medida la formación en valores. La naturaleza de la investigación implica la integración de fundamentos teóricos desde diferentes ciencias sociales y la utilización de métodos de nivel teórico y empírico, con predominio de lo cualitativo
Introducción
El sistema de educación universitaria en Venezuela, en los actuales momentos tiene una doble connotación; subsisten dos modelos de universidad; la universidad tradicional representada por la mayoría de las instituciones de educación universitaria las cuales se resisten a responder a los principios y necesidades de la sociedad venezolana y las universidades llamadas a ser parte fundamental de la transformación de la sociedad a través de la construcción de un conocimiento ligados a las demandas de las comunidades. En este sentido, el presente trabajo centra su atención en la Universidad Bolivariana de Venezuela por ser la principal institución de educación universitaria que promueve la formación de profesionales acordes con las exigencias de la nueva sociedad en construcción. En el orden teórico, los fundamentos pedagógicos permiten aproximaciones conceptuales y metodológicas en relación a la propuesta de la cual se ocupa este artículo, el mismo con una posición dialéctico- materialista, recorre en todas sus etapas las exigencias definidas en el fin, los objetivos, y principios de la educación universitaria, tanto en su implementación como en la evaluación permanente. Un primer momento de aproximación a los fundamentos generales de la formación en valores revela a la filosofía dialéctico-materialista como su base teórica y metodológica.
Este planteamiento se hace en virtud que el sustento filosófico que inspira el documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela, es la filosofía dialéctico-materialista, y como la formación en valores constituye parte del proceso formativo que se desarrolla en la preparación de los diferentes profesionales, él debe estar fundamentado e interpretado a la luz de los principios de la filosofía dialéctico-materialista, los cuales adquieren su forma específica en este campo. Un modelo pedagógico del rol de los sujetos del proceso de formación en valores, debe tomar como marco histórico-social, los lineamientos del Plan Nacional Simón Bolívar y su expresión en el I Plan Socialista, en conjunto con lo planteado en la Ley Orgánica de Educación. Los lineamientos contenidos en el I Plan Socialista de la Nación 2007-2012, señalan la importancia de una nueva ética socialista asociada a la formación de un nuevo ciudadano.
El modelo pedagógico del rol de los sujetos del proceso de formación en valores se asienta en fundamentos de naturaleza psico-pedagógica, generados por pensadores “nuestro-americanos” que asumen el carácter social de la educación, el papel transformador de ella y el valor de la acción pedagógica para garantizar la formación de individuos que como parte de la sociedad, se configuren como sujetos sociales e históricos para asumir la necesidad de cambiar constantemente su entorno en la dirección del proyecto de liberación nacional. La unidad de lo afectivo y lo cognitivo evidencia a la personalidad como sujeto activo que se autodetermina y posee una relativa autonomía en su medio, lo cual debe ser tomado muy en cuenta por los docentes, por cuanto en la medida en que ellos sean capaces, con su ejemplo y preparación, de motivar a los alumnos, conocer sus necesidades, provocarles emociones, despertar sus sentimientos, podrán entonces contribuir a la educación.
Se propone el pensamiento y la acción deben ser indisolubles, lo cual exige, producir cambios en los modos de pensar para reorientar las prácticas; por ello el cambio de la subjetividad es indispensable. Avanzar de la apariencia a la esencia, requiere este esfuerzo. Se reconoce el rol de cada sujeto en la construcción de esas nuevas prácticas con sentido transformador. Allí, los aportes de los procesos de cambio se dan en la realidad objetiva y también en la subjetividad. A partir de los fundamentos teóricos ya planteados, a efectos de esta propuesta de formación en valores, se deben considerar algunos aspectos para facilitar el cambio subjetivo: • Las motivaciones individuales y colectivas expresados como conflicto entre la expectativa individual y del grupo, o entre intereses del grupo universitario.
• Las situaciones de aprendizaje basadas en acción-reflexión-acción a partir del diálogo para la transformación.
• Las acciones diseñadas para la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, deben dirigirse a la “zona de desarrollo próximo”, por lo que resulta entonces importante diagnosticar la “zona de desarrollo actual” de los alumnos. Esto significa determinar el dominio que poseen de la futura profesión que han elegido.
• Es necesario considerar la relación de la categoría “zona de desarrollo próximo” con lo interpsíquico, asumiéndose que las acciones que se ejecutan en esta zona, para que el alumno durante el contacto con la futura profesión pase de la dependencia a la independencia, es lo interpsíquico. Lo anterior se concreta en las acciones, que mediadas por las relaciones con otros en el plano externo, se convierten después en lo interno, en lo intrapsicológico. Así, como el tránsito por la “zona de desarrollo próximo” es un proceso mediado por la relación con otros, el mismo tiene lugar mediante las actividades que desarrolla el estudiante en el centro de práctica y a través de un sistema de comunicación, lo que significa que ambas sean estimuladas gradualmente.
• Teniendo en cuenta la unidad entre lo instructivo y lo formativo de la educación, y a la relación educación, aprendizaje y desarrollo. Como resultado de la sistematización teórica se revela la riqueza bibliográfica que existe sobre el tema desde diferentes Ciencias Sociales, connota una variedad de definiciones sobre los conceptos valor, valoración, formación en valores, entre otros. Se asume la definición de Chacón, N (2002) sobre valor; la cual, operacionalmente, ayuda a direccionar la investigación sobre la formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela. La investigación se desarrolla mediante la utilización de métodos y técnicas de investigación, tanto de nivel teórico como empírico, también de la Estadística.
Desarrollo
CARACTERIZACIÓN DE LA FORMACIÓN EN VALORES EN LAS UNIVERSIDADES VENEZOLANAS. PARTICULARIDADES EN LA UBV
Esta investigación parte de la idea que las universidades responden al modelo de sociedad imperante y a sus intereses, por lo cual se realiza una caracterización de la formación en valores en los estudiantes universitarios en base a dos indicadores esenciales:
1). La conceptualización de los valores en la educación universitaria y su impacto en el proceso de formación en valores en los estudiantes.
2). La participación de las estructuras de la universidad en el proceso de formación en valores en los estudiantes. Sobre la base de los indicadores señalados se analizó la formación en valores en la educación venezolana a través de cinco etapas desde 1696 hasta la actualidad. El resultado del estudio permite afirmar la existencia de dos tendencias:
3. Los valores a formar en los estudiantes universitarios han sido marcados desde intereses de la élite del poder, primero del colonialismo español y luego por los grupos de poder nacional asociados al imperialismo. A partir de 1999 se promueven los valores de la Venezuela del siglo XXI, al menos desde la teoría, aunque no se logre concretar en la práctica universitaria el nivel deseado.
4-. Las estructuras organizativas de la universidad venezolana han favorecido desde sus decisiones y actuaciones, la formación de un sistema de valores de la élite del poder, en detrimento de los intereses de los sectores explotados; aunque la nueva universidad venezolana ha potenciado, al menos en teoría y con algunos logros en la práctica, unas relaciones pedagógicas en su estructura que fortalecen la formación en valores del nuevo profesional. Este estudio confirma la necesidad teórica y práctica de profundizar en las nuevas condiciones y aspiraciones que tiene la Universidad Bolivariana de Venezuela en la formación en valores de los estudiantes. La gran variedad de fundamentos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos planteados, revelan las bases para la comprensión del carácter complejo de la formación en valores en la educación universitaria, así como la carencia de argumentos teóricos relacionados con el rol de los sujetos en el proceso educativo en la nueva universidad venezolana para promover la formación en valores que propugna la sociedad que se aspira construir.
La investigación se adscribe a lo mejor del pensamiento social y pedagógico venezolano que incluye ideas de S. Rodríguez, S. Bolívar, L. Beltrán Prieto, entre otros; también al pensamiento pedagógico latinoamericanista que incluye a J. Martí; P. Freire y a la actual generación de pedagogos cubanos que promueven una Pedagogía para América Latina y el Caribe desde la Escuela Histórico Cultural cuyo fundador fue L. Vigotsky. Hay variadas definiciones de valores, sobre todo desde la ciencia social desde la cual se realiza el estudio. García, G. (1996); Chacón, N. (2002); Báxter, E. (2009, 2007); Mendoza, L. (2009). En la presente investigación se asume la definición de valor planteada por Chacón, N (2002: 23)
“Significación social positiva, buena, en contraposición al mal de un fenómeno, hecho, acto de conducta que con sentido normativo, valorativo a nivel de conciencia moral; en forma de principios, normas, sentimientos, representaciones morales, orientan la actitud del individuo hacia el progreso moral, a la elevación del humanismo en las relaciones y el perfeccionamiento humano”. El análisis de investigaciones realizadas por destacados autores como: Báxter, E. (2009, 2007); Bermúdez, R y Pérez, L. M. (2004); Martínez, M. (et al) (2004); Reyes, J. I. (2002); Blanco, A. (2002); Castellanos, D. (2001); Silvestre, M. (1999); Valera, O. (1998); permitió asumir la educación como fenómeno complejo que está condicionada históricamente, enraizado en la cultura y la historia; se expresa a niveles macro y micro de la sociedad y persigue la apropiación no solo de conocimientos y habilidades sino también de actitudes, normas y valores favorecidos desde las relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje, entre la instrucción y la educación, para promover el desarrollo integral de la personalidad. Desde el punto de vista pedagógico, la educación es asumida como un proceso de socialización, con carácter instructivo, formativo y desarrollador.
La formación en valores implica un proceso educativo que permite el incremento de conocimientos en cultura general, en las áreas específicas del profesional, el desarrollo de habilidades del pensamiento lógico y profesionales, como base para promover sentimientos, actitudes, normas y valores que se correspondan con las exigencias del modelo social en que se insertan los estudiantes una vez egresados de la universidad.
En tal sentido, la formación en valores tiene como objetivo el alcance de una personalidad desarrollada o en desarrollo. Formar en valores significa contribuir a la función integradora del individuo mediante la valoración de las contradicciones de la motivación, los intereses, entre otros; proceso que se estructura pedagógicamente en la universidad desde las potencialidades de los contenidos de la malla curricular de cada programa y la experiencia acumulada por todos los que interactúan durante el proceso de formación de los profesionales dentro y fuera de la UBV.
A solo ocho años de su creación la Universidad Bolivariana ha dado un salto cuantitativo en la democratización de la educación universitaria en Venezuela, sin embargo, en la práctica pedagógica se han observado diversas limitaciones para la formación integral de los nuevos profesionales. Aunque la formación en valores en la educación universitaria constituye un tema de gran actualidad y trascendencia en la formación de los profesionales que necesita la sociedad; su carácter complejo, multifacético y contradictorio ha exigido a las universidades una especial preparación en la labor docente-educativa.
El diagnóstico de la investigación se realiza sobre la base de los siguientes indicadores:
1) El nivel de conocimientos sobre los valores y su formación en la universidad venezolana por parte de los directivos, profesores y estudiantes;
2) El rol que asumen los sujetos en el proceso formativo en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela
3) Las vías utilizadas en el proceso de formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela. El diagnóstico permitió caracterizar el estado de la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela de la siguiente manera:
• Algunos de los directivos, docentes y estudiantes no tienen el suficiente dominio sobre el contenido del proceso de formación en valores, aunque todos manifiestan interés por el tema.
• Si bien los directivos y docentes realizan algunas acciones para favorecer la formación en valores, las mismas no tienen carácter sistémico ni se aprovechan las potencialidades de los contenidos curriculares.
• No se ha logrado que los estudiantes tengan el protagonismo esperado en su formación valorativa.
• Así mismo, se corrobora la existencia de una carencia teórica centrada en la falta de argumentos pedagógicos sobre el rol de los sujetos del proceso formativo en la nueva universidad venezolana (UBV) para promover la formación en valores de los estudiantes.
FUNDAMENTOS DEL MODELO PEDAGÓGICO DEL ROL DE LOS SUJETOS DEL PROCESO Y LA ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA LA FORMACIÓN EN VALORES DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Los resultados presentados en el diagnóstico demuestran que el proceso de formación de valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana, desde el punto de vista práctico, ha estado centrada desde los aspectos generales que sustentan los valores sin tener en cuenta las peculiaridades que tiene la formación en los programas en que se preparan los estudiantes, por lo cual se denota la necesidad de una estrategia pedagógica, que sustentada en un modelo pedagógico favorezca la formación en valores de los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Para efectos de esta investigación el modelo pedagógico del rol de los sujetos en el proceso formativo se define como una abstracción de aquellas características esenciales que enmarcan la conducción de las transformaciones requeridas para la apropiación del rol de los sujetos durante el proceso de formación en valores. El modelo pedagógico del rol de los sujetos en el proceso de formación en valores de los estudiantes de la UBV precisa el objeto de estudio, tomando en cuenta el contexto de la municipalización de la educación universitaria y propone la articulación entre de los componentes que dinamizan el proceso formativo.
PREMISAS DEL MODELO PEDAGÓGICO DEL ROL DE LOS SUJETOS EN EL PROCESO DE FORMACIÓN EN VALORES EN LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
• La educación es un factor de socialización con carácter instructivo, formativo y desarrollador; desde su intencionalidad se asume la posibilidad de la educabilidad de los sujetos en el proceso formativo para que estén en condiciones de asumir los profundos cambios que se producen en la sociedad venezolana y de la cual deben ser protagonistas.
• La educación está condicionada históricamente, enraizada en la cultura y la historia, se da en diversos niveles de la sociedad y su objetivo es promover el desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes universitarios desde la integración de todas las agencias y agentes educativos cuya dirección pedagógica la tiene la universidad, bajo la condición de que cada sujeto debe asumir el papel que les corresponde en la formación en valores.
• La universidad encuentra sentido a partir de los compromisos asumidos con la sociedad por lo cual se define como un espacio público de producción y recreación de saberes y de formación integral de sujetos inscritos en contradicciones sociales, conscientes del papel histórico como sujetos de transformación, a la vez que reconoce la diversidad promueve el respeto a las diferencias. • Los valores constituyen una formación psicológica compleja de la personalidad, que se logra como resultado de la integración de lo cognitivo – instrumental y lo afectivo - motivacional; como significación socialmente positiva contribuye al desarrollo humano y la toma de conciencia.
• La formación en valores es un proceso de comunicación que se obtiene como resultado de la actividad y su efectividad depende de la intencionalidad y la participación consciente y activa de los sujetos quienes asumen la influencia de los valores a partir de su cultura, lo que le da un carácter participativo y democrático.
• La formación en valores requiere no sólo los conocimientos, sino el desarrollo de habilidades de valoración y reflexión en la actividad práctica con un significado asumido. Se trata de alcanzar conocimientos como resultado de aprendizajes conscientes y significativos en lo racional y en lo emocional.
• La formación en valores que se desarrolla en la universidad se da desde la relación entre la teoría y la práctica, lo objetivo y lo subjetivo; se materializa de forma individualizada por cada estudiante y se expresa en sentimientos, intereses, normas, motivos, actitudes que se asumen de forma estable en ellos.
• La formación en valores como parte del proceso educativo que se despliega en la universidad implica elevar la calidad de su organización, planificación, ejecución y control con la implicación protagónica de directivos, docentes y estudiantes cuyo resultado se aprecia en la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres internalización paulatina del sistema de valores que como meta tiene planteada la institución universitaria para entre todos aportar a la construcción de la nueva sociedad venezolana.
COMPONENTES Y RELACIONES DEL MODELO PEDAGÓGICO DEL ROL DE LOS SUJETOS EN EL PROCESO DE FORMACIÓN EN VALORES EN LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA EJE BARINAS- PORTUGUESA.
Los presupuestos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos sustentan el modelo de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, a partir de la declaración de la filosofía dialéctico-materialista como su base teórica y metodológica. El modelo pedagógico de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela constituye un aporte teórico en vista de las necesidades de de argumentos teóricos que integre los componentes cognitivo- axiológico, metodológico- axiológico y valorativo relacionados con el lugar y papel de cada uno de los sujetos del proceso educativo para promover la apropiación de su lógica y dirigir pedagógicamente dicho proceso. Con el carácter orientador que tiene la idea a defender que guía esta investigación se elabora un modelo pedagógico que entrelaza tres ideas básicas, que explicitan el alcance de la idea a defender como suposición hipotética:
• La necesaria integración pedagógica entre los sujetos del proceso de formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela.
• La apropiación de la lógica del proceso formativo, de acuerdo con el rol que despliega cada sujeto en dicho proceso y, teniendo en cuenta el nexo entre la unidad- diversidad de programas universitarios existentes.
• La intencionalidad para generar el protagonismo de los estudiantes en su proceso formativo a partir de la autoformación consciente y contextualizada.
El modelo pedagógico está estructurado con un carácter dialéctico donde sus componentes interactúan, se complementan y se contradicen dialécticamente para revelar relaciones y regularidades de nuevo tipo entre las que se destacan: la interrelación del proceso formativo mediante la unidad de lo cognitivo- axiológico con lo valorativo del proceso de formación mediado por lo metodológicoaxiológico. El componente cognitivo axiológico es expresión de la idea que en el proceso de formación en valores hay que asegurar la asimilación por parte de todos los sujetos que intervienen, de los conocimientos y habilidades necesarias para sobre una base conceptual y procedimental tener una plataforma teórica desde la cual actuar a posteriori.
Se privilegia, como punto de partida, los conocimientos sobre los valores que se desean formar de acuerdo a las aspiraciones del modelo del profesional de la Universidad Bolivariana de Venezuela, cuestión que implica a todos los sujetos de acuerdo con el rol que desempeñan en la estructura universitaria. Los sujetos que se identifican en esta investigación son: directivos, docentes y estudiantes. Cada uno de los sujetos está en un nivel estructural dentro de la UBV, pero todos necesitan partir de la elevación del nivel conceptual y procedimental en función de la dirección pedagógica de la formación en valores, que implica la utilización de variados métodos y procedimientos en correspondencia con el rol de cada sujeto. En este componente se utilizan vías que permiten la interactuación de directivos con diferentes jerarquías, entre los directivos y docentes, entre docentes enlaces UBV y facilitadores Misión Sucre y entre docentes y estudiantes, sin excluir la relación directivo estudiante.
El componente valorativo se compromete con el grado de concientización y internalización de los sujetos acerca de qué valores se van a formar, desde qué teorías, qué papel les corresponde a cada uno, cómo asegurar cumplir su rol específico y cómo promover, de acuerdo con el nivel de jerarquía, que otros cumplan su rol, para entre todos garantizar la formación en valores de los estudiantes de la UBV. No hay valoración sin asimilación teórico conceptual, proceso que se explica desde el componente cognitivo axiológico, pero que garantiza en lo valorativo la concientización sobre la teoría que se asimila.
El componente metodológico axiológico se compromete con el despliegue de métodos y procedimientos que aseguren la asimilación del nivel conceptual y procedimental para promover la valoración en los sujetos y aprender desde la relación teoría práctica cómo formar en valores desde el rol de cada sujeto. Los directivos y docentes internalizando desde el despliegue metodológico las mejores vías y procedimientos para promover la formación en valores en los estudiantes. De acuerdo con la interactuación antes identificadas se preparan los sujetos para asumir su rol formativo. Cada nivel estructural de la UBV determina el conjunto de procederes metodológicos que permitan asegurar la asimilación conceptual y procedimental así como la valoración del grado de comprensión del rol de cada sujeto.
El componente metodológico axiológico se erige en mediador entre lo cognitivo axiológico y lo valorativo del proceso de formación en valores en la UBV. Cada sujeto, de acuerdo con su rol en correspondencia con la estructura institucional debe apropiarse de la lógica del proceso de formación en valores. Se considera que la apropiación de la lógica del proceso de formación en valores está condicionada por el rol de cada sujeto en dicho proceso, en un contexto universitario caracterizado por la relación entre la unidad y diversidad de los programas de formación. Se trata de que cada sujeto, de acuerdo con el lugar que ocupa en las estructuras universitarias, conozca y concientice la responsabilidad que tiene en ese proceso formativo e identifique la de los demás para sobre todo potenciar la actividad pedagógica de cada uno de sus subordinados en la jerarquía universitaria que posibilite que el estudiante de la UBV adquiera un nivel de formación en valores en correspondencia con las metas que pretende esta universidad.
La dinámica de relaciones que se establece entre los directivos y docentes se pone en función de generar el protagonismo de los estudiantes en su proceso formativo a partir de la autoformación consciente y contextualizada. Los estudiantes necesitan saber qué valores esperan que se formen en ellos, en qué procesos universitarios se potencian y cómo tener una actitud crítica para asimilar lo conceptual y procedimental de los valores que se promueven, qué nivel de disposición se aprecia en ellos y cómo son capaces de actuar dentro y fuera de la universidad en correspondencia con los valores que se propugnan en los nuevos profesionales que la UBV.
El mayor nivel de profundidad en la formación en valores se alcanza cuando se logra que el estudiante autogestione su propio proceso formativo, a partir de indagar, reflexionar críticamente sobre su nivel formativo, ajuste su actuación de forma regulada a las metas que la UBV le traza, entre otros aspectos. La relación entre los componentes cognitivo axiológico, lo valorativo y lo metodológico axiológico se revela en el proceso de formación metodológica y axiológica permanente, que se define como el espacio de encuentro dialógico, de entrecruzamiento de saberes entre directivos, docentes y estudiantes en función de la formación en valores de estos últimos, pero que implica un aprendizaje contextualizado también de directivos y docentes. Se privilegia el estudiante, como objeto de la educación universitaria, pero se transforman todos. Todo lo anterior se inscribe en la dinámica que interrelaciona la unidad y diversidad con el carácter subjetivo y objetivo del valor.
La concreción del modelo pedagógico sustenta el diseño de la estrategia pedagógica para la formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela- Eje Barinas – Portuguesa Se asume la estrategia pedagógica como el conjunto de acciones interrelacionadas que se expresan mediante etapas y permiten la articulación de los sujetos que participan en el proceso de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
La estrategia pedagógica para la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela Eje Barinas- Portuguesa, tiene carácter sistémico, diferenciado, participativa y con profundo contenido pedagógico que responde a las realidades de la UBV y de la sociedad venezolana por su carácter contextualizado. Sustentada en el modelo pedagógico de formación en valores se erige en el aporte práctico de esta investigación y está estructurada en cuatro etapas que se determinan desde las relaciones teóricas y dialécticas expuestas anteriormente en el modelo pedagógico de formación en valores. Etapas de la estrategia pedagógica para la formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
La primera etapa: denominada propedéutica- axiológica en la que se crean las condiciones para que directivos docentes, profesores y estudiantes esté en condiciones de asumir el rol que les corresponde, en correspondencia con lo que expresa el contenido componente cognitivo axiológico antes expuesto. En esta etapa se han determinado cuatro objetivos parciales:
1. Diagnosticar el estado real de la formación en valores de la Universidad Bolivariana de Venezuela Eje Barinas- Portuguesa.
2. Capacitar a directivos, docentes, y estudiantes ubevista con los elementos teóricos y prácticos necesarios para la aplicación de la estrategia pedagógica para la formación en valores. Desde la diversidad de roles que desempeñan los diferentes sujetos en el proceso de formativo.
3. Planificar las acciones a ejecutar por cada uno de los sujetos a partir de los roles que les corresponden a cada uno. De acuerdo con estos objetivos se realizan acciones que permiten que los sujetos del proceso de formación en valores de la UBV se preparen para su papel de acuerdo con la estructura institucional. Si cada componente estructural comprende su objeto social dentro de la universidad puede jugar el rol que le corresponde en el proceso de formación en valores.
Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (CENDITEL) Revista Electrónica Conocimiento Libre y Licenciamiento (CLIC) Mérida – Venezuela ISSN: 2244-7423:
Este primer momento se interrelaciona en unidad dialéctica con lo metodológico- axiológico en el proceso de formación y los niveles estructurales y funcionales del proceso. La segunda etapa: Orientación metodológico- axiológico en el proceso formativo. Se pretende ejecutar las acciones modeladas como ideal desde las diferentes estructuras organizativas de la UBV, con la intención de apreciar los cambios que se dan en los sujetos del proceso de formación en valores, implica acciones variadas del trabajo metodológico entre los que se encuentran:
La Reunión Metodológica: encuentros de los colectivos pedagógicos cuyo objetivo consiste en reflexionar en relación con los avances de la formación en valores de los docentes enlaces de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en la Sede Barinas- Portuguesa y en otro momento de profundización con los docentes facilitadores de las Aldeas Universitarias.
Taller Metodológico: Desarrollo de talleres sobre diseño y preparación de acciones para la realización del trabajo de formación en valores en la práctica docente, desde los diferentes niveles del trabajo metodológico colectivo en los programas de formación de grado. Así como también talleres de formación político-ideológica bolivariana dirigidos a los docentes para que fomenten en los estudiantes la autoformación que se caracteriza por el autodidactismo y la autodisciplina en función de la formación en valores. La tercera etapa: la formación en valores en la municipalización universitaria bolivariana.
El proceso de formación en valores en el contexto político de la municipalización de la educación universitaria, como política de educación universitaria, requiere metodologías alternativas en función de las necesidades de formación reales de la sociedad, de los factores potenciales de las regiones, de la inserción de la universidad en la comunidad, la proyección de sus investigaciones, saberes, conocimientos, y actividades culturales en el desarrollo local, comunitario, regional y nacional. El principio de la municipalización es un principio político- estratégico y táctico organizador, en este contexto se proponen realizar acciones que se concentren en lo académico, lo investigativo y de interacción sociocomunitaria que desde la dirección pedagógica de los directivos de la aldea y los docentes facilitadores se promueve el protagonismo de los estudiantes.
Se materializan actividades de tipo sociopolíticas, celebración de efemérides nacionales e internacionales así como la conmemoraciones de los hechos más relevantes ajustadas al contexto regional y de la aldea, construcción de espacios de divulgación e información tales como periódicos y murales de divulgación, consolidación de la estructuras académico-política, académico-ideológico, promoviendo un estilo participativo de dirección, a todos los niveles, desarrollo de círculos de estudio, foros comunitarios, intercambios de saberes que permita el fortalecimiento de los docentes en el ámbito académico-político y la realización de talleres, jornadas regionales y nacionales, entre otras.
La Cuarta etapa: Evaluación de la apropiación de la lógica del proceso de formación en valores en la Universidad Bolivariana de Venezuela Tiene como objetivo valorar el resultado de las acciones ejecutadas a través del cumplimiento de las etapas anteriores de la estrategia pedagógica. Se da al unísono de las otras etapas pues se trata de evaluar los logros de cada una de las etapas, como proceso pero sin descuidar el resultado parcial y final.
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Lo explicado anteriormente al manifestarse en una práctica dialéctica va condicionando en los estudiantes universitarios la formación en valores en la municipalización la cual no se produce al margen lo que acontece en la sociedad venezolana pero es importante resaltar que esa formación tiene un carácter procesal y de producto en el que emergen cualidades que se corresponden con las nuevas exigencias y conviven con las inherentes a las que fenece. Para concluir la explicación de la estrategia como concreción práctica del modelo es necesaria resaltar que la atención a esas particularidades en el marco universitario venezolano constituyen una expresión de respeto a la diversidad en estrecho vínculo con la unidad donde la diversidad resalta los valores subjetivos individuales y sociales en consonancia con las aspiraciones filosóficas y pedagógicas contemporáneas.
Conclusiones:
La formación en valores en las condiciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela constituye una necesidad social y científica; tal y como revela el estudio histórico tendencial realizado, hasta 1998 los valores que se promovieron en la universidad venezolana estaban en función de la minoría explotadora tanto foránea como nacional, con una estructura universitaria que aseguraba la apropiación teórica y práctica de los valores morales burgueses por parte de los profesionales formados en esas instituciones; mientras que desde la creación de la UBV se fomenta un sistema de valores humanistas en correspondencia con lo expresado por la constitución nacional de 1999 aunque no se ha logrado el nivel formativo deseado ni la claridad teórico-práctica del rol de los sujetos en el proceso de formación en valores, que se identifica como la carencia teórica que se atendió en esta investigación. El diagnóstico realizado reveló algunas insuficiencias en el proceso de formación en valores por limitaciones en la integración del trabajo formativo que realizan las diferentes áreas de la institución, la falta de claridad del rol de cada sujeto en el proceso formativo de valores y de protagonismo de los estudiantes en las actividades que se organizan; sin embargo desde las potencialidades identificadas se revelan posibilidades para elevar la calidad del proceso formativo de los estudiantes; cuestión que se tiene en cuenta así como los fundamentos teóricos que se asumen como resultado de la sistematización realizada desde la consulta de fuentes provenientes de diversas ciencias sociales.
El modelo pedagógico del rol de los sujetos del proceso de formación en valores en los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela integra los componentes cognitivo-axiológico, valorativo y metodológico-axiológico desde cuyos nexos se revelan relaciones esenciales que dinamizan los procesos sustantivos universitarios y se constituye en su elemento central la apropiación de la lógica de cada sujeto del proceso de formación en valores para potenciar el protagonismo de los estudiantes.
Con la utilización del método de Investigación Acción Participativa se aprecia un avance en el nivel de conocimientos sobre el tema de la formación en valores en todos los sujetos, una mayor implicación de todos los involucrados en las acciones de la estrategia desplegadas en la institución, con destaque especial en la participación de los estudiantes, si bien se reconoce que aún no se encuentra al nivel deseado ni que se logre en todos, pero si se estima un mejor ambiente educativo, caracterizado por la precisión y la organización de actividades en los diferentes niveles estructurales de la universidad que promueven la profundización conceptual y metodológica de la formación en valores de los estudiantes de la UBV; pero también quedan identificadas las insuficiencias que subsisten para seguir potenciando
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